the truth; jingyeom

parte veintidós

Park no había ido a ver a Yugyeom aquella mañana, el menor se había despertado pensando en que ese día lo vería y Jinyoung tomaría su declaración, pero no fue así, ni siquiera Tuan se acercó al lugar.

Pensó en que tal vez ya habían comenzado con su plan, pero él todavía no había declarado y es por eso que le parecía extraño. Por lo que se preocupó bastante y no podía evitar sentirse más solo de lo acostumbrado.

De nuevo le habían negado su comida y ahora se encontraba recostado en su cama, pensando en qué había hecho mal para estar donde estaba, en si todo aquello era lo que se merecía por haber tan idiota, en si aquella vida es la que le tocaría vivir por siempre. Se planteaba todo en esos momentos y la angustia se hizo presente en su mente.

— Buenos días —la voz que tanta paz le brindaba lo sacó de sus pensamientos. No había sido necesario ver quién estaba allí, solo volteó su cabeza y sabiendo que se encontraría con Jinyoung, quien estaba cerrando la reja de la celda y se acercaba a él con su expresiĺn de siempre.

Se sentó en su cama mirando cómo Park se acercaba a esta y se sentaba también a su lado, una sonrisa apareció en el rostro del fiscal, contagiando a aquel prisionero.

— ¿Cómo estás? —sonrió de lado, hablaba tan suave que le encantaba.

Yugyeom se fijó de que no anden los guardias cerca antes de hablarle, le preocupaba que haya entrado sin permiso.

— Tranquilo, ellos están siendo revisados en este momento, no están cerca —buscó brindarle tranquilidad —, y el resto está almorzando, así que estamos solos.

— Estoy bien —dijo suave. Llevando su vista a sus dedos que se entrelazaban sobre su propia falda.

— ¿Seguro?

Asintió.

— No comiste, ¿verdad? —Habló observando que no había rastro de algún plato o algo por allí. Además no lo había visto en el comedor así que supuso que no había ingerido nada.

— No.

— Te traje esto —dijo dejando sobre la pequeña mesa de luz vieja un plato con comida.

— Gracias —dijo suspirando levemente.

— Estamos cerca de otro juicio... —le contó, soltando un pequeño suspiró—, allí veré si puedo sacarte de aquí mucho más pronto de lo previsto. Ayer con Mark estuvimos buscando cosas sobre tus padres adoptivos, ¿crees poder responderme una cosa?

Yugyeom asintió no muy convencido. Pero intentaría responder si estaba dentro de sus límites.

— ¿Ellos vendían drogas?

Asintió agachando su vista. No podía confesar aquello pero de todos modos se dió cuenta de que Park ya lo sabía así que no tenía por qué negarlo y complicarle las cosas.

— No te sientas mal, necesito que digas esas cosas en tu declaración, ¿puedes?

— No. No puedo declararme inocente hy-hyung —musitó apenas.

— Claro que puedes, y debes hacerlo, no tengas miedo a estos estúpidos, Mark, Bambam y yo estamos para protegerte, confía en nosotros, luego de tu declaración todo va a fluir como cataratas en la corte —trató de animarlo un poco.

— Yo no quiero que ustedes salgan lastimados por esto —oír aquello hizo que Jinyoung se sintiera más mal de lo que ya estaba. No podía soportar que el menor esté aguantando cosas solo para protegerlos a ellos.

— No saldremos lastimados, para eso debes decir toda la verdad, todo, que te golpean, que no te dan comida, que tus padres eran traficantes, que te amenazan... todo, Yugyeom.