What It Used To Be (Brutasha)

Broken

Yeeeiii!! Logre administrar mi tiempo lo suficiente para escribir y publicar éste capítulo que espero les guste y no les haga querer matarme :( Ahora sí es seguro que no suba otro capítulo hasta mañana... Así que sean fuertes!! :)

- No - fue la respuesta inmediata de Natasha - No tenemos nada de que hablar. Nada a menos que no sea la boda de mi hermano o nosotros.

- Natasha - Bruce dio un suspiro, entre una mezcla de frustración y desespero - No podemos pretender que nada paso.

- Sí, sí podemos y es lo que vamos a hacer - Natasha se puso de pie y se dirigió al closet para buscar ropa cómoda para dormir.

- Si hubieses visto tu cara cuando esas dos personas aparecieron, estabas más pálida que un fantasma, Nat.

- Fue por la impresión, eso es todo - contesto sin mirarlo.

- No, no me vengas con esa basura - Bruce estaba comenzando a enojarse y ambos sabían que no iba a terminar nada bien - Entiendo que la impresión de verlos después de años fue fuerte, pero tu no estabas impresionada, Natasha. Tu estabas aterrada.

- No sabes de lo que estas hablando Bruce - Natasha ahora también estaba enojada.

- ¡Como voy a saber si no hablas conmigo! - Natasha abrió los ojos como platos. En el tiempo que llevaban de casados y lo que habían durado de noviazgo, Natasha podía contar con los dedos de una sola mano las veces que Bruce le había levantado la voz.

- ¿Qué quieres saber, eh? - lo retó - ¿Si me acosté con él? ¡Tu sabes la maldita respuesta a eso! ¿Qué más quieres saber? ¿Si me besé con él? ¡Sí, Bruce! Nos besamos. Eso es lo que hacen dos personas cuando se gustan. No tiene nada de malo, además, eramos unos niños.

- Estaban en preparatoria, Natasha, no eran precisamente unos niños.

- ¿Cuál es tu maldito problema? - Natasha había levantado la voz y parecía haber perdido la capacidad de controlarse - ¿Que haya habido alguien en mi vida antes de ti? Pues perdoname, Bruce, pero ¡no todos somos como tú! - en el fondo Natasha sabía que debía detenerse - ¡No es mi culpa que nadie haya querido intentar algo contigo! ¡No es mi culpa que fueras un nerd no que no sabía como hablarle a una chica y que no tuvieras más amigos que Tony! ¡No es mi culpa que tu padre haya sido un maldito alcohólico que te avergonzaba con tu compañeros y te golpeaba hasta que ya no podía mantenerse en pie!

Un silencio se instaló en la recamara y cuando Natasha regresó en sí, sintió como si alguien la hubiese golpeado en el estómago y le hubiera quitado toda capicad de respirar.

Los ojos de Bruce que, a pesar de estar enojado, nunca dejaban de mirarla con ese brillo que la hacía sentir que era la única mujer que existía para él, había desaparecido. En su lugar, unos ojos fríos y heridos era lo que había frente a ella, su rostro que antes había estado pintado con enfado, ahora mostraba dolor y desolación.

Natasha se dio cuenta de lo que había dicho. De las palabras que había usado con Bruce, con su esposo, el padre de su hija y el amor de su vida. Natasha se odio en ese momento.

- Bruce... - intentó hablar Natasha a pesar del nudo que sentía en su garganta, pero fue interrumpida por el llanto de Rebecca. Al parecer sus gritos habían logrado despertar a la bebé.

Sin decir una palabra, Bruce dio media vuelta y salió de la recamara en dirección al cuarto de Becca.

Natasha se dejó caer en el suelo, su espalda recargada en el closet, y permitió que las lágrimas rodaran por sus mejillas.

Había tenido tanto miedo de hablar con Bruce acerca de Bucky por miedo a que Bruce se enojara o decepcionara de ella, que la había cegado completamente y había terminado siendo ella la que había herido y decepcionado a Bruce.

Lo que lle había dicho había sido el golpe más bajo que Natasha alguna vez pudo haber hacerle. Natasha sabía lo difícil que había sido para Bruce esa etapa de su vida, donde su papá bebía sin parar y lo golpeaba a él y a su madre. Aún cuando su papá había logrado superar su adicción y había tratado de enmendarse con su hijo, Bruce nunca lo había perdonado del todo. Además, las únicas personas que sabían eso eran Tony y ella. Las dos personas en las que Bruce confiaba más que a nada en el mundo.

Natasha lloró y lloró, hasta que ya no tuvo más lágrimas que derramar. Bruce no había regresado a la habitación pero los llantos de Becca habían cesado desde hacía rato.

Natasha se puso de pie y, sin cambiarse el vestido, salio del cuarto rumbo al de Becca. La puerta estaba abierta y cuando Natasha asomó su cabeza pudo ver que la niña estaba nuevamente dormida y Bruce no estaba en la habitación.

Pánico comenzó a crecer dentro de ella. Bruce no había podido haberse ido de la casa, ¿o sí?

Sin pensarlo dos veces, Natasha bajó corriendo las escaleras. Se detuvo en el último peldaño cuando vislumbró la figura de Bruce en uno de los sillones de la sala. Su cabeza entre sus manos y su celular a un lado de él.

- Bruce - llamó suavemente Natasha, queriendo hacerse presente pero sin asustarlo.

Bruce no levantó su cabeza ni hizo algún movimiento que le hiciera saber que la había escuchado.

- Amor, por favor - intentó nuevamente Natasha - Perdoname, perdonadme, perdonadme por favor. Te juró que no quise decir nada de lo que dije. Estaba enojada y no pensé en lo que estaba diciendo - nada, ni una reacción o sonido provenían de Bruce - Bruce, por favor, no me ignores. Gritame, dime que estas enojado y que lo que dije no tiene perdón - para ese entonces Natasha tenía su cara cubierta en lágrimas.

- Voy a pasar la noche en casa de Tony - fue lo único que dijo Bruce y con eso bastó para que el pánico regresara a Natasha.

- No, no por favor - rogó - No te vayas. Tenemos que solucionar esto, por favor, Bruce.

- No puedo ni quiero estar aquí, Natasha - la voz de Bruce era muerta, sin ninguna emoción.

- Se que lo dije fue lo peor que pude haber dicho...

Bruce la interrumpió - Dijiste la verdad, Natasha - sin mirarla, se puso de pie y tomó su celular - Lo que me duele es que nunca imaginé que lo ibas a usar en mi contra sólo porque estaba preocupado - Bruce se encaminó a la puerta - Si hubieses accedido a hablar conmigo, te habrías enterado de que yo sólo quería saber si él te había lastimado alguna vez. No me interesaba si habían sido novios o si se habían besado, lo único que me importaba era que no te volviese a lastimar.

Sin dirigir ni una sola mirada en su dirección, Bruce salió de la casa.