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Treinta y ocho - Final parte dos

Se qué al leer que iban al despacho del Señor Kim muchas pensaron en que iba a pasar lemon, pero yo dije a hablar. 😹😹😹 así que perdón pero no habrá eso. (Léanlo con humor, estoy bromeando 🙃) 😹😹😹 es que me pareció gracioso.

El dulce aroma de galletas de chispas de chocolate recién horneadas llenaba la casa y casi podías saborearlas.

Taehyung había cocinado un par de veces para mi y eso me hacía saber que probablemente el sabor de las misma sería igual de bueno que su aroma.

Los niños que corrían por la casa, ahora estaban en la cocina comiendo el postre y aquello me hizo recordar a la Señora Tomson y lo agradable que era visitarla, supongo que ahora Taehyung llegaría a ser para esos niños, lo que la señora Tomson era para mi.

No había hablado con Taehyung más que una sola vez en primer año de Universidad cuando mi ebriedad me controló, ni siquiera recordaba de que habíamos hablado sin embargo, no lo volví a llamar y borré su número.

Habían días en los que moría de ganas por saber que había sido de su vida sin embargo por miedo a que mi madre sospechara algo, nunca se lo pregunte.

El tiempo pasó y por las noches ya no lloraba hasta quedarme dormida sino que empecé a sellar mis días al cerrar mis ojos recordando a mi dulce Taehyung, incluso habían días en los que me gustaba imaginar cómo sería si ahora estuviéramos juntos, tal vez me aferraría a sus brazos y besaría sus labios hasta que mi corazón ya no doliera y dejara de tener miedo.

Pero al igual que las llamadas de mi madre, entendí que era verdad todo lo que decían del tiempo, y como antes dije al igual que las llamadas el dolor lentamente empezó a desaparecer.

No puedo asegurar como realmente paso, pero tal vez hay algunos factores a los que yo les daría la atribución; el primer año de la universidad tuvo algunas complicaciones o más bien fue conforme me fui acomodando al horario, así que se podría decir que en aquellos días aún tenía bastante tiempo libre como para salir cada noche, aquello también fue una fuente abierta que me permitió conocer todo tipo de personas. Pero luego llegó el segundo año, los deberes aumentaron y los maestros eran más estrictos, así que con suerte podía a veces almorzar, así que al acostarme en mi cama, solo cerraba mis ojos y caí totalmente rendida.

Eso tampoco quiere decir que Taehyung ahora ya no estuviera presente, pues a pesar de que no tenía tiempo para pensar en mí, la nueva estrategia que había tomado mi mente era colarlo por las noches en mis sueños. Y no voy a negar que muchos de esos fueron bastante agradables, o más bien excitantes. Al menos cuando mi periodo se acercaba, era cuando me sentía más ansiosa por no estar con él.

-Solo es un simple polvo, lo necesitas- explicó Eva en una de las llamadas que habíamos tenido, en un principio me había negado pues ya había tenido varías propuestas, sin embargo a pesar de que Taehyung me había dejado más que en claro que no debía renunciar a lo que me ofrecía el mundo por él, yo hace tiempo lo había elegido a él o al menos de eso estuve segura cuando llegó la mitad del segundo año.

Y si que Eva tenía razón, a veces el sexo solo era sexo y ya, todo dependía si yo había decidido sentir, la primera vez qué pasó aunque en si mucho de eso estaba borroso pues había sido en una fiesta en la que yo no estaba con mis cinco sentidos, recuerdo que lloré, lloré pues sentía que lo había traicionado y de la forma más vil.

Pero luego pasó otra vez y luego una tercera, el alcohol era un buen acompañante, pero también era un poco matador, como un dulce veneno.

-No te excedas- replicó Eva como un maestro decepcionado -Los placeres superficiales jamás llenan Summer- aquella había sido nuestra primera pelea enserio, pues odiaba el control que ella mantenía sobre si misma y como yo a pesar de que lo intentaba no lo lograba, a demás por aquel entonces también me sentí ofendida luego de que ella hubiera mantenido secretos que solo supe hasta que la volví a ver.