28||Inicio

806 67 26
                                    

19 de enero 1641

Todos los şehzadesi habían llegado a su respectiva provincia el mismo día debido a los inconvenientes en el camino y así dando por inicio a una corta guerra.

El mayor de los hijos con vida del Sultan se encontraba en sus nuevos aposentos admirando los azulejos del lugar cuando su madre entró sonriente.

—Cihan —le habló su madre. Él la regresó a ver —. Hijo mío —dijo tomando sus manos —, ahora debes concentrarte plenamente en la provincia, si haces un buen trabajo el Sultan te compensará con Manisa y después de eso será el trono.

Allah mediante.

—Aplicaré todo lo que me haz enseñado. No te defraudaré.

Tengo que llegar al trono por el bien de mis hermanos.

—Eso espero, pero también debes mantenerte algo en claro.

— ¿Qué cosa? —preguntó, mirando al pequeño balcón.

—Debes decirme cualquier cosa que hagas.

— ¿Por qué?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Por qué?

—Es por tu bien, sea bueno o malo debo saberlo. Tu futuro depende de eso y cualquier error pueden usarlo en tu contra.

—Prometo que sabrás todos mis pasos.

—Gracias —le sonrió tocando su mejilla.

— ¿Dónde están Nehir? —preguntó por mi pequeña hermana.

—Con mis criadas.

— ¿Sabes? Tengo dudas sobre con quién se casará.

—Eso no debe preocuparte, yo sabré quién es adecuado.

—Sólo no arriesgues su felicidad por la mía.

—Lo prometo —mintió sonriente.




✦ • ° *.

Beyhan admiraba sonriente a su amado hijo mientras pensaba en un futuro para él donde no habría inconvenientes para ambos. Por otro lado, el joven şehzade miraba los pasillos del palacio que estaban sumidos en silencio.

—Bayaceto.

— ¿Sí, madre? —preguntó deteniendo su caminata.

—Recuerda estar unido a los jenízaros.

¿Qué? ¿Tan pronto está haciendo planes?

—Ellos me aman, siempre estaré con ellos.

—No todos lo hacen y lo sabes, la mayoría está del lado de tu hermano Ahmed.

—No importa de qué lado estén.

— ¿Por qué?

Debo decirle, tal vez y así quiera a mis hermanos y no me obligue a luchar contra ellos.

IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora