Analogías, méritos y más

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La casa se sentía rara, había pasado ya tres días del cumpleaños de la chica y no salió del drama, los medios no le dieron descanso. Meditando la situación, tenía sentido las críticas a sus padres, pero no por lo que decían de ella, llevar a su hermanita menor a ese restaurante/bar/burdel a celebrar su cumpleaños.

Recordaba claramente lo que fue entrar a ese lugar, olía a cigarrillo, punto número uno del porque estaba mal llevar a una niña y en segundo lugar fue cuando se dio cuenta de lo que trataba el show, Joseph estaba encantado con la idea de los trapecistas con lencería y ella nunca había estado en desacuerdo de la desnudez o formas de expresión, pero eso era demasiado para Ava, no quería exponer a su hermanita a un ambiente hipersexualizado a una edad tan temprana, a ella le había tocado vivir esa infancia pero no por su cuenta, por los enfermos que estaban tras sus celulares, otra cosa era meterte tu solita a la boca del lobo.

El solo pensar en Ava exponiéndose a esa situación hizo que se le revolviera el estómago mientras luchaba contra las ganas de vomitar.

―Te ves más pálida de lo normal cariño ―dice Joseph interrumpiendo sus pensamientos―, te dije que el bronceado falso era una buena opción para que no te vieras enferma.

Ella abrió la boca para lanzar un comentario mordaz pero su madre interrumpió el intento metiéndose en la conversación:

―Si hija, tu novio tiene razón te ves muy mal.

―Me siento mal.

Confiesa la joven, su peinado ya le había cansado y el vestido ya le era incómodo.

―No comiences a molestar Millie ―le regaña su mamá al oído―, la estamos pasando bien.

Tomó una profunda respiración que resulto ser una mala idea ya que inmediatamente el humo se coló a sus pulmones

―Mamá, puedes dejar de fumar por favor, el olor a tu cigarrillo me marea un poco.

―Que cansado es tenerte de hija mi amor, solo sabes quejarte.

Siempre dejaba pasar esos comentarios, pero era inevitable que se fueran acumulando, a ella le gustaba pensar que las relaciones eran como una torre de jenga, mientras más piezas sacas, mientras más daño le haces a alguien la torre se desestabiliza, mientras internamente Millie se preguntaba cuando la torre se derribaría, al menos se llegaba a preguntar si a alguien le importaría que la torre se caiga aparte de ella.

Recuerda compartir eso con el coach y como la única relación que tiene la torre de jenga intacta es con él. ¿Qué más triste podria ser su vida si solo confía en su terapeuta?

A veces se recordaba que, aunque con Ava ya se habían sacado varias piezas probablemente ella, como hermana mayor, tenía la responsabilidad de seguir siempre con su hermanita, de cuidarla y de estar siempre para la menor de los Brown, no confiaba mucho en sus padres para seguir con esa tarea.

― ¿Puedo irme a casa?

―Solo llévate a tu hermana, luego va a venir a decirme que se quiere ir a dormir.

«Como si pensara dejarte a Ava después de todo lo que tomaste» pensó la joven, pero se mordió la lengua, como usualmente pasaba para no hacer un alboroto en un lugar público.

―Si, eso te iba a decir, no quería que Ava se durmiera en uno de los sillones del lugar.

No tenía idea, ni quería imaginar que se había hecho en esos sillones.

―Pido el taxi y nos vamos, no veo el momento de sacar mi licencia.

―Si, si, luego te pago el vieje hija, se duermen y no quiero desastres.

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⏰ Última actualización: Feb 04, 2023 ⏰

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