the truth; jingyeom

parte catorce

— ¿Aún no quieres hablar sobre lo que sucedió con el fiscal Park, no? —Cuestionó Mark.

Yugyeom negó agachando su cabeza, seguía sintiéndose la peor persona del mundo.

— Bueno, ¿crees que pueda comenzar con el análisis? Desde la corte están apurándonos —informó.

Yugyeom asintió y Tuan sonrió por inercia, era muy tierno.

— Jinyoung me dijo que le temes a la oscuridad, Kunpimook dice que no siempre fue así, me gustaría comenzar desde eso, ¿te parece bien?

Kim respondió algo parecido a un "si", causándole ternura y preocupación a Mark, notaba que el menor tenía algo para decir pero algo se lo impedían y eran sus nervios.

— ¿Desde cuándo le temes a eso?

— No lo sé —musitó casi inaudible mientras pensaba—, Bambam hyung tiene razón, yo antes no le temía, y no me gusta porque aveces no puedo ni siquiera dormirme —suspiró con un nudo en su garganta—, e-es muy frustrante, n-nadie lo comprende y solo... debo esperar hasta el amanecer para poder dormir un poco —tragó saliva mientras jugueteaba nervioso con sus dedos.

— Entiendo, Yugyeom, no voy a juzgarte por nada ¿bien? puedes decirme lo que quieras o sientas que pueda ayudar, estoy para escucharte, incluso si me pides que no diga nada sobre esto debo hacerte caso —dijo buscando que el menor se tranquilice un poco—, puedes confiar en mí, se guardar secretos -sonrió. Se mantuvo un pequeño rato en silencio para que el menor pudiera calmar el lío que probablemente era su cabeza en ese momento.

— ¿Crees que hay algo que te preocupe tanto y no te deje dormir? Como por ejemplo ¿el no lograr salir de allí?

Yugyeom negó con su cabeza, y suspiró, estaba cansado de aquello, de aquella vida.

— Bueno quizás también sea eso.

Mark asintió levemente anotando en su libreta.

— P-pero yo...

Se quedó en silencio.

— No te sientas presionado a hablar todo hoy.

— Ya no lo aguanto —dijo con otro nudo en su garganta—, q-quiero que usted me ayude, quiero dormir tranquilo pero no puedo.

Tuan lo notó que se alteraba de a poco, pero prefirió ayudarlo a mantener la calma.

— ¿No duermes porque está oscuro?

Asintió.

— ¿Y no le pides al guardia que deje alguna luz prendida?

— L-lo he hecho pero —suspiró y una lágrima cayó por su mejilla, solo era una, Mark se quedó un poco tranquilo—, cuando me duermo se apaga y- fue interrumpido por un nudo en su garganta que hizo que su voz se entrecorte.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque lo veo en mis sueños, la luz está apagada.

— Pero los sueños pueden no ser reales.

— Yo no quiero soñar, no quiero dormirme y soñar que la luz está apagada.

— Quizás solo es tu imaginación, la luz seguramente sigue prendida toda la noche.

— No —dijo firme y levantó su vista hacia Tuan—, si la luz está prendida no sueño cosas feas, pero cuando se apaga si, por eso no quiero dormir con la luz apagada.

— ¿Y qué es lo que sueñas? —preguntó curioso.

— Q-que alguien entra y... -su voz se entrecortó, haciendo que detenga su relato.