...
-Increíble.-Bajé de encima de Eric.
Nuestra respiración era lo único que podíamos oír.
-Te quiero.-Suspiró.
Esto había resultado impresionante. Nunca me había sentido así.
-Cinco meses.
-Cinco meses.-Repetí.
Estábamos mirando al techo. Un momento, me ha dicho ''Te quiero''
¿Te quiero, Secharia?
''No lo dudes, Miller''
Agh.
Decidí sacar otro tema de conversación mientras Eric nos tapaba con la sábana.
-Eric, nos quedan nueve días para encontrar a Marta.
-Lo sé Miller, lo sé. Mañana nos pondremos en marcha.
-¿Cómo vamos a hacerlo? Sabemos que está en un desierto, pero ¿cuál?
-Podemos rastrear el código de la imagen que te mandó y averiguar la localización.
-¿En serio? No creo que mi padre haya dejado el código.
-Confío en que lo haya dejado intacto a posta, porque todos sabemos que a quien realmente quiere es a ti, y que quiere que vayas tú a por él.
-O a ti.
-Emily, si me quiere es para matarme.
-O para matarme a mí.
-No puede matar a su hija.
-Yo de ese hombre me espero ya cualquier cosa.
Eric me abrazó y quedé con mi cabeza en su pecho.
-Joey es un crack en informática.
-Genial.-Intenté sonreír.
''Ni tú te crees esa sonrisa, Emily''
Caí dormida en los brazos de Eric, aún pensando en lo que hará mi padre cuando nos vea. No podrá hacernos nada. No nos hará nada. Tal vez nos dé a Marta y punto.
¿Y la llave?
Seguro que también tiene lo que guarda la puta llave roja.
''Duele más de lo que nunca imaginaste, ¿eh?''
Cierto.
...
''And I just can't pull myself away, and I dont want to scape. I just cant stop, I just cant stop...''
-ERIC EL MÓVIL.
Empujé a Eric, quien cayó al suelo y en seguida se levantó a coger el móvil. Lo puso en manos libres.
''-Espero que te haya sentado bien la noche con mi princesa''
Me levanté de la cama de un salto.
''¡PAPÁ! ¿Y MARTA?''
''No te estreses. Os estoy esperando, os quedan pocos días y estáis lejos de este lugar, ¿a qué esperáis?''
''A que empieces a ser mi padre y no un psicópata al que ojalá no conociera''
''Llevas mi apellido''
''Ojalá no fuera así''
Empecé a notar mi rostro algo mojado. Genial, ya estaba llorando otra vez.
Eric me dijo al oído que siguiera hablando, ya que la conversación estaba siendo grabada y escaneada de arriba abajo por Joey, quien puso un chip en nuestro móvil para este tipo de llamadas.
''Dinos dónde la tienes''
''Mejor dicho, dónde las tengo''
¿Las? ¿Plural?
''¿¡DÓNDE!?'' Exclamó Eric, dando un puñetazo en la mesita de noche.
''Pista: Seguimos en Francia''
''Cuando te encuentre, hijo de la gran puta...''
''Piensa bien lo que haces, ¿o quieres hacerle daño a mis hijas?''
''Arianna no tiene nada que ver''
''Tal vez sí''
''ES TU HIJA, MAMÓN, ES TU HIJA Y ESTÁS JUGANDO CON ELLA IGUAL QUE CONMIGO''
Grité, y al segundo sonó el timbre. Eric bajó.
''Mira, Nick Miller, te juro que cuando todo esto acabe, vas a tener lo que te mereces. Espero que mamá no sea dañada o que al menos no tenga nada que ver con esto''
''Lo veremos''
''Nos veremos''
''Ay, Emily, si supieras todas las sorpresas que te tengo aquí...''
''Eres un ser despreciable''
''Me lo dicen mucho, ¿pero tú? Y yo que pensaba heredarte el negocio como hizo el Señor Collins con Marta''
''Yo no quiero nada tuyo''
''Qué pena''
''No siento nada por ti. Me das asco''
Creo que es lo peor que he dicho en mi vida.
''Es recíproco''
''Estoy al tanto de eso. Pero Ari no tiene nada que ver en esto, déjala en paz''
''Te eligió a ti, y ahora lo está pagando. Como Marta y...''
Esperé a que terminara, pero nunca lo hizo. Colgó.
-HIJO DE PUTA.-Grité y miles de lágrimas salieron disparadas.
Cogí una vela y la tiré contra el armario, caí de rodillas.
-Eh, eh, eh. Emily, calma.-Anthony me ayudó a levantarme, mi cuerpo no respondía.
¿Anthony? Qué ironía la vida.
-Está haciéndoles daño... Está... Está...-No podía parar de moverme, estaba nerviosa y llena de furia.
Seguía sin querer imaginar lo que estarán pasando mis chicas. Confiaba en que fueran al menos la mitad de fuertes que yo, y que se mostraran como tales.
-Besançon.
Miré a Joey, quien venía corriendo por el pasillo.
Besançon. Mi primera salida de América, mi viaje de Intercambio en el que conocí a muchas personas, el mejor viaje de mi vida. Recuerdo que era casi todo campo y algunas iglesias rodeadas de amapolas, gente servicial y confianzuda, cariñosa y hospitalaria. Nada que ver con América, al menos donde yo vivo. Recuerdo que me tocó vivir con una chica francesa, se llamaba Amy Marie, y era parecida a mí, aunque era dos años mayor que yo. Era castaña, pelo ondulado, gafas (yo antes las llevaba), y vestimenta urbana y de aspecto abandonado. Hablábamos más en inglés que en francés. La familia me trató genial, pasé las mejores dos semanas de toda mi vida.
-¿Em?
-Sí, dime Eric.-Todos estaban rodeándome.
-Tú conoces Besançon.
-Lo estaba recordando ahora mismo. Tú también fuiste.
-No recuerdo que hubiera ningún desierto.-Negué con la cabeza. Pero pensé rápido.
-Haced las maletas, no dejéis nada aquí. Esto es un truco de Nick.
Todos hicieron caso a mi orden, había recuperado fuerza en unos minutos. Y eso me venía bastante bien ahora mismo.
Hicimos las maletas, los chicos se fueron a hacer las suyas. Eric y yo estábamos en silencio mientras recogíamos.
-Hemos pasado cinco meses increíbles.-Secharia me miró.
Nuestras maletas estaban encima de la cama, una al lado de otra, abiertas de par en par y nuestro cuarto a medio recoger. Como siempre.
Nuestro cuarto.
ESTÁS LEYENDO
THE RED KEY (MIDNIGHT RED)
FanfictionEmily era una chica normal, más o menos alta, de cabello castaño oscuro y ojos claros, piel oscura y no muy delgada, ni muy rellenita. Era una chica normal de 20 años. Esa noche había salido a dar una vuelta, con sus cascos y su Ipod en el bolsillo...