parte veintitrés

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— ¿Crees que hoy logremos algo? —Kunpimook se sentía mucho más nervioso que nunca. Ese día marcaría un antes y un después, preocupandolos a los tres.

— Eso espero... —respondió sentándose en su lugar de tribunales.

— Suerte —murmuró el menor caminando para sentarse en su lugar de siempre.

Jinyoung suspiró, no sabía si lograría lo que quería aquel día pero al menos lo iba a intentar. Tenía las pruebas suficientes, solo necesitaba ver con qué se aparecerían los contrarios.

— Representante de Jumi y Sujeong —dijo el juez y el abogado defensor de los recién nombrados se puso de pie—. Representante de Kim Yugyeom —esta vez se puso de pie el abogado de Kim.

— Representante de la ley —finalizó y esta vez Jinyoung se puso de pie.

Todo transcurría con calma, hasta que los guardias llevaron a Kim a su lugar.

Jinyoung no pudo ni siquiera mirarlo, apenas notó que entraba al lugar agachó su vista. Algo lo preocupaba y era el no poder lograr lo que le había prometido a Kunpimook y Kim. Además de que se sentía incómodo de verlo luego de lo que sucedió el día anterior.

— ...¡él incluso intentó apuñalarme! —gritó la mujer en medio del juicio, acusando a Yugyeom de tal acto, quien la miró con sus labios un poco abiertos, como si quisiera hablar pero prohibiendose hacerlo.

— Y a mi... me golpeaba siempre, era incorregible desde pequeño, no pudimos detenerlo y se convirtió en esto —señaló a Yugyeom con desprecio.

Jinyoung no se había preparado para ir en contra de argumentos de ese tipo, sus manos sudaban y no sabía qué hacer y su preocupación aumentaba segundo a segundo, pensando en cómo continuar.

— Como ve, señor juez y toda la audiencia presente, Kim presenta una clara inestabilidad emocional desde pequeño y-

— Lamento interrumpir su no tan claro argumento, soy Psicólogo, y la inestabilidad emocional no viene así porque sí, se podría estar hablando de una mala conducta desde niño pero tampoco creo que las cosas sean así. Al parecer, Yugyeom actuaba en su defensa y vivía con miedo, nadie puede negar eso —dijo Mark parado en su lugar, interrumpiendo la palabra de Lee—, el miedo, traumas o sentimientos y cosas reprimidas de la infancia llevan a una persona a convertirse en lo que es hoy Yugyeom, y no me refiero a un asesino como ustedes lo llaman, no. Sino a una persona de perfil bajo que está siendo aplastada por gente que no sabe si realmente él es culpable o no de tales cosas.

Un silencio reinó en el lugar por unos minutos.

— ¿Cómo me explicas desde el ámbito psicológico el hecho que Kim venda droga desde sus catorce años? —Cuestionó firme.

— ¿Y tú cómo me explicas desde tu marco legal el hecho de que Kim pueda ser inocente y estar siendo inculpado por la ley misma? —atacó, refiriéndose a que el mismo abogado lo podría estar inculpando y acusando de cosas que sabía que Kim no había hecho.

No pasó desapercibido ni de él ni de Jinyoung el hecho de que un notorio nerviosismo se apoderó del abogado.

— Di la verdad, hijo, tú cometiste esos crímenes... —dijo Sujeong.

»Es un buen actor« Pensó Park soltando un suspiro y mordiendo su labio molesto.

— Dinos la verdad pequeño —pidió la mujer entre lágrimas.

Jinyoung apretó su mandíbula, no podía creer que estaba escuchando aquellas estupideces.

No sabía tampoco si era momento de decir lo que sabía o si debía esperar a tener pruebas más contundentes.

the truth; jingyeomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora