No pasamos de moda

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—Te extraño.

—Y yo a ti.

—Es raro no vernos todos los días.

— ¿Sabes que extraño también?— comenta Finn sin una pizca de sarcasmo, algo muy raro en el— Que sea 30 de febrero.

—Era muy terapéutico ir allí.

—Pues se supone que debía ser así— el de rizos estaba frunciendo el ceño contestando su tarea de matemáticas—, recuerda que íbamos a terapia.

—También hecho de menos al couch Hudson.

La chica estaba probando la masa para galletas que estaba haciendo y observaba al canadiense desde el IPad.

— ¿Crees qué nos pase la factura del psicólogo que necesitará después de tenernos como pacientes?

—Lo que pienso es que le quitamos años de vida por el estrés en el cual lo dejábamos después de las sesiones.

Escuchar las respiraciones profundas del canadiense era algo que tranquilizaba a la castaña.

—Continúa siendo mi consejero.

— ¿En serio?

El joven dejo de hacer cálculos por un momento y la observó desde su celular para ver si estaba bromeando con él, pero lo único que encontró fue su mirada sincera.

—Ajá

— ¿Y qué consejos te da?

—En realidad me dio uno muy bueno.

— ¿A sí?

—Dijo que era bueno darme un descanso de mis redes sociales hasta año nuevo— la castaña añadió mas azúcar a la mezcla—, ya sabes—comenta probando la mezcla por cuarta vez—, desconectarme.

—Instagram va a extrañarte mucho.

—Pero seguirá allí cuando regrese.

No se esperaba la respuesta de la británica pero eso era lo una de las cosas que mas le gustaba de ella, el poder que tenía de impresionarlo en ocasiones inesperadas.

—Tienes razón.

—Wow, Finn Wolfhard me dio la razón—dice dramatizando poniéndose una mano en la frente manchándose aunque ella no lo notó—, está llamada tuvo que ser grabada para tener una prueba y enseñársela a mis hijos.

—Ese sin duda va a ser el mayor logro de tu vida.

Comenta Finn conteniendo su risa.

— No lo dudes Wolfie.

—Dios Brown—al pelinegro le encanta picar a la británica—, hasta Canadá me llega el olor de galletas quemadas.

—Hey— reclama la actriz limpiándose las manos en el mandil que traía puesto—, tengo un don para la repostería.

—No envenenes a los pobres hawaianos con tus galletas.

—No te preocupes— responde la joven guiñándole el ojo, aunque realmente parecía que se le había metido harina a este o así fue como lo interpretó el musico—, las guardaré para ti.

—Comer eso sería un suicidio. ¿Cómo van las filmaciones de Gotzila?

—Es genial grabar algo tan grande— la emoción inunda su voz cosa que a Finn le saca una sonrisa—, hacer películas es muy diferente a filmar una serie.

—Te lo dije, ¿y qué te gusta más?

—Creo que películas, la producción se siente tan grande. Aunque los extraño mucho a la Stranger Gang, ¿tú te sentías así cuando grabaste IT?

30 de FebreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora