parte veintiuno

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— ¿Qué haces aquí? —cuestionó Park al ver que Tuan entraba tranquilamente a su oficina.

— Vine a hablarte de Yugyeom, me pediste que cuando sepa algo venga, y eso hice —respondió cerrando la puerta y volteando para caminar acercándose a Jinyoung.

— ¿Qué te pasó? —dijo refiriéndose a aquella lastimadura en la mejilla de su mayor.

— Nada, Yugyeom me dijo q-

— ¿Cómo que nada? —inquirió interrumpiendolo.

— Me golpeó el guardia, solo eso —dijo restándole importancia. Ignoraría todo solo hasta poder decirle lo que quería a Park.

— Solo eso —repitió con gracia rodando sus ojos.

— Tengo que contarte algo, ¿vas a escucharme? —Bufó, su mal humor aumentaba cada vez más.

— Eso puede esperar —habló de espaldas mientras buscaba alguna cosa en el mueble.

— Es algo de Yugyeom, me dijiste que necesitabas actuar más rápido, es el único caso que tienes en este momento y ¿me dices que puede esperar? —dijo perdiendo su paciencia. Soltó un suspiro sonoro y Park comprendió que algo andaba mal.

— Estoy buscando algo para curarte eso, pero habla si quieres mientras busco —habló calmado, no quería alterarlo más—, aquí está, siéntate allí hyung.

Y Mark se dirigió uno de los sofá que adornaban aquella oficina. Sin ganas de aquello pero conocía al menor y era muy insistente.

— ¿Por qué no le pegaste tu también? —cuestionó pasando un algodón con desinfectante por la mejilla de Tuan, éste cerró sus ojos debido al ardor que sintió y luego hizo una mueca.

— ¿Qué crees que hubiera pasado si yo le pegaba?

— Bueno, creo que hubieses quedado estampillado contra el piso —rió—, esos guardias parecen gorilas y tú una hormiguita a su lado.

— Lo que hubiera pasado es que todos nuestros argumentos y pruebas en su contra hubieran sido puestas en duda por esa conducta mía ¿o me equivoco? —alzó una ceja, en ese momento Mark parecía el fiscal.

— Si tienes razón —hizo una mueca—, pero de igual manera, hay muchos hijos de puta que golpean gente y lo llaman defensa personal, eso hubiese sido realmente tu caso —agregó levantando sus hombros.

— Además estaba Yugyeom ahí, no quería que se sienta mal, él me dijo que me vaya, seguro sabía que el guardia podía golpearme.

— Y si, él los conoce más que nosotros.

— Claro.

— Listo —dijo poniendo una pequeña venda y alejándose un poco de su mayor, pero acercando su rostro al del contrario y besandolo.

Su relación era de esa forma hacía ya un par de años, solo eran amigos pero tenían aquel privilegio de tener sexo cada vez que quisieran o uno de los dos lo necesitaba.

Empujó a Mark, quedando recostado en el sofá y se colocó sobre él, besando su cuello y clavículas hasta donde la ropa de Tuan se lo permitía.

Mark jadeó pero en ese momento recordó por lo que había ido.

— Jinnie —dijo soltando un pequeño gemido—, detente —pidió colocando sus manos en la cintura del contrario intentando alejarlo, pero éste solo se dedicó a dejar una mordida en su cuello y se separó limpiando su boca y sonriendo.

— No es necesario que me muerdas de esa forma —se quejó acomodándose la ropa —, no quería detenerte pero tengo que decirte algo, y es importante —informó sentándose de nuevo.

the truth; jingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora