parte treinta

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Jinyoung se había quedado solo en su oficina luego de escuchar la declaración de Yugyeom. Mark buscó al menor y lo llevó a la casa de Bambam.

Estaba hambriento, no había almorzado nada y ya eran casi las cinco, se le hacía agotador trabajar en esos casos pero siempre buscaba dar todo de sí mismo.

Estaba pensando y pensando, hasta que recordó lo que Tuan le había dicho, ¿hacía dos días fue el cumpleaños de Kim? ¿Por qué no se enteró?

Suspiró.




Al día siguiente se sentía igual de cansado, no había podido dormir casi nada en la noche y había estado horas hablando con Mark.

Ahora se encontraba conduciendo en busca de Kim. Había hablado con Bambam para sacarlo a recorrer la ciudad un poco, con la excusa de "que diga otras cosas", ¿qué otras cosas? Si ya había dicho todo, Park en ese momento agradeció que Kunpimook no haya pensado de esa manera.

Bajó del auto y se dirigió al departamento del menor, éste le abrió la puerta enseguida.

— ¡Gyeom! —llamó Bambam—, adelante hyung, pasa —sonrió y se hizo a un lado.

Park entró al lugar y esperó paciente por el menor.

Había ido vestido de forma casual, ni Bambam acostumbraba a verlo así. Siempre llevaba traje y una apariencia de hombre de negocios, pero hoy estaba tan diferente que incluso a Kunpimook se le hacía atractivo. Un suéter verde oscuro con una franja negra en el medio, un jean negro que le quedaba realmente bien con un par de zapatillas que combinaban con todo su atuendo.

Nada de otro mundo, pero era demasiado bonito vestido de aquella manera, incluso el cabello algo desordenado le daba un contraste perfecto.

— Hola —saludó Yugyeom acercándose a ambos.

— Hola, Yugyeom —respondió Park.

— ¿Quieres que te dé dinero, por si quieres comprarte alguna cosa? —le preguntó Bambam a su menor.

Yugyeom iba a responderle que no era necesario pero Park lo interrumpió.

— No hace falta —dijo firme—, ¿vamos? —le cuestionó al menor de los tres, quién asintió y caminó detrás suyo.

— Volveremos temprano Bam, tranquilo —dijo Jinyoung sin siquiera voltear, sabía que Bambam se había quedado en la puerta mirándolos alejarse.

Kunpimook rió y regresó al departamento, llamaría a Mark.

— Sube adelante —le dijo al menor cuando vió que éste estaba por abrir la puerta trasera.

Obedeció y se sentó en el lugar de copiloto.

No es que le molestara que Kim vaya detrás, sino que tenía un par de cosas sobre los asientos e iría incómodo si decidía subirse allí.

Iban en silencio, ambos hundidos en sus pensamientos.

Jinyoung aún conservaba el cuaderno que Bambam le había dado, donde habían dibujos que había hecho Yugyeom de pequeño.

Le habían llamado la atención varias cosas, y con ayuda de Mark había podido descifrarlas.

Llevaban al menos quince minutos en el auto y Kim ya tenía sueño, Park sonrió, cuando se aburría le daba sueño y eso le causó demasiada ternura.

— ¿Quieres que compre algo para beber? ¿Alguna gaseosa? —le ofreció.

— Estoy bien, gracias —dijo observando por la ventanilla del auto.

the truth; jingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora