-¡HEY!-Le di un susto a Secharia que claramente no se esperaba. Se giró con cara de asesino, aunque se reía e intentaba ocultarlo. Quise correr pero fue imposible, me alcanzó al segundo paso. Me llevó en su hombro a la alfombra del salón y me tumbó, se dispuso a hacerme cosquillas.
-NO, ERIC. PARA JAJAJAJAJAJAJA ERIC POR DIOS PARAAAAA JAJAJAJA AHH.-Me retorcía mientras risas y gritos ahogados salían de mi garganta hasta que de repente paró, mirándome a los ojos y sonriendo. Se acercaba lentamente, y aquello me dio miedo, así que dije la cosa más estúpida que podría haber dicho.
-Eric, huele a quemado.-Y éste se levantó corriendo a quitar la sartén del fuego. Puse la palma de la mano en mi frente repitiéndome lo ridículo que había sido eso.
Fui a la cocina a ayudar a Eric, pero no había nada que hacer, la mesa estaba puesta y la cocina recogida. ¿Cómo lo hacía? Volví al salón, encendí la tele y me sentí útil por unos instantes.
-EEEEEEEEEEM, VAMOS A COMEEEEEEER.-Sonreí, el chico traía una sartenada de espaguettis.
-¿Espaguettis?-Reí para mis adentros. Aunque olía muy bien.
-Típico de francia.-Y estallé en una carcajada demasiado sonora.-¿Qué pasa?
-Eric, la pasta es típica en Italia. Aquí son la tortitas, la miel, croissances…-Reímos fuerte los dos hasta que terminamos de comer.
Esto estaba resultando divertido.
-Déjame recoger a mí, Secharia.-Negó y me quitó el plato de las manos.
-Miller, siéntate.-Mi apellido era raro en sus labios.
Quité un par de cosas más en contra de la voluntad del chico, quien hoy estaba raramente servicial y cariñoso. Mañana volverá a ser ese secuestrador mandón y gruñón sin sentimientos. Terminó de recoger las cosas y se sentó a mi lado en el sofá.
-Tenía que recompensarte por lo del secuestro y por dejar a tu hermana allí. Entiendo que la eches de menos, es una chica muy cariñosa.-Sonreí y lo abracé con un sonoro ‘’gracias’’ que inundó el salón.-Pero en eso no se parece a ti.-Y me separé de él, sabía que lo decía en broma. Empezamos a pegarnos de coña mientras nos reíamos. Veíamos la tele y todo estaba en silencio. Se me ocurrió decir algo de lo cual tal vez saldría mal parada, pero supongo que él también necesitaba consuelo.
-Echas de menos a Leah, ¿eh?-Me miró muy serio.
-Sí, la echo de menos. Echo de menos las peleas, las burlas con el maquillaje, las tardes dedicadas a hacerla sonreír, echo de menos reñir a un chico cuando había algo que no hacía bien con ella. Esa niña de 17 años era mi vida. Y Leah…-Una lágrima cayó por su cara, y supe que lo mejor era abrazarlo.
-Lo… Lo siento, no debería haber preguntado.-Dije en mitad del abrazo.
-No lo sientas, Em. Llevaba un año sin decir su nombre, sienta bien tenerla presente, y a veces viene bien llorar.-Sonrió y me besó la frente. Me recosté en su hombro, puse mis piernas en sus piernas y así me quedé dormida.
…
Desperté por una pesadilla demasiado desagradable. Y me encontré sola, tumbada, con la tele apagada y una nota encima de la mesa. ‘’He salido a hacer unas cosas, no sé a la hora que volveré. No me eches de menos, tonta’’ Reí y me levanté. Eran las seis y media de la tarde, así que fui a merendar. Cogí unas galletas y me volví al salón, encendí la tele y estuve viendo un programa de cocina hasta las ocho. Eric tardaba demasiado, y yo me preocupaba más cada segundo. ¿Y si mi padre le había encontrado? Repentinamente me entraron ganas de vomitar las galletas que había comido antes. Si mataban a Eric todo se acababa, yo me acababa.
…
Desperté en mi cama. Eran las diez de la mañana y Eric no estaba a mi lado. Aún no había vuelto, cosa que me puso nerviosa en cuanto vi que hoy no cantaba nadie en la ducha, ni nadie salía en toalla a ayudarme a subirme los vaqueros. ¿Qué mierda había hecho este chico? Ni dos días en París y ya había desaparecido. ¿Y si se había ido y no volvía? Fui a revisar si la llave seguía en su sitio y la vi ahí, tal y como la dejamos ayer, así que descarté la idea del abandono.
Ese día también lo pasé sola, esperando a Eric, echándondole un poquito de menos. Miles de posibilidades rondaban mi mente. A las nueve de la noche, un Eric sediento y con el labio y cejas partidos aparecía por la puerta, arrastrándose, literalmente.
-¡ERIC!-Me agaché y lo ayudé a levantarse, pasé su brazo por mis hombros y lo llevé al sillón, donde cayó como el plomo.
Fui a buscar cosas para curarle al botiquín del baño y volví al salón. Lo curé y lo mandé a la cama, no le di tiempo para explicarme nada. Mañana lo haría.
…
Pasaron cinco días desde aquella noche y aún no sabía nada. Todo en esta casa era secretismo para mí, y odiaba eso. Nunca le pregunté a Eric por miedo, pero esperaba que me lo dijera por voluntad propia. Pero no pensaba esperar más.
-¿Me lo vas a contar?-Le pillé desprevenido mirando la tele. Últimamente sólo hacíamos eso, ver la tele.
-¿El qué?
-¿El porqué viniste sangrando y arrastrándote la otra noche, tal vez? No sé.-Dije obvia y un tanto enfadada.
-Fui a buscar algo, pero no lo encontré. Bueno, lo encontré, pero no de la forma que quería. Me dieron una paliza.-Lo miré sorprendida.
-¿Se puede saber lo que buscabas?-Suspiró, con pesadez. No quería hablar del tema, pero yo sí que quería.
-El sitio para usar la llave.-Me enfadé más.
-¿Y por qué?-Me miró interrogante.-¿Por qué no confías en mí? Podrías haberme dicho a dónde te ibas. Me hubiera ahorrado unas cuantas lágrimas, agobio y la noche en vela que pasé esperándote.-Me enfadaba porque pensaba que mi padre le había encontrado, y comparado con la puta llave, Eric me importaba más. Me levanté del sillón dispuesta a subir a la habitación y llorar en silencio. Últimamente me había apegado mucho al chico, y no soportaría que le pasase algo por culpa de mi padre.
Me agarró del brazo y me giró, abrazándome por sorpresa. Eric me sacaba dos cabezas, por lo que sus brazos quedaban en mi cintura y su barbilla en mi cabeza. ‘’Lo siento’’ ‘’Deja de disculparte por todo joder. Pensaba que habías muerto’’ y sollocé alto. ‘’Nadie puede deshacerse de mí tan fácilmente’’ reí ‘’La próxima vez deberías contármelo’’ ‘’Lo haré, pequeña’’ me besó la cabeza y fui a la cocina a por un vaso de agua, necesitaba un respiro.
Hola!! Andrea vuelve hahaha. Siente haber tardado tantísimo!! Pero he tenido como ocho exámenes en las dos últimas semanas y he pasado a tercero de eso blingüe y matadme. En serio, matadme:/ Como recompensa subo este capítulo y otro más<3 POR CIEEEEEEEEERTO! ¿Quién va a algún conci en Diciembre? Yo por fin voy a ir a verles en Sevilla:'') Votad y comentad plss
Andrea xx
@MidnightRed_And
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THE RED KEY (MIDNIGHT RED)
FanfictionEmily era una chica normal, más o menos alta, de cabello castaño oscuro y ojos claros, piel oscura y no muy delgada, ni muy rellenita. Era una chica normal de 20 años. Esa noche había salido a dar una vuelta, con sus cascos y su Ipod en el bolsillo...