Narrador omnisciente-Los vampiros son hombres maldecidos con la inmortalidad, robándoles su humanidad como precio - hablaba Aaron sin dejar de ver a su hermana de arriba abajo, buscando cualquier rasgo no usual en ella aparte de los que ya presentaba físicamente "¿Cómo es posible que siguiera teniendo la esencia de Zira en ella?"
-Ya se lo que son hermano - Sol sonreía había por fin ayudado a su hermano a quitarle ese demonio encima - Yo lo veo como una segunda oportunidad de vida, estoy aquí con Zira.
Aaron tomo las manos heladas de su hermana y la abraza - nos tuviste demasiado preocupados.
Sol lo abrazo con mucha fuerza, claro que había visto como estaban esas semanas sus hermanos, notó que aplico demasiada fuerza en ese abrazo cuando escucho que trono uno de los huesos de su hermano.-Lo lamentó, aún no controlo esto- Aaron se ríe, era el día C del ataque según me ha explicado Greta y Roxan. Ya que habían estudiado los ataques de los demonios.
-Creo que por fin he aprendido a soltarte Solanche, entendí estas semanas e era ausencia, que forma parte de la vida crecer y dejar que las personas tomen su camino. Tu aprendiste a vivir ya sin mi y a mi me falta aprender a vivir sin ti, hermanita sin necesidad de sobreprotegarla. - Si pudiera la pelirroja estuviera llorando, un sentimiento de nostalgia invadió a ambos hermanos -Se lo que estuviste hablando con las Lunas de la manada Silver Moon y Green Moon - viéndola a los ojos - No te voy a detener, es más, te tengo algo que te puede servir.
El mayor de los Morgan saco una daga, que recogió de la casa de Kylean, que tanto guardaba Marshall - Esto te puede ayudar.
Sol tomó la daga y la guardo - te amo hermano, eres el mejor - decía abrazándolo, antes del amanecer iba a partir.
-Yo también te amo hermanita - dándome un besito en la mejilla, cuando llego la hora acordada me despedí de Aaron, Sander y Angy.
-Sigo detestando este maldito lugar - murmuraba Nathaniel, el olor era putrefacto como si hubiera cuerpos en descomposición.
-¿Alguien murió aquí? - preguntaba asqueada la pelirroja, estábamos en el lugar más antiguo de Deiley.
-Muchas personas - completó seriamente Nathaniel, recordando a sus amigos lobos de la manada que murieron hace unos años.
Las linternas de ambos vampiros apuntaron al lugar más profundo donde había una puerta semi abierta.
-Es aquí, con razón están saliendo - decía Nathaniel guardando su linterna, acomodándose la mochila - ¿estas lista? No prometo traerte a salvo, pero lo intentaré.
-No lo hagas, trataré de cuidarme - seriamente, estaba nerviosa la chica. Iría a buscar a Marshall, ambos chicos se lanzaron de la puerta.
Nathaniel cayó bien, pero Solanche de espalda - ahh - se quejó la pelirroja que se levantó rápidamente - woo este lugar es, impresionante.
Al ver todo el lugar desierto, hacia un calor impresionante, todo árido, seco.
-No dejes que esto te impresione - decía Nathaniel con precaución - andando, este lugar es muy grande y no tenemos mucho tiempo, el día C se acaba en unas cuantas horas.
-Andando - con un terrible presentimiento, caminando con la navaja en la mano.
En otro lado del inframundo, ya se había reconstruido la fortaleza donde vivía Mein y el demonio mayor. La madre y medio hermano de Marshall,esté se encontraba sentado concentrado dándole energía a todos los demás, para atacar cuando voz interrumpió el perpetuo silencio.
-My Lord, intrusos no identificados están en el área.
Marshall abrió los ojos - ¿humanos? - preguntó y uno de sus seguidores negó - tráiganlos a mí.
-Enseguida, my Lord - desapareció uno de ellos, pero uno de los demonios seguía interrumpiendo la conexión de energía.
-¿Qué quieres?- irritado Marshall, la demonio se acercó acariciando su pecho, subiendo a su hombro, sentándose en sus piernas.
-My Lord, yo solo estoy para complacerlo - decía la demonio, besando su cuello tomándolo del rostro haciendo que la vea - además de que necesita herederos, para que juntos tomen el control del inframundo, ya lo sabe.
Solanche y Nathaniel caminaban por los pasillos de la fortaleza, que a los ojos de ambos vampiros parece un castillo, el demonio solo los escoltaba a donde estaba su Lord.
Solanche estaba nerviosa, no sabía cómo iba a reaccionar, lo iba a ver después de meses, frente a frente al amor de su vida, ahora amor de su inmortalidad.
-Por favor toma todas las medidas posibles Solanche, si no te escucha por las buenas, tendremos que usar el plan de emergencia - decía Nathaniel recordándole el plan a la pelirroja, esta asentía nerviosa.
-Siento que se me quiere salir el corazón - confesó muy por debajo, lo suficiente para que Nathaniel escuchara, el vampiro se carcajeó.
-Ni siquiera te late el corazón - con cariño le decía - eres demasiado tierna.
El demonio abrió una puerta al final del pasillo, donde se encontraron una escena que no querían ver, sobretodo la pelirroja.
Marshall se separo de la demonio levantándose, estaban en una cama, ambos a medio vestir, observó a su sirviente y observó a las dos personas.
-¿Tú? - No se creía lo que veía, su pelirroja estaba enfrente de él, su corazón no latía, pero estaba frente a él. -Solanche - el antiguo Marshall estaba peleando con los demonios de su interior, su motivo de vivir estaba ahí frente a él.
Nathaniel estaba estático definitivamente, esto no formaba parte del plan, cuando el demonio que los guió iba a tomar a Solanche del brazo, ella lo quitó.
Marshall recordó quien era antes de caer a este lugar, sentimientos cayeron de golpe en su corazón, recuerdos, besos, caricias y sonrisas, llenaban su mente, dando el descanso que la pelirroja inyectaba en la mente del azabache.
La demonio tomó el vestido que traía, vistiéndose rápidamente con una sonrisa lasciva - nos vemos cuando se vayan, my Lord.
-No hace falta, ya nos íbamos, no los interrumpimos más -con una voz sepulcral Solanche, estaba destrozada, no se esperaba encontrarlo así.
-Creí que estabas muerta Solanche, creí que ya no te vería nunca - tratando de acercarse a ella, para acariciarle el rostro.
-Te tengo noticias, lo estoy - alejándolo, cuando los secuaces de Marshall se iban a acercar a ellos, Solanche se puso en posición de ataque, sacando sus colmillos gruñendo.
-Okey vámonos Solanche, sabes que no conviene una pelea aquí - decía Nathaniel, antes de que la tensión del ambiente se reventara tomó a la pelirroja de la cintura y la echo al hombro saliendo de aquella habitación a velocidad vampirica.
-¡Nathaniel! - gritaba al chica molesta, en el hombro del vampiro, quería regresar y ver sangre, estaba lastimada sentimentalmente, decepcionada de Marshall, hasta que dejó de resistirse y dejando caer su peso en el hombro de su amigo.
Había peleado por lo que sentía por el azabache, contra sus hermanos, su manada, Greta, Dereck todos... si pudiera, ya estaría llorando en el hombro de Nathaniel.
-Síganlos- decía Marshall sin quitarse de la mente a su pelirroja, se pasó las manos por el cabello en señal de desesperación. "Tengo que verla" con ese pensamiento el mismo salió a buscar a la chica, esa vampira atolondrada.
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Con sed de ti.
WerewolfToda la vida he estado oculta para mi manada "Red Moon" ser la última de la descendía del Alpha Terrance Morgan, murió meses después de que yo nací en batalla. Tengo 20 años, fui la última de 2 hermanos Aaron y Sander, el Alpha y Beta de la manada...