15.- Nuestra noche

6 0 0
                                    

Grité.

-FUERA.-Salieron de mi habitación, riendo. Asquerosos.

Me acordé de algo y fui a mi maleta. Lo saqué y sonreí.

Esto servirá.

Me dirigí al baño y me vestí.

Una falda del uniforme de mi antiguo Instituto. Me quedaba pequeña, demasiado. Tanto que se me veía medio culo. Me puse un top que llegaba hasta un poco por debajo del pecho, dejando ver mi piercing del ombligo. Y unas deportivas.

Dejé mi pelo suelto y me asomé al pasillo. No había nadie, perfecto. Bajé la escaleras, estaba escuchando risas.

-Hola chicos.-Sonreí lo mejor y más provocativamente que pude.

Entonces las risas pararon. Vi que Eric no estaba. Al segundo entró por la puerta, quitándose las gafas de sol.

-Madre mía.-Soltó alguien. Después ese alguien se llevó una colleja.

-Emily...-Eric me miró extraño.-Eso te queda pequeño.

-Vaya, qué despiste. –Me hice la sorprendida, aunque los sorprendidos eran ellos.

Me di la vuelta, dejando que la falda se levantara y se me viera un poco más el culo. Me quedé en el pasillo, escuchando.

-Joder. Necesito agua.-Esa voz era de Anthony.

Después de unos cuantos comentarios de tíos salidos hacia mí, me quedé satisfecha. Aunque no iba a parar ahora. Me cambié de la otra camiseta a otra distinta, me puse una a la altura del final del sujetador rojo y negro que llevaba. Lo mejor era que la camiseta era de rejilla. Me dispuse a bajar otra vez, cuando Eric entró por sorpresa.

-¿Qué cojones haces?

-Te doy de tu propia medicina.

-Joder.-Me cogió del codo.-Para.

-Estoy haciendo esto porque tú paraste.

-Podrías haberlo hecho con otro conjunto, no con el que te compré yo.

-No habría cambiado nada.

-Habría cambiado la mitad de lo cachondo que estoy ahora mismo.

Reí, me solté de su agarre y fui contoneando mis caderas hasta las escaleras. Donde bajaba dando pequeños saltitos, dándole el efecto que buscaba en la mini falda.

-Has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, ¿no?-Joey me susurró al oído y saqué mi sonrisa coqueta.

Pasaban por mi lado mirándome descaradamente. Anthony me miraba como nadie. Me comían con la mirada. Estaba haciendo la cena y estaban todos en la cocina. Todos menos él. No le di importancia. Estaría haciendo algo mejor. Siempre habría algo mejor que yo para él.

Terminé de hacer la cena y la puse en la mesa, todos se sentaron y empezaron a comer, mirándome.

-¿Os gusta?-Pregunté risueña.

-Me encanta.-Thomas me miró a los ojos.

Todos asintieron. Eric me miró. Él no sonreía, sólo miraba a la tele. Estaba cabreado.

Me daba igual.

-Y bueno, chicos.-Me miraron.-¿Os vais a quedar aquí?

-No, se van a un hotel que hay a unas manzanas de aquí.-Respondió Eric mirando su plato.

¿Estaba enfadado? ¿Celoso? Me conformaba con saber que al menos esto le afectaba. Para bien o para mal, ese ya no era mi problema.

-Emily, ¿qué ha pasado esta mañana?-Miré mal a Anthony.

THE RED KEY (MIDNIGHT RED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora