Capítulo 34

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Narra Solanche
La oficina de la lider, era un cuarto enorme con un montón de estanterías repletas de libros, Dereck me había aconsejado pasearme por los estantes de libros, ya que eso hacia la líder.

Entonces vi un libro que realmente me llamó la atención "Athikus" lo tome con cuidado, lo primero que observé es un mapa del mundo plasmado en las primeras dos paginas, tenían una marca que sobresalía en ciertos continentes formando una línea perpendicular en medio del globo terráqueo.

Este libro parecía un diario escrito a mano, así que comencé a leerlo tranquilamente.

Tener tanto tiempo vagando por este planeta, me dio el tiempo de conocer un poco al planeta tierra y al planeta "Athikus" te preguntarás "¿Qué es el planeta Athikus?" Bien cuando el universo creo la Tierra al mismo tiempo se creaba el planeta Athikus. Estos "gemelos" tuvieron una conexión a pesar de ser de galaxias distintas. Se crearon portales que conectaba ambos mundos.

Las primeras expediciones de tropas celestiales que mande, pudieron notar que si había vida en Athikus, pero no era la misma que en el planeta tierra, un estilo de vida las feroz que en la tierra en su momento.

Los arcángeles pudieron notar la codicia y ambición de las feroces criaturas del otro planeta, sin embargo, existían algunas especies que no tenían esa maldad en su interior.

Desde ese momento que supe que las criaturas querían atravesar portales para estar en la Tierra, supe que tenía que vigilar los portales de ambos planetas, fui el primer arcángel que renunció a la ciudad celestial, para convertirme en lo que llame "terrenal" tiempo después me di cuenta que necesitaba más ayuda, por lo que convoqué a más ángeles y/o arcángeles, cualquier ayuda era buena.

Con el tiempo, me di cuenta que nosotros no teníamos los suficientes conocimientos para sobrevivir a la tierra ya que habíamos vivido toda la vida en la ciudad celestial, necesitamos de nuestros "guardianes" que son seres humanos que son llamados por nosotros, los cuales tienen una cualidad, un corazón limpio.

Al principio no fuimos perfectos, algunas criaturas lograron salir... hombres lobo, vampiros y seres de magia lograron salir con el propósito de dominar, pero al momento de mezclarse con los seres de este planeta.

Logramos contener a los hombre lobo, vampiros y este tipo de seres, los verdaderos seres de Athikus y acabar con ellos. Más su descendencia nacieron sin ese tipo de maldad en su ser, de ahí se instauraron las manadas de hombres lobo, nómadas vampiros y algunas brujas.

Los terrenales nos comprometimos con vigilarlos y evitar que más especies quieran salir del planeta Athikus.

Me quedé estática tras leer esto, el libro cayó al piso y me senté en el escritorio de la líder.

-¿Se encuentra bien, líder? - pregunto uno de los guardias.

-Si, continúen con su trabajo - tomando algo de té.

Narra Marshall

Suspire al sentir como retiraba su espada de mi cuello.

-Tengo todo el tiempo del mundo, al cabo me están suplantando en la oficina - me preocupe de inmediato - tranquilo, la chica esta bien.

-¿Usted sabía que Raguel era mi padre? - con curiosidad, ella asintió y me senté en el piso enfrente de ella - ¿Por qué no me lo dijo?

-Eso debió de habértelo dicho Raguel - suspiro, le empiezo a contar todo lo que había pasado conmigo en estos años.

La líder tenía una postura seria y tranquila todo el tiempo que le conté- igual yo ya tenía mis dudas con Raguel, el fue uno de los primeros arcángeles que fue a Athikus.

Suspiro y asiento, claro que había escuchado de ese planeta, mi madre me contaba historias de ahí.

-Tenia la sospecha que una de las criaturas de ese planeta, logró implantarse en él o le sembró esa maldad en su corazón, ya que no existen ángeles con ese tipo de capacidad de matar a un ser vivo o lastimar a una persona inocente.

Tomo la energía de Conah que tenía en mis manos - con esto ya tengo suficiente para levantar un boletín contra Raguel, ya es hora de que pague sus crímenes, lo que le hizo a Conah, Karin y sobretodo a ti, acusó a su propio hijo y te arrancaron las alas injustamente.

La líder acarició mi mejilla de modo maternal y suspire, no podía creer que me estuviera escuchando y creyendo.

En eso alguien abrió la puerta, era Dereck que al ver a la líder, se cuadro.

-Señor Weisz, sabia que usted se pondría del lado correcto, ahora entiendo porque Karin lo eligió a usted como su sucesor.

En eso abre la puerta otra persona, era mi pelirroja favorita, que venía alterada, su respiración estaba acelerada, ya la plegaria no le hacia efecto, ya que estaba frente a ella la líder.

-Encontré esto de la oficina vacía de Raguel - sacando dos plumas, eran de mis alas, la líder se acercó a ella y tomo las dos alas.

-Gracias querida, ahora veré que puedo hacer con esto - quitándole la tinta a esas dos plumas - todo el tiempo estuvieron en un escritorio, ahora entiendo porque te buscaba siempre, eras su títere.

Narrador omnisciente

El ángel de alas Rojas salía del edificio donde se encontraban todos los arcángeles, caminaba tranquilamente por la ciudad celestial, llegó a un lugar poco conocido, la parte antigua de la ciudad.

-Señores que esta revolución inicie ya - al ver al séquito que creía en él, que lo seguía ciegamente, porque los había convencido, habían aceptado la maldad en su corazón, de una manera indirecta con avaricia y rencor.

Ahí estaba una docena de ángeles con una sonrisa, se mantenían a la sombra esperando el momento para derrotar el sistema de la ciudad celestial.

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Quiero agradecer a todas por leer esta historia, ya casi estamos en la recta final de esta historia.

Me pongo nostálgica al saber que esta historia inicio en diciembre del 2017 cuando escribía "Mi mate, mi luna" no sabía que iba a extender este universo que cree. Quiero agradecer infinitamente a todos los lectores/ras que han tenido conmigo desde el primer libro.

Y pues como dice en la descripción de mi perfil "trabajando en más historias" estaré trabajando en más historias de este pequeño "mundo" que cree.

Con sed de ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora