the truth; jingyeom

parte cuatro

Era el día del juicio, Bambam y Jinyoung estaban sentados en la segunda fila de asientos, el menor estaba más nervioso de lo normal; aquel día en que Park le dijo que primero debía ir al juicio y luego ver qué hacer no lo dejó tranquilo, se podría decir que hasta lo preocupó más de lo que ya estaba.

El juicio estaba por comenzar, solo faltaba que llegase Yugyeom.
Los guardias abrieron las puertas y lo empujaron bruscamente mientras lo acompañaban a donde debía sentarse.

»¿Así se trata a los acusados?« se preguntó Jinyoung, arrugó su frente al notar esa acción de los guardias y Bambam lo miró tranquilo.

— Siempre es así.

Hizo una mueca y volvió a mirar a ambos hombres que se habían quedado parados detrás de Kim.

El menor tenía una mirada totalmente apagada, estaba en su propio mundo, como si nada fuera de aquel punto fijo en el piso importara.

— Bambam...

— ¿Mmh? —cuestionó saliendo de sus pensamientos.

— ¿Antes también era así?

— ¿Quién? ¿Yu?

Park asintió.

— No, habían días que no se quedaba callado por nada, hacía chistes estúpidos que solo a él le causaban risa, y de pronto se convirtió en aquel chico apagado que ves sentado allí, estoy asustado ¿sabes? O al menos ¿te imaginas lo difícil que es ver a tu amigo de siempre cambiar tan drásticamente? Realmente temo por él y su salud n-no... no soportaría que más cosas malas le pasen.

"...que más cosas malas le pasen." Jinyoung supo enseguida que detrás de aquellas palabras había más, habían más cosas que debía investigar e indagar.

— Ni siquiera puede mantenerse despierto, apenas nos está escuchando, con suerte sabe dónde está sentado ¿tú crees que aún faltan pruebas? Es un jodido asesino y traficante, no hay más que indagar.

Esas palabras del abogado hicieron que a Jinyoung le hirviera la sangre, si, Yugyeom podría ser un maldito asesino o traficante, podía ser lo que sea, pero esa conducta no era la que debía mantener un profesional en un momento así y Park simplemente quería hacerlo callar.

— Señor, me parece que se está alterando más de lo que debería —dijo un integrante del tribunal.

— Disculpen —interrumpió Park parandose en su lugar— ¿Me parece a mí, o en ningún momento han buscado la palabra del acusado?

— Él no quiere hablar con nosotros —dijo con burla el abogado.

—¿Por qué?, ¿existe al menos una declaración de su parte?

— No, nunca quiso declarar, ni aquí ni en ninguna otra parte.

— ¿No han buscado la manera de que lo haga?, digo, no se puede llevar a cabo esto sin declaraciones de ambos lados.

— ¿Lo defiendes?

— No, solo quiero ir por el lado justo, ¿tu no?

— ¿Quién eres? ¿Te sumarás a ese niño ridículo para defenderlo? —rió falsamente.

— Soy el fiscal Park JinYoung, y no me encuentro del lado de nadie, simplemente como profesional estoy mirando a todas las personas iguales y es injusto que no haya declaraciones del acusado, se necesitan esas pruebas para sacar conclusiones.

— ¿Lo vas a hacer hablar? -rió de nuevo.

— Lo voy a intentar, señor Juez, pido abrir una nueva investigación de este caso y me gustaría llevarla a cabo con mi equip-