Comienzo.

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*NO ES UN CAPÍTULO. ES UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN PARA METEROS MÁS EN LA HISTORIA*

2013.

Hoy, día 20 de septiembre, volvía a casa después del tercer día de clase. Y de nuevo, Eric no apareceía. Se fue de viaje, según él. Se fue justo dos semanas después de que Leah desapareciera. Ari seguía sin dormir, esto era una pesadilla para todos.

Recuerdo perfectamente ese 6 de junio, cuando los Secharia vinieron a casa, sin Leah, sin Eric. De nuevo sin él.

FLASHBACK.

"-¡Ángela, Jake! Pasad, por favor. ¿Y los niños?"

Y recuerdo que en ese mismo momento, a Ángela Secharia, madre de Eric y Leah, se le escapó una lágrima, seguida de otra, y otra, y otra...

"-¿Qué... Qué he dicho? ¿Ha pasado algo, querida?"

Mi madre siempre tan cariñosa, abrazando a la señora Secharia, mientras su marido sacaba un pañuelo y abrazaba a su mujer. Ari y yo nos pusimos una al lado de otra, esperando algo que nunca habríamos imaginado.

"-Leah... Ha desaparecido. Eric está en Francia con unos amigos y al enterarse se ha puesto hecho una furia. He... He perdido a mis niños, los he perdido"

Miré a Ari, tenía una mano en la boca y la mirada perdida.

"-¡¿Qué!? ¿Pero cómo...?"

Mi padre, interesado, preguntó mientras abrazaba a Ángela Secharia.

"-Ayer no vino a casa después del instituto. Salió a comprar un par de cosas y... Simplemente me la quitaron. Un coche se la llevó"

Ari ya lloraba, al igual que los Secharia. Yo estaba de piedra, abrazando a mi hermana, que casi estaba de rodillas en el suelo. Mi madre estaba en la cocina, preparando té. Cosa que era inútil, porque nada calmaría el llanto de Ángela, ni los suspiros de Jake. Pero mi padre... Mi padre no tenía expresión alguna. No sentía nada. Sólo posaba la mano en el hombro del Señor Secharia de vez en cuando.

"-Os ayudaremos en todo lo que podamos. Vuestra pequeña volverá"

Pero yo seguía viendo algo extraño en la mirada de aquel al que llamaba padre. Algo que no había visto nunca en él. Y supe que esto iba más lejos de un simple secuestro. Esto, esto era algo más grande, algo que mi padre sabía.

2014

Ahora me dedico a dormir con mi hermana, quien llora todas las noches. Lo veo normal. Eran como hermanas. Leah y Ari, inseparables desde los tres años, tan maduras como infantiles. Insoportables a veces, pero adorables. Se querían como nadie. Y esto, a mi pequeña hermana de 17 años, la rompía por completo.

Y de hecho hoy, 5 de marzo, casi un año después, con 18 años, sigue tan rota y perdida como antes.

THE RED KEY (MIDNIGHT RED)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora