Already Gone (5sos fanfic)

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Sídney, Australia, 20:23 pm*

La luz del día empezaba a desaparecer, abrazando la noche. Al igual que la tristeza de Calum, parecía disiparse por instantes cuando estaba con Dana. Sus manos entrelazadas las unas con las otras, él y ella compartieron sonrisas cómplices. Miró el teléfono. Al menos tenía tres llamadas de Ashton, cinco de Michael, una de Luke y quince mensajes del primero. Ella le miró, miraba por la ventana y no habían intercambiado más de dos palabras. Al llegar, los chicos se encontraban en el salón. Se oían gritos de alegría, parecía que estaba montando un fiesta. Entraron con rostros extrañados, al menos ella, porque Calum estaba sonriendo por primera vez en treinta días.

-¡Número uno!- gritaba Michael con una cámara entre las manos.

-¿¡Dónde estamos!?- le siguió Ashton moviendo la guitarra.

-¡Número uno!- respondió Luke con una copa de vino en la mano y alzándola. 

-¿Qué celebramos?- preguntó Calum entrando en el salón donde se encontraban. Los chicos seguían con sonrisas en la cara, Mike fue el primero en acercarse. 

-¡Youngblood es número uno! ¿Algo que decir míster Calum Hood?- acercó el objetivo de la cámara su cara, casi rozándole la nariz. 

-¿Qué? ¿Es en serio?- cuestionó con una sonrisa. A lo que Dana también mostró una sonrisa, estaba realmente feliz por ello. 

-Felicidades chicos, lo habéis conseguido- les felicitó ella chocando las manos con Ashton. 

-¡Hay más! ¡Friends está en el número dos!- dijo Michael chillando aún más fuerte.

-¿¡Qué!?- siguiéndole la corriente a Michael, necesitaban esto- ¿¡Dónde estamos¡?- preguntó.

-¡Número uno y número dos!- siguió Calum. 

La fiesta perduró durante casi toda la noche, el vino se fue acabó demasiado rápido. Dana no podía dejar de observarle con una sonrisa, como hacían bromas entre ellos y como por unos instantes volvían a ser aquéllos chicos que conoció en sus tiempos. Pero había otro que estaba llamando su atención...Luke. Decidió ir al baño, había bebido demasiado. Fue apoyándose en las paredes para no perder el equilibrio. Debería haber dejado que Ashton se tomara al última copa que se bebió. El recorría sus manos, las frotaba una con la otra lentamente y las miraba algo mareada. Un flashback le vino a la mente. "No debería haber besado a Luke en el backstage de San Diego", pensó mientras el sonido relajante empapaba su piel. Cerró los ojos, tomó una fuerte respiración. No debió hacerlo...era todo tan difícil. 

( . . . )

Flashback, San Diego, 00:05 pm*

Las luces ya se habían apagado, el concierto ya había acabado. Michael y Crystal se fueron juntos a pasar las últimas horas juntos por una temporada. Ashton dijo que tenía que ir a un sitio, había quedado con alguien pero no quiso decirnos. Se quedó Dana recogiendo las cosas que le quedaban en el vestidor. Luke apareció a su espalda, comiendo una manzana y con la ropa para marcharse. La miraba a través del cristal, igual que aquella vez. Sus ojos azules no le quitaban la vista de encima, como si intentara ponerla nerviosa. En poco días se encontrarían de nuevo con Calum después de lo que pasó en Londres. 

-¿No te vas?- le preguntó ella quitándose los restos de maquillaje.

-¿Tú?- contestó enigmáticamente.

-No lo sé, no sé si quiero volver al hotel hoy- dijo mientras ordenaba sus cosas con rabia y frustración, con un rostro enojado. 

-Pues no lo hagas, fácil- mordió sonoramente la manzana.

-Todo es fácil para ti ¿no?- se le calló algo al suelo, y se agachó a recogerlo. "Mierda", murmuró entre dientes.

-No fue culpa tuya lo que le pasó a Mali- cómo sabía lo que ella pensaba exactamente. 

-Sí, si lo fue...pero que más da, lo hecho...hecho está y no hay más remedio que seguir- otra cosa que se le cayó, a lo Luke se acercó muy deprisa para cogerlo y dárselo...o quizás no. 

-Eso mismo- dijo él jugando con ella, evitando que cogiera lo que se le había caído.

-Dámelo Luke, no estoy de humor- le pidió ella rodando los ojos. 

-¿A qué tanta prisa?- bromeó él girándose y alejándose.

-¡Luke! ¡Ven aquí!- exclamó yendo detrás de él, lo agarró de su espalda y subió encima de ella mientras intentaba alcanzarlo. Imposible, demasiado alto. 

-Ni hablar- sonrió victorioso al ver que Dana no alcanzaba. 

-¡Luke, ya basta!- dijo alzando la voz, que no la mano.

-Muy bien, tú lo has querido- movió bruscamente la espalda haciendo que ella se soltara, se dio media vuelta y la acorraló a un lado de los espejos del vestidor- Ten, cógelo- dijo dándoselo, Dana alzó las manos y lo agarró. Luke estaba muy pero que muy cerca. 

-Muchas gracias, ahora ¿Me dejas?- quiso saber tragando saliva. 

-¿No me digas que no tienes ganas de besarme desde hace días?- preguntó mordiéndose el labio de la manera más condenadamente sexy que podía. 

Se fue acercando poco a poco, ella no se alejó. Igual que aquella vez. Los labios de Luke chocaron suavemente contra los Dana, los movió con delicadeza. Ella le correspondió intensificando el beso, sus manos fueron a su rostro. El rubio apretó sus manos en la cintura de ella y puso sus piernas alrededor de él de un salto. La agarraba con fuerza contra la pared, para ayudar soportar el peso de sus cuerpos impactando en un apasionado intercambio de cariño. Él dispuso sus manos en el trasero, apretando con fuerza, a lo que Dana respondió con una gemido que Luke calló besándola. 

El temperatura empezaba a subir en aquella habitación, solo sus agitadas respiraciones se oían y hacían eco por toda el lugar. Caminó cargándola hasta ponerla encima de las mesas delante los espejos, acariciaba sus muslos de arriba a abajo sin dejar de mover sus labios sobre los de ella. Esto estaba yendo a otro sitio cuando movió sus manos hasta los primeros botones del vestido de Dana. Lo paró inmediatamente.

-¡No!- exclamó poniendo sus manos en el pecho de Luke, este subía y bajaba excitado.

-Dana...- dijo con la voz ronca, queriendo volver a darle un beso. Ella lo volvió a detener.

-No debería haberlo hecho, ahora vete- se puso de pie, y se alejó del rubio.

-¿Ahora piensas en Calum?- esa pregunta la hizo detenerse en seco, se dio media vuelta y plantó una bofetada. La marca de su mano quedó en la mejilla de Luke. 

-¡Ha perdido a su hermana! ¡Dios Luke! ¡Esto no debería estar ocurriendo! ¡Vete!- exclamó haciendo exageradas gesticulaciones. 

( . . . )

Entonces, en aquél momento, alguien abrió la puerta. Colocó su mano en la cintura de ella, pasándola acariciándola suavemente hasta ponerla en su abdomen. Enseguida supo de quién se trataba. Luke. Dana continuaba con los ojos cerrados. El seguía acariciándola tiernamente. Apoyó la cabeza en él hacia atrás. Lágrimas brotaron por sus rosadas mejillas.