the truth; jingyeom

parte dieciseis

— ¿Qué le has dicho al fiscal y a Mark? —Le preguntó Bambam sentado frente al menor.

Kim se encogió de hombros. A veces esa actitud tan desinteresada hacía enojar a su mayor, y otras veces lo preocupaba.

— ¿De nuevo vas a estar sin hablar? —Preguntó cansado, tenía notables ojeras y se notaba que tenía sueño, el menor lo notó y honestamente no quería ver a nadie más mal por su culpa, mucho menos a Bambam.

— Lo siento hyung —musitó agachando su cabeza, sintiéndose la peor persona del mundo.

— Está bien, solo quería saber si habían avanzado algo —intentó sonreír.

— Le conté sobre mamá —sonó firme, y Bambam supo enseguida que el menor luchaba contra sus ganas de llorar en ese momento, sabía lo difícil que era afrontar eso para Kim—, d-de aquella noche... —finalizó en un hilo de voz.

— Eso es un gran avance... —afirmó suave tomando su mano, buscando brindarle un poco de calma—, Saldrás de aquí cuanto antes, te lo prometo —sonrió apenas.

— Yo ya sé que nadie va a poder sacarme de aquí —esta vez sonó firme y decidido, sin rastro alguno de esconder algo.

— ¿Por qué dices eso? No te sientas culpable de todo esto, tu no hiciste nada malo...

— Sé que nadie va a poder hacerlo, aunque lo intenten y se unan, nadie podrá.

Y allí estaba de nuevo, el Yugyeom negativo e inhibido, le dolía de cierta forma que él no piense un poco en positivo y que no quiera poner de su parte por estar mentalizado en que básicamente moriría tras las rejas.

— No pienses así, Jinyoung es bueno en lo que hace y es un hombre justo, va a lograrlo, solo si cooperas.

— Tú apenas sabes la mitad de las cosas, Bambam. —Dijo molesto, y de nuevo allí estaba aquella mirada vacía y apagada. Debía admitirlo, Bambam a veces le tenía miedo.

— ¿Qué más debo saber? —Cuestionó calmado, acomodándose en su silla, dándole a entender que tenía todo el tiempo necesario para escucharlo.

— Nada más, solo... hazme el favor de irte ya. —El menor arrugó su frente y miró el suelo, necesitaba que se fuera.

— ¿En verdad quieres que me vaya? —preguntó desconcertado y, preocupado a la vez, tal vez lo estaba agobiando mucho pero necesitaba presionarlo un poco para que declare lo más rápido posible.

Kim negó y cerró sus ojos con fuerza, soltó un largo suspiro y repitió.

— Vete.

— ¿Esto pasó con Jinyoung? —Le preguntó sonando duro en cierta forma pero su intención solo era saber todo.

— Cállate, por favor —pidió mirándolo a los ojos, prácticamente amenazándolo o así lo sintió Kunpimook.

— No, dime el resto de las cosas que debo saber, dime la otra mitad ¿de verdad eres un asesino? —pausó— ¿Me mentiste todo este tiempo? Es que ¿estuve defendiendo a un asesino? —Cuestionó molesto. Estaba cansado y estresado por ayudarlo y le hartaba la idea de que Yugyeom siempre busque la jodida manera de mantener a todos alejados y quedarse callado, ocultando quién sabe qué tipo de verdad.

— No me llames así —pidió con su voz rota a punto de llorar, el mayor notó que los ojos y la expresión del menor ahora estaban angustiados—, vete, Bambam no quiero verte más.

— Hay algo más aquí, ¿verdad? —Inquirió seguro de que algo oculto había allí—. No importa si no me lo dices, lo voy a averiguar —respondió parándose de su lugar enojado, no iba a levantarle la voz, eso no era característico de Bambam, pero era notorio cuando se enojaba.