Treinta y tres

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Era una terca, sin remedio y ahora lo sabía, a veces, me gusta imaginar que era un poco más madura pero mis acciones me delataban.

Eva me lo había dicho y lo que más me explicaba era que no es que precisamente era mi intención, sino más bien era una parte de mí esencia ser un poco explosiva, actuando sin pensar.

-Eso no era precisamente malo- explicó -de hecho en este mundo, hay muy pocas cosas que se podrían considerarse como malas, sin embargo cuando algo se convierte en un exceso, es perjudicial.

Pues dijo que incluso en los placeres que uno disfruta dejan de sentirse como las primeras veces cuando excedemos de ellos.

-Es como fumar marihuana Summer- explicó -Las primeras veces, obtienes viajes increíbles llegando al punto de que te pierdes en ellos, pero cuando sigues consumiéndola y si cometes el error de consumirla a diario, empiezas a necesitar más para obtener un resultado medianamente parecido y ese es el problema, dejas de sentir ese placer principal, te acostumbras y cada vez hay un vacío más intenso, que ya no se puede llenar con nada.

Pero como antes dije mi terquedad era grande y a pesar de recibir advertencias como esas ahora me encontraba tomando un taxi luego de salir de un bar, en medio de la noche, con mi cabeza dando vueltas y mis piernas temblando.

Podría haber llamado a Chanyeol para que me recogiera, pero no era a quien en realidad quería ver, no era con quien soñaba por las noches, ni quien me había hecho tener mis primeros orgasmos.

Cuando tu cabeza da vueltas, las luces de la ciudad se ven más brillantes y todo parece tener un toque de sobriedad atractiva, la oscuridad da menos miedo y tu corazón te cuestiona acerca de por qué antes no habías ido ahí.

El taxi me dejo en la entrada de mi casa, pero en vez de dirigirme hacia la misma, como la idiota que era mi cuerpo caminó hasta la casa vecina, donde empecé a tocar la puerta con desesperación.

Ni siquiera sabía qué hora era o si ellos estarían despiertos pero aún así nada me detendría.

Y así como lo había pensado, Taehyung salió por la puerta fregando sus ojos como si acabara de despertar y de inmediato su mirada manifestó confusión.

-¿Summer?- cuestionó -¿Todo está bien?- y a pesar de que yo tenía la respuesta en la punta de mi lengua y solo quería gritarle -que nunca estaría bien si él no estaba a mi lado- lo callé. Con otra cuestión.

Por qué supongo que para la mayoría de nosotros es más fácil hacer eso, pues nos negamos a responder algo y contraatacamos, fingiendo ser más fuertes.

-¿Donde está ella?- dije casi entre gritos -¡Quiero que venga y le diré todo lo que pienso de ella!- completé mirando con furia a Taehyung.

Creía tener valor, solo por que había ingerido unas cuantas copas de alcohol y me sentía fuerte. Pero la verdad es que estaba hecha trizas.

-Beth no está aquí- explicó Taehyung y dichas palabras hicieron que mi furia aumentara.

-Sabes... no lo entiendo, no entiendo por qué sigues con esto... ella jamás está aquí, ella te engañaba, y aún así sigues creyendo que ese bebé que ella lleva en su vientre es tuyo, ¿por qué?- cuestione acercándome más a él, pero Taehyung solo bajo su mirada.

-Summer, hay cosas que son más complicadas de lo que crees- expresó, recordándome las palabras que la misma Beth había dicho, "eres aún una niña como para entenderlo", pero como poder juzgar las palabras de Taehyung, si mi comportamiento seguía siendo infantil, incluso al venir aquí y hacer reproches locos.

-Entonces lo entenderé cuando crezca, cuando tenga que llevar un matrimonio que odio, cuando engañe a mi marido, cuando mi vida sea una mierda, ahí es cuando entenderé esas cosas.

-Crees que me gusta estar aquí, crees que me gusta haber renunciado a la mujer que amo, crees que no me siento como un idiota por no estar a tu lado a pesar de que Beth tal vez si esta con quien ella ama... claro que no Summer- replicó apretando sus dientes, mientras sus ojos, se oscurecían -Pero aunque no lo creas parte de mí lo hace por ti, lo hace por que sabe que eres muy joven como para ser quien yo espero que seas, por qué mi vida sería perfecta si yo dejara a Beth, y luego tú te quedarás conmigo, que nos casáramos, que formáramos una familia, que nos fuéramos de vacaciones, que las mañanas despertaras en mis brazos, pero no te corresponde hacer lo que yo espero, aún no es tiempo de que algo así pase en tu vida, lo sé por que lo he vivido, tú ahora deberías estudiar, salir con tus amigas, elegir una carrera en la universidad, no quedarte atada como un pájaro en cautiverio; Me duele verte con otro hombre, me duele saber que no puedo darte lo que él si- continuo mientras tomaba mi mano y me llevaba hasta la banca que está en el pórtico de la casa.

-Pero yo no quiero a nadie más- dije muy segura.

-Mírame si, algunas reglas son como barandales puestos en un edificio muy alto, nadie las puso por qué se veían bien, sino por qué hay gente que suele ser muy distraída, de cierta manera soñadora, así que son ese límite que no les permite caer por que si te caes la respuesta solo es una, la muerte, el sufrimiento- expresó suspirado -nosotros ya hemos estado jugado a entrar y salir, pero aún tenemos una posibilidad de qué tal vez alguno se salve,de qué tal vez uno viva- replicó- y yo odiaría con mi vida que tú sufrieras más. Se que odias a Beth, pero de cierta manera ella también está luchando con aquellos límites, con una vida que no pidió, con una atadura que no eligió, por esa razón no la culpo, no la odio, por que a veces nuestros ojos no logran mirar más allá, somos tercos y nos negamos a ver las consecuencias.

Y era verdad, yo más que nadie sabía lo egoísta que alguien podía volverse. Y odiaba que Kim tuviera la razón.

Sin darme cuenta la noche ya no era tan oscura, el viento seguía soplado, pero de cierta manera rayos de sol empezaron a salir, había visto un par de amaneceres, pero este se sentía diferente, este era más brillante- Y por inercia nuestras manos se tocaban, incluso a pesar de que nuestros corazones sentían aquel momento como prohibido, como si hubieran olvidado lo que en un pasado ya nos habíamos hecho.
Ahora un acto tan inofensivo, se sentía peligroso.
Pero igual, de inevitable.

-Chanyeol me invito al baile- exprese, esperando que entendiera la razón por la que se lo decía.

Ya que era bien sabido que la mayoría de personas o más bien parejas luego de dicho evento acababan en un hotel, teniendo sexo.

-Será el viernes, y le dije que si- completé, mientras en mi mente solo deseaba que Taehyung fuera quien me llevase -Supongo que se acabó, ¿no lo crees?- dije a pesar de que mi corazón dolía.

-Supongo que si- completo.

LIBEROSIS |+18| KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora