Con sed de ti.

Capítulo 18

Narra Sol
Abro los ojos, estaba en mi cama, en el departamento, eran las 8 am ¿todo eso fue un sueño? "Fue tan real..."me levanté y veo mi disfraz de Mary Jane en el cesto de la ropa sucia, me sonrojé inmediatamente "Si fue real ¿dónde está?"

-No se me olvida traerte tu pastel- decía Dimitri dándome un beso en la mejilla, mi pastel de cumpleaños ya estaba a la mitad- buenos días hermosa.

-Sabes que no es necesario, pero te agradezco el gesto Dim-dándole un abrazo - ¿tenemos misión, verdad? - al ver las espadas y todo en la mesa.

-Te dije que ibas a tener los fines de semana ocupados, iremos a España-con una sonrisa - de misión.

-Sabes que me agrada acompañarte a quedarme aquí sola sin hacer nada, vamos - con una sonrisa, era la ventaja de que Dimitri es piloto.

Llegamos en 7 horas a España, era media tarde -ahora si me puedes decir ¿de que trata la misión?

-Unos vampiros que quieren territorios, con cuidado Ma Rouge, sabes que no podré cuidarte y pelear con los vampiros al mismo tiempo.

-No necesito que me cuides Dimitri, yo puedo hacerlo sola - vi como se reía por debajo, rodé los ojos y caminaba por las calles de España, específicamente Madrid admirando todo, tomando fotos.

Dimitri rentó una motocicleta, la tribu de vampiros estaba peleando por territorio con una manada de lobos.

-Es hora que pongas en practica ese "don"- bajándose de la moto, asentí aturdida.

-No es un don, es algo más Dimitri - murmuro mientras caminaba a lado de él, llegar a la aldea de lobos era aún más peligroso por los caminos rocosos, nos ponemos abajo de unas rocas grandes observaba a varios vampiros peleando con varios lobos.

-Tu vas con los 3 de la derecha y yo con los de la izquierda, los lobos necesitan ayuda.

Asentí, la espada que tenía guardada en mi porta planos que traje para disimular mi arma.

Entré a la pelea liberando a algunos lobos que tenía apresado un vampiro.

-Una humana- decía aquel ser con un acento extraño -un placer deleitarme con un pequeño bocadillo.

Alce la ceja, comenzando a pelear con él -¿Me estás diciendo enana? Agáchate y dímelo en la cara- en eso veo un trio de lobos que conocía, tres que me veían sin creer que estuviera ahí, eran Aaron, Sander y Kyliean. "¿Qué hacen aquí?" Querían intervenir conmigo, pero estaban demasiado ocupados con los otros vampiros.

El vampiro me elevo en los aires y me tiro a la tierra -como digas enana -conecte miradas con el vampiro, algo mareada me levanté y volví a sentir esa energía, ese peligro que en mi ser encendía algo.

Lo tenía al vampiro, comencé a encerrarlo con unos movimientos distintos a la de los demonios.

<Lo estamos haciendo Sol> me animaba Zira en mi mente, cuando vi que el vampiro cayó gritando, ante la mirada de esos tres lobos, saque mi espada del portaplanos encajándola en el pecho del vampiro, el cual se redujo en cenizas.

Estaba demostrándole a Aaron que no era más una niñita, Dios hace tanto que quería hacer esto, estaba teniendo una batalla con mis hermanos, estaba luchando con ellos.

Comencé a hacer círculo en la arena con mi espada, estaba dibujando unos símbolos, cuando escuché a un vampiro murmurar.

-Maldita mataste a Francis -venia hacía mi, en eso Kylean aprovecha para lanzársele y arrancarle la cabeza, me ha salvado, le sonreí al lobo rojizo.

-Tráiganlos aquí-le decía a Kylean que observaba en el piso lo que había hecho y asintió.

De pronto me dolió el abdomen, había caído en un montón de espinas hace rato cuando le lanzó ese vampiro.

"No por favor, que no sea lo que estoy pensando" al sentir la blusa mojada, si era sangre.

-Sangre - murmuraba el tercer de los nómadas con sus ojos rojos, que se acercó a mí a una velocidad vampirica, mi espada cayó al piso.

Mis hermanos estaban ayudando a Dimitri con los otros vampiros, Kylean también estaba ocupado con dos vampiros, sentía las heladas manos rodearme en una roca.

-Deliciosa sangre corriendo por tu cuerpo-tocándome las mejillas para después tomarme del cuello y elevándome un poco.

Tenía aún la cruz que me había regalado Dimitri, estaba sintiendo el calor en mi rostro y la falta de aire ya me estaba afectando, me quito el brazalete a como puedo y se lo lanzo en la cara.

Caí al piso y tomé mi espada, para cortarme un poco la mano haciendo un camino al círculo de arena.

-Se lo que quieres -le decía al vampiro con la cara quemada por causa de ese brazalete de con la cruz -ven por la sangre - mis ojos estaban amarillos y las manos estaban totalmente llenas de sangre.

Cuando el vampiro toco el círculo de arena que hice, cayó al piso, suspiré al ver cómo Sander le arrancó la cabeza.

Mi loba estaba platicando con Milo, el lobo interior de Sander, una vez que la manada que reside en estaba a salvo, estábamos Dimitri y yo esperando a que mis hermanos terminaran su charla diplomática con los Alphas y otros miembros importantes.

-Fuiste valiente- murmuraba Dimitri poniéndome de nuevo el brazalete en la muñeca derecha.

Veía a Sander convertirse en humano, junto con Aaron y Kylean que solo me miraba de arriba abajo. Esperaba un gesto de sorpresa o orgullo de mi hermano mayor, pero su mirada severa, cruda fue a dar a Dimitri.

-¿Por qué la metiste en tu mundo? Te pedí específicamente que solamente la cuidaras - le reclamaba Aaron a Dimitri, un segundo.

-Ella tiene algo que puede ayudar en mi mundo y sería muy egoísta de mi parte sino la invito a unirse a él, tu hermana sabe cuidarse sola.

-¡Se conocían! - murmuro impactada - ¿esto fue planeado?

-¿enserio creíste que iba a dejar a mi hermanita sola en un país desconocido? ¿Me crees un hermano irresponsable? Claro que no.

-Sol tienes que escucharme - era Dimitri tratando de acercarse a mí.

-No, no, no quiero escucharte Dimitri -estaba como paranoica - sabias lo que significaba para mi, el poder crecer sin mis hermanos, el hacer mi vida -Choque con Kylean y este me acariciaba los hombros - Te aprovechaste de eso para acercarte a mí.

-Tranquila Solanche - murmuraba Kylean tratando de calmarme en vano, suspire entrecortadamente.

-¿Por qué quieren controlar mi vida? Hasta lejos me manejan, toda la vida he estado bajo tus órdenes Aaron, entiéndeme, no la controles.

Guardo mi espada en el portaplanos y me voy sola por ese camino que ya había recorrido con Dimitri, cuando estuve lejos de ellos.

-¡AHHHHHHH! -gritaba mientras lágrimas salían violentamente de mi rostro "¿Por qué? Maldita sea no puedo tener control en mi vida" para el colmo, no pude enorgullecer a Aaron, seguiré siendo la sombra de los Morgan.

Sentí unos brazos rodearme y estrecharme, suspire reconociendo esos brazos.

-Desahógate todo lo que quieras Solanche - decía Marshall en mi oído abrazándome fuertemente.

-Marshall dime por favor que tú si eres algo real en mi vida, que si estás aquí conmigo porque quieres y no porque mi hermano te impuso estar - murmuraba con el corazón en la mano, no podía con esto.

-¿Crees que yo he hablado con Aaron? - alzando la ceja- por supuesto que no, estoy aquí porque me interesas y mucho Solanche, formas parte de mí de una u otra manera.

-Te quiero Marshall.

-Te quiero más de lo que imaginas, Solanche.