39||Griegos

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18 de febrero, 1658

Turhan Selin Sultan, su nombre provocaba más de un suspiro. Esa mujer era la tentación de varios hombres y ninguno había podido tomarla.
Astuta y encantadora. Nadie podía igualarla. Muchos se preguntaban la razón por la cual aún seguía con ese viejo paşa cuando ella era más rica que él pero ellos nunca entenderían que le servía mucho para proteger a sus hermanos de las intrigas que querían hacer los demás.
La melena obscura desayunaba junto a sus hermanas Gevherhan y Olcay que la miraban con atención por estar sumida en sus pensamientos.

— ¿En qué piensas? —se atrevió a preguntar la menor.

—En la sucia rubia —respondió irritada.

— ¿Qué sucede con ella? —preguntó Gevherhan.

—Se le está insinuando al tonto que tengo por esposo.

—Creí que no te importaba ese paşa —comentó Olcay con una sonrisa en su rostro.

—No me importa en lo más mínimo pero no pienso ignorar el hecho de que esa estúpida cree que llegará a obtener poder mediante ese viejo

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—No me importa en lo más mínimo pero no pienso ignorar el hecho de que esa estúpida cree que llegará a obtener poder mediante ese viejo.

—Puedes usarlo a tu favor.

— ¿Cómo? No veo algo favorable al querer manchar mi honor.

—Olcay tiene razón.

— ¿De qué hablas?

—Hace unos días hablé con el Sultan y lo hice cuestionarse sobre la llegada de Häshämärshä.

—Al parecer lo que tienes de bella lo tienes de inteligente.

—Eso ya lo sabemos, Selin.

—Ahí tienes tu solución. Puedes hacer que Kemankeş tenga algo con la rubia para dejarlos al descubierto ante el Sultan, así lograrás matar a dos pájaros de un tiro.

—Häshämärshä es casada con alguien a nuestro servicio y tu esposo pierde poder y puedes divorciarte de él.

—Es un buen plan pero por el bien de nuestros hermanos no nos conviene tener a Kemankeş lejos de los demás paşa's.

—Nuestros hermanos estarán bien, te doy mi palabra —prometió Gevherhan.

Turhan lo pensó un momento, dudando hasta que le dió la razón a su hermana la cual se proponía todo lo que lograba.

Turhan lo pensó un momento, dudando hasta que le dió la razón a su hermana la cual se proponía todo lo que lograba

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