Con sed de ti.

Capítulo 3

Narrador omnisciente.
Un escalofrío causado por un par de labios, sus labios helados y la piel caliente de la chica, un suspiro se escapó de sus labios.

"Solanche" brotó de sus labios al mismo tiempo que acariciaba su cintura. La chica calló aquellos labios con un beso necesitaste, sintiendo una necesidad de probar más y más.

Sol se encontraba sobre las piernas de ese hombre, sintiendo un extasis que embriagaba su piel. No alcanzaba a distinguir con quien estaba compartiendo una experiencia tan intima, tan pasional. Cuando sintió que las manos de aquel hombre en su espalda baja "llegó el momento" murmuraba mientras besaba el cuello de la chica, sintiendo una leve molestia, la chica suspiro estaba hipnotizada, todo lo que representaba aquel hombre, le era un vaivén de sentimientos y emociones.

Estaba debatiéndose entre safarse de ese hombre tan posesivo y querer quedarse.

Hasta que el dolor fue lacerante, se separó bruptamente de aquel hombre, la respiración se le cortaba.

-¡AHHH!- gritó la chica abriendo los ojos, sintiendo el golpe de la realidad, había sido una pesadilla, se reincorporó en su alcoba,tratando de respirar mejor, sentía un dolor espalda baja, de la misma intensidad del sueño, casi real.

¿Qué fue eso? Se debatía la chica, no entendía porque de un tiempo acá tenía sueños horribles, pesadillas con aquel sujeto ¿Quien era? Le dolía la cabeza, el tratar de recordar cómo era él.

Decidió meterse a bañar para olvidar eso, el agua helada logró calmarla al menos hasta que al salió, cuando estaba secándose encontró algo que la asustó, encontró un hematoma parecía que se lo acaba de hacer, pero tenía una forma peculiar.

Narra Solanche

Habían pasado un par de días y ese hematoma, no desaparece, ahora parecía más como un tatuaje. No sabía a quien acudir, mis hermanos estaban ocupados con asuntos de la manada casi no los veía, Kylie igual además se estaba comportando extraño, ya casi no hablábamos, intenté contactarlo por todos los medios, fue misión imposible.

-Señorita ¿Qué esta buscando? - preguntaba Jon, estábamos en la biblioteca desde hace unas 4 horas. Abrí camino entre varios libros que había puesto en la mesa para ver a Jon.

-Unos libros de símbolos - al leer su expresión - para mi clase de etimologías - cerrando un libro.

-La biblioteca de la manada tiene más libros que aquí y todo tipo de temas - no sabia de la existencia de una biblioteca a decir verdad, no sabía nada de la manada.

-Gracias Jon- murmuro, estuve otro rato en la biblioteca acabando unas cosas de mi tarea, hasta que oscureció y Jon me llevo a casa.

Veía a mis hermanos al pendiente de las noticias, había más asesinatos, más desapariciones, por eso casi no se encontraban en casa.

Tendré que ir a la manada, si no me quieren incluir ahí, tendré que incluirme a fuerza.

-No puedo creer que me tenga que meter como vil ladrona- abrochándose las agujetas de los tenis cuando veía a un par de lobos vigilar el área de la manada Reed Moon, en eso vio como Aaron, Sander y algunos miembros de la manada, entre ellos Kylie, salían.

Aproveche eso, para comenzar a entrar había tomado el perfume de Aarón y me lo rocié encima, una característica de los lobos es su peculiar sentido del olfato.

Si ellos olfateaban a alguien que no formaba parte de la manada, inmediatamente lo distinguían y lo atacaban. Por suerte no me iban a atacar teniendo el olor del Alpha.

Observe algunas lobas con sus cachorritos jugando a lo lejos, era tan bonito ver a todos unidos como manada.

Observe todas las casas, eran de madera de pino, con un montón de vegetación a los alrededores. Era hermoso aquí, al fondo como este Sander me describía cuando era pequeña, estaba la casa de nuestro padre, el Alpha donde los rayos del Sol iluminaban la casa al amanecer y al anochecer.

Entre con cuidado a la casa y me sorprendí, no se comparaba en nada a la casa de la ciudad, había una foto de mis padres, veía a mi padre su lobo era blanco, imponente. Fotografías de mis hermanos, mi mamá y una mía siendo cargada por mi padre, supongo que acababa de nacer.

Si se supone que no debo ser conocida para la manada, ¿Qué hace una foto mía aquí? Le había sacado información a Jon, la biblioteca que el dice esta en el despacho de mi padre. Al fondo del primer piso.

Entre al despacho, aquí siempre se la pasaba mi padre así que me siento en conexión con él. Comencé a indagar en todos los libros sin dejar de admirar cada detalle del lugar, era Perfecto.

En eso había una vieja foto entre un par de libros, algo vieja y doblada. Estaba mi padre alzando un cachorro blanco como él, obviamente que no eran mis hermanos, ellos eran color arena.

Saque uno de los viejos libros, "simbología del inframundo" escrito a mano los alphas siempre van recapitulando lo que van viviendo así que esto pudo haber sido escrito por mis ascendentes.

Había otra foto tres lobos, dos color arena y un cachorro de lobo, idéntico al de la otra foto, sentí como se me revolvía el estómago al ver el símbolo que tenía en la espalda, dibujado en ese libro.

"Ritual de sacrificó para traer demonios" temblando comencé a leer esto, cerré el libro de golpe, un montón de lágrimas estaban intentando salir violentamente.

Al escuchar que abren la puerta de la entrada, las voces de mis hermanos, me levanté con mi corazón palpitando como nunca, el libro y la foto.

-¿Por qué? - ahi estaban el Alpha, Beta, Omega. Ignore la mirada de Kylie y me concentre en mis hermanos, toda roja del rostro.

-¿Qué haces aquí sol? - decía Sander con cautela, se me estaba quebrando la voz.

-¿Por que tomaste ese libro? - preguntó Aaron con la misma cautela que Sander, mientras se trataba de acercar a mi.

-¿Por que? - con la voz rota - Por que no me dijeron lo que me pasó - tirando la foto de los tres - yo era una como ustedes, era una loba - Mis lágrimas comenzaron a correr - me arrebataron a mi lobo interior, me lo quitaron, lo asesinaron, lo ofrecieron de sacrificio-Sander me abrazo y comencé a desahogarme con él, me sentía vacía.