Narrador omnisciente.
Aaron Morgan se encontraba entrenando a los miembros de la manada que se encargaban de proteger a la manada, no podía tapar el Sol con un dedo. Algo estaba pasando, recibía constantes cartas de manadas vecinas reportando desapariciones...
-Debemos estar preparados- murmuraba mientras veía como Jon le enseñaba a los nuevos, él solo supervisaba a la manada desde arriba de una piedra, mirando a cada uno de los miembros con cierta precaución, veía a Kyile distinto.
<Vigílalo> le ordenaba Aaron a Jon, si bien, no entendía que era lo que le ocurría a su mejor amigo, desde ya hacía tiempo lo notaba distante, seco. "Como si no fuera él"
Jon asintió, tenía tiempo que le había externado al Alpha lo que percibía en el
Omega de la manada, se alegraba de que por fin se tomaran cartas en el asunto.Mientras tanto en otra parte.
7 distintas entidades, estaban reunidas en las afueras de una ciudad, eran demonios, demonios que trataban de traer las promesas que Mein les había prometido, almas inocentes. El que estuvieran afuera no significaba que podían lograr su cometido tomar esas valiosas almas, ya que, una parte de su esencia demoniaca seguía en el inframundo, ahorita eran demasiado inestables.
-No funcionó ¿cierto? -preguntaba una figura encapuchada, observando aquel acto que habían hecho esos 7 demonios, el cuerpo de una joven inocente yacía sin vida en el suelo.
-¿Qué haces aquí? -mascullaba el demonio con cierta ironía - ¿ya vas a traer a tus policías con alas a tratar de devolvernos al inframundo?
El encapuchado resopló molesto, ignoró lo que dijo el demonio -no tienen el arma indicada, ni el sacrificio correcto.
-¿De qué estás hablando? - uno de los demonios se acercó al ángel de alas blancas para tomarlo del cuello - habla ahora.
-El arma la tiene el hijo de Mein -murmuraba entre respiraciones acortadas, lo suficiente para que el demonio que lo aprisionó lo soltara.
-El demonio mayor está muerto - comentó con cierta impaciencia el demonio, odiaba que le mintieran.
-Me estoy refiriendo al último hijo de Mein, que tiene la carga de todo el inframundo y está aquí en la tierra -Se escucho una risa sonora.
-Pero ese no era un - Lo interrumpió con una sonrisa el ángel.
-Lo fue, lo fue - con cierto desdén - ahora es prácticamente el heredero de los poderes de Mein.
-Tendremos que buscarlo - comentaban entre ellos los demás demonios que me hacían séquito -hablaste de un sacrificio ya seleccionado.
-Si, el demonio mayor ya tenía el sacrificio, una bebé en su tiempo -sonrió de lado - pero no alcanzó a hacer el trabajo, ya que fue detenido por los familiares de esa bebé.
-¿Ya está marcada? - el Ángel asintió con una sonrisa.
-Tenemos que buscar al hijo de Mein y al sacrificio - decía el demonio convirtiendo el cuerpo de la víctima en polvo.
-No hagan doble búsqueda, donde esta el hijo de Mein esta el sacrificio - con una sonrisa - acomodándose la capucha y desapareciendo.
Volviendo con los Morgan.
Solanche se encontraba en una camilla del consultorio de su ginecóloga, algo nerviosa.
-Vas a sentir frío - le advirtió la doctora, mientras le levantaba la bata, para aplicarle ese gel frío para poner el transductor del ECO, en su abdomen.
-Tranquila Sol- decía Sander dándole la mano a su hermana, un fiel apoyo siempre para La Roja.
-Por lo que veo el quiste a aumentado de tamaño considerablemente -decía la ginecóloga, sin despegar la mirada de la pantalla.
-¿Qué tan malo es eso doctora? - preguntaba la pelirroja observándola con algo de preocupación.
-Puede afectar en tu fertilidad - comenzó a hablar la ginecóloga y la pelirroja la interrumpió.
-Doctora no está en mis planes tener hijos, al menos no por el momento -murmuraba la chica con algo de nerviosismo, le temblaba la voz.
-No puedo dejar que ese quiste siga creciendo así - la veía limpiando su abdomen de la gel, la pelirroja fue a cambiarse para platicar en el escritorio con la doctora- No quiero que corra con las posibilidades de que se haga maligno, aunque son bajas.
"¡¿Cáncer?!" Ahora si se quería morir la pelirroja.
-Ademas aunque ya me externaste el poco interés de ser madre, piensa que si te retiro este quiste, tú utero se regenerará un poco más rápido, aunque existe esa pequeña posibilidad que batalles para conseguir un embarazo por el lugar donde se encuentra el quiste.
-Me está diciendo en pocas palabras que con quiste o sin quiste, igual voy a batallar para tener hijos ¿verdad? - dijo Sol un poco ida, pero intervino rápidamente Sander cortando tensión en el momento.
-¿Cuando se haría la operación? Ella solo va a estar aquí este mes, su tiempo de recuperación -la doctora le explicaba todo a Sander, mientras que Sol estaba sumida en sus pensamientos.
-Esta bien, que se haga la operación doctora - murmuraba mientras le decía con la mirada a Sander "Ponte de acuerdo con ella, yo necesito aire"
La chica salió del edificio con todas las indicaciones de estudios pre operatorios correspondientes y una mueca de preocupación, ambos Morgan no hablaron durante el camino hasta que llegaron a casa.
-Animo Roja! Todo estará bien mi solecito -abrazándola Sander -veras que esto sólo será un trago pasajero.
-Es que Sander - con la mirada cristalina Sol, lo abraza y se desahoga -nunca en mi vida se me ha cruzado en la mente el querer tener hijos -llorando en brazos de su hermano- aunque se que tengo casi 21 y soy joven, el que me digan que no será tan fácil tener bebés, me desanima.
-Para eso va a servir la operación Sol, ya escuchaste a la doctora solo es cuestión de quitar tu quiste y que tú utero se regenere poco a poco - la trataba de calmar, sin percatarse de dos personas que acababan de llegar.
-¿Cuál operación? - habló Aaron Morgan por primera vez saliendo de su estado de shock, Marshall seguía estático.
-Sol va a tener que operarse hermano - hablaba Sander -La doctora observó que su quiste había crecido como una pelota de tenis y se necesita retirar para evitar la posibilidad de un cáncer o infertilidad.
La palabra "cáncer" alertó a ambas personas y el mayor de los Morgan dijo.
-Que se haga cuanto antes esa operación - en eso bajaba un Dimitri recién levantado, eran las 10 de la mañana y el francés aún no estaba acostumbrado
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Con sed de ti.
Hombres LoboToda la vida he estado oculta para mi manada "Red Moon" ser la última de la descendía del Alpha Terrance Morgan, murió meses después de que yo nací en batalla. Tengo 20 años, fui la última de 2 hermanos Aaron y Sander, el Alpha y Beta de la manada...