parte dos

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Su día no estaba siendo el mejor, se sentía demasiado alterado y todo el personal del lugar parecía cooperar para molestarle.

— ¿Qué pasó ahora, Kunpimook? —cuestionó suspirando, era la tercera vez en la mañana que el menor entraba en su oficina a fastidiar.

La mayoría de las veces, Park trataba mal a Kunpimook, puesto a que él era quien más cerca suyo andaba siempre, era su secretario, no podía escapar.

— Eeh... quería preguntarle si.. usted podría indagar sobre un caso en particular... —cuestionó temeroso.

— Eres un pesado Kunpimook, ¿qué caso?

— Mi... mi amigo está preso y todo es una injusticia, pensé en que usted podría ayudarlo y realizar una investigación.

— Si está preso es por algo, quizá deberías aceptar que tu amigo no es la persona que creías -se encogió de hombros desinteresado.

— No, hyung, a el lo culparon de todo, él no hizo nada malo, a él lo obligaron a hacer cosas malas y... la justicia lo declaró culpable pero en realidad las cosas son diferentes, pero nadie quizo intervenir con una investigación y darle un poco más de tiempo a todo.

—Por algo será, mira, Kunpimook, no le busques la quinta pata al gato —lo miró de mala manera y bufó.

— Por si aceptas investigar sobre su caso -se acercó y dejó una carpeta de archivos sobre el escritorio-, tengo más evidencia en mi casa y sé más cosas, si lo necesitas me dices, puedo ayudarte mucho, podemos sacarlo de allí, pero si trabajamos juntos hyung, realmente me gustaría recibir su ayuda en esto.

Park solo rodó sus ojos y guardó la carpeta en el cajón de su escriorio.

— ¿Me traes café, por favor?

El menor asintió y salió en busca de su pedido, rogaba internamente que Jinyoung leyera esos papeles y se interesara en el caso, necesitaba que su amigo salga de aquella prisión, no soportaba ir a verlo y sufrir junto a él, realmente la pasaba muy mal allí encerrado y Kunpimook era la única persona que lo visitaba.

— Realmente me gustaría que pudieses mirar un poco esa carpeta... —murmuró Kunpimook mientras le entregaba su café, temeroso de la respuesta contraria.

— Creo que si está en prisión es por algo, y tengo demasiado trabajo pendiente como para sumarle eso que claramente ya está solucionado, Bambam —dijo indiferente, no se veía enojado ni nada, solo estaba siendo realista y era de ese tipo de persona que si tenía que decir la verdad aunque duela lo diría.

— Entiendo su punto, hyung —pausó—, pero de igual manera si en algún momento decide leer un poco los documentos, yo sé más aparte de eso, y sé que a él lo inculparon, necesito su ayuda, en verdad.

— Bien —suspiró y bebió de su café, el menor salió de la pequeña oficina dejándolo solo.




[...]



Era un día normal, como cualquier otro día rutinario en el lugar. Park ya había terminado todos sus casos y estaba aburrido, para su suerte recordó de la carpeta de archivos que le había dejado Kunpimook hacía ya casi un mes.
Abrió el cajón y comenzó a leer de qué se trataba.

Habían recortes de periódicos con titulares como "Kim YuGyeom, un asesino", "Fue encontrada otra víctima del delincuente Kim".
Jinyoung arrugó su frente, el chico tenía un largo historial de delitos en su corta edad, asesinatos, tanto de hombres como de mujeres, las víctimas no parecían tener nada en común, había sido acusado de tráfico de sustancias y armas ilegales, realmente estaba jodido y cualquier persona cuerda se daría cuenta de que todo eso debía ser penado por la ley.

the truth; jingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora