Capítulo 11

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Narrador omnisciente
-No te podías quedar encerrada Sol, actuabas como una paranoica con delirio de persecución - decía Angy mientras seguían manejando en la carretera, le faltaban 70 kilómetros para llegar a la playa.

La pelirroja solo miraba los paisajes de la carretera, no era para menos lo que había pasado ese día, le había dejado estragos.

-Deja de psicoanalizarme, psicología - alce la ceja divertida.

-¿Ya nos vamos a llevar así, arquitecta? - ambas se rieron - Tu hermano Sander me mando mensaje, dice que te regrese mañana en la noche.

-¿Desde cuando se mandan mensajes mi hermano y tú? - Las mejillas de Angy, se tornaron rojas - ¿te voy a tener que llamar cuñada?

-No digas tonterías Sol -subiéndole el volumen a la música, las dos chicas iban a una fiesta que iba a ofrecer la fraternidad de Angy.

Mientras tanto en la playa.

-Les dije que no me gusta el mar y ustedes trayéndome - enojada la señora Delire, la abuela de Andrea Delire.

-Se va a divertir abueli-suegra - decía Evan Decanini bajando una hielera de su auto, mientras que su novia sacaba el canasto de comida.

-Ademas tú dijiste que tenías que estar en la playa abuela - mientras ponía una sombrilla en la arena y unas sillas.

-No me acordaba que la playa era tan - mueca de asco - así - quitándose sus zapatos que tenían arena - me vas a ir preparando esta posición Andy querida.

Media hora más tarde, las chicas habían llegado a la playa.

-Tenia rato que no venía a la playa Angy, gracias - mientras se acostaba en el camastro que habían sacado del Jeep.

-Sabes que siempre venir a este tipo de aventuras con mi mejor amiga - decía poniéndose los lentes de sol - estando tu en Paris y yo aquí, Skype se queda corto con los momentos que nos faltan, acuérdate que a las 7 nos vamos a la fiesta.

En eso una señora, se acerca a ellas con una sonrisa -Solanche Morgan y Angy Carther al fin las conozco, soy Adelaida Delire.

-¿De dónde nos conoce Adelaida? - pregunto Sol quitándose los lentes de sol, mientras que Angy la miraba desconfiada.

-Soy bruja, querida -con una sonrisa, Sol se queda atónita mientras que veía a su mejor amiga de reojo, preocupada - No te apures, ella ya sabe de la existencia de lobos, vampiros y tú condición. Digamos que es muy cercana a tu hermano Sander.

-La verdad si Sol, yo ya sabía de la manada, de lo que te pasó - murmuraba toda roja Angy, mirando a la señora Adelaida incrédula y curiosa.

-¿Y hasta ahorita me lo dices? - preguntaba Sol su amiga no se iba a escapar del buen interrogatorio que le iba a hacer más de rato.  -Un gusto Adelaida - dándole la mano -¿Qué es lo que te trajo a nosotras?

Adelaida tomando la mano de la chica, observó ciertas marcas en sus muñecas -¿Sabes que te ocurrió aquí?

-Me caí de la bicicleta cuando tenía como 16 ¿por qué? -Adelaida suspiro "pobre niña" le tomó ambas manos, por suerte la playa esta semi vacía -Te invito a caminar un poco por la playa Solanche.

-Si ve, por mientras yo haré la comida Sol.

Cuando emprendieron camino en la orilla Del Mar, sintiendo las olas llegar a sus pies.
-Te voy a decir algo muy delicado quiero que me prestes toda la atención posible -Sol asintió- No te caíste de la bicicleta, modificaron la memoria, querida niña y estás son las marcas del hechizo, tenían que ser muy fuertes por eso se quedaron en tu piel.

-¿Qué? -murmuro Sol -seguramente fue cuando estaba pequeña y ese demonio mató a mi lob -La interrumpió.

-No, no, es otra cosa muy distinta a eso, esto te ocurrió de grande -la ve a los ojos - se lo que se siente no tener las respuestas Solanche, déjame ayudarte.

-De acuerdo - murmuro la pelirroja - Pero ¿por qué me borraron la memoria?

-Realmente nunca se sabe con qué finalidad se mandan a hacer este tipo de hechizos, lo único que causan es sufrimiento a la persona afectada en lugar de un bien mayor.

Ambas llegaron a un lugar que Evan había preparado para la abuela de su novia, justo como Adelaida le había pedido dos troncos de madera, una fogata, con el Sol de espaldas y la pócima que Andrea había hecho.

-Si ayúdame por favor, no quiero vivir más con esto, cada día descubro más cosas - decía Sol sentándose en el tronco - y estoy harta.

-Bien, como sabes que el hechizo está en tu piel, tendré que anular esa marca - murmuraba - No te preocupes, mi nieta y su novio es doctor y pude quitarles esto -anestesia en gel - tendré que hacer una contramarca una línea atravesada en esas marcas -suspira - parece que se hicieron al rojo vivo, así que tendré que hacer la contra marca

-Esta bien - murmuraba Sol pensando en que después tendrá que maquillar esas marcas o usar blusas de manga larga, para que no levanten sospechas - confió en ti Adelaida.

-Bebe esto primero - le da la poción- No sabe bueno, pero es el primer paso -la pelirroja toma el brebaje, no era lo mas rico que ha probado, pero se lo tomó todo.

Mientras que Adelaida desinfectaba el área donde estaba la marca, tomó uno de las varas que estaban en el fuego, le aplicó la anestesia local - ¿Lista? - Solanche asintió cerrando los ojos.

Sintió el hierro quemarle en su piel, sintió algo de dolor, como si de un golpe en la boca del estómago se tratara, empezaron a venirle imágenes.

INICIO DEL FLASH BACK

-¡Marshall! - decía la pequeña Sol de 8 levantándose de la cama, para acercarse.

-No deberías estar ya dormida, ¿mi pequeña Solanche? - murmuraba el aludido cargando a la nena, se podía apreciar sus enormes alas blancas, su mirada celeste, ese cabello azabache que lucia despeinado.

El ángel la miraba con tanto cariño.

-No, porque te estaba esperando a que vinieras - decía La Niña con una sonrisa -Me habías dicho que ibas a venir en la noche a verme y no iba a perderme la oportunidad de verte

FIN DEL FLASH BACK

INICIO DEL FLASH BACK

-Sabia que te iba a encontrar aquí - el ángel llego a lado de la chica, con una sonrisa - Feliz cumpleaños número 16, hermosa - murmuraba abrazándola por la cintura.

Solanche estaba toda roja nerviosa y se ríe - Muchas gracias Marshall - mirandolo a los ojos tratando de no perderse en sus ojos.

Ambos se quedaron contemplando el cielo estrellado, arriba del techo de la casa de los Morgan.

-Te traje algo, los humanos acostumbran a dar obsequios cuando cumplen años-Marshall con una sonrisa - No es mucho, pero me gusto para ti.

El ángel le dio un beso en la mejilla entregándole una gargantilla con un cuarzo morado.

-No me lo voy a quitar nunca Marshall - con una sonrisa.

-Te quiero tanto Solanche -murmuraba el ángel abrazándola refugiándose en el cuello de la chica sintiendo la esencia de ella.

FIN DEL FLASH BACK

Lágrimas comenzaron a surcar por sus mejillas, Kyliean nunca estuvo con ella, era él, Marshall.

Ahora sabe quien fue el que la había salvado, el porque ya no tenía sus alas seguía siendo un enigma, pero era él, la había salvado después de tanto tiempo de aquellos demonios.

Se maldecía internamente por haberle lanzado el collar morado a Kyile en un ataque de enojo, creyendo estúpidamente que él se lo había regalado, antes de irse a Francia.

-Tengo que volver a verlo-llorando tratando de contener esta angustia que la desbordaba - tengo que recuperar ese collar.

-No te atormentes así querida - decía abrazándola Adelaida.

Con sed de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora