Already Gone (5sos fanfic)

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Nota: algunos capítulos están escritos con el personaje del futuro, que habla de la historia como el pasado y hace una un introspección acerca de los eventos que se suceden.

Osaka, Japón, 1:12 am*

¿Por qué tuvo que hacer eso? ¿Por qué fue tan orgulloso? Hoy en día, Calum se sigue haciendo la misma pregunta. Por un lado, piensa que suponía que era el momento en el que lo vivió y que al ser tan impulsivo de joven le hizo hacer cosas que ya no haría. Cosas como tirar la toalla con alguien que amaba con todo su corazón. Con el punto de vista que tenía ahora, desde luego, hubiera hecho las cosas de otra manera. No se puede vivir en el "y si...". Y si hubiera ocurrido una cosa u otra, qué hubiera ocurrido si hubiera escogido una camino o el otro. Aunque, es inevitable que te surjan esa pregunta y que de alguna manera puedas llegar a culparte por los sucedido. Por otro lado, qué quizás había sido el tiempo y lugar, que el contexto no era el adecuado para que su historia se diera. Solo era cuestión de tiempo. Los cosas que hacemos, y las que no hacemos, componen lo que forman lo que somos en la actualidad. Si uno se siente orgulloso de quién es, siempre argumento que no cambiaría nada porque todo lo que ha hecho ha sido lo que le ha llevado ser uno mismo en la actualidad. El problema sucede cuando quizás no te estás acorde con lo que hiciste, piensas en la posibilidad de haber hechos las cosas diferente.

Aquella noche decidió apartarse de ella, no le correspondió y marcó distancia. Sus ojos la miraban, con desagrado hacia sí mismo. Dana no lo comprendía, jamás lo hizo y en aquella época estuvo durante mucho tiempo preguntándose que fue lo que ocurrió. Quizás si no hubiera estado tan apegada a Luke, si hubiera apoyado más a Calum tras la pérdida de su hermana y si lo que ocurrió aquella vez en Sídney no hubiera pasado. Y si, y si... Ella seguía enamorada de él aquél día y nunca dejó de amarle. No entendía como él, que había tenido tanto miedo de perderle, que la inseguridad le hizo preguntar si lo amaba y los celos le habían consumido en muchas ocasiones...se rendía con tanta facilidad. Se llegó a preguntar si simplemente fue un capricho, si fue impulsividad o estupidez. Cuando vio que los labios de él no se movían, que apartaba el rostro del suyo y formulaba un "lo siento" fue un puñalada directa en el corazón. Qué hubiera ocurrido si le hubiera insistido... ¿Hubiera sido cambiado en algo?

-¿Qué haces?- preguntó Dana sin pensarlo mucho, como un reflejo.

-Vete a tu habitación, no deberías estar aquí- ni siquiera se dignó a contestar la pregunta, en sus ojos encontró un vacío nunca visto.

-No pienso irme- se negó ella, mientras él se daba la vuelta y le giraba la cara- eh, mírame- le pidió indignada- mírame Calum- repitió cogiéndole de los hombros para que se diera la vuelta de nuevo, esto no iba a quedarse así.

-Dana, vete, no quiero que estés aquí- su voz era tan fría, tan distante. Ella no podía creerlo, la tristeza la alcanzó de la manera más brutal.

-Por favor...no nos hagas esto...- suplicó Dana con un gran nudo en la garganta, con sus manos a cada lado del rostro de lo que pensaba que aún era la persona con la que quería estar.

Apretó sus manos contra su rostro, y juntó sus labios de nuevo con los de Calum. Ambos cerraron los ojos con fuerza, como si supieran que iban a separarse por tiempo indefinido. Por unos instantes de debilidad, él la beso de vuelta. Sus bocas se rozaban con miedo, con una pasión medida. Las manos se juntaban en la cintura, sus cuerpos se tocaron deseosos de que el tiempo se detuviera en ese preciso momento. Dana lo fue empujando muy despacio, mientras seguían pegados y las lenguas empezaban a jugar de manera deliciosa. Calum chocó contra el mueble que sostenía la televisión, haciendo que esta temblara. Con la mano en la nuca, profundizó el beso para hacerlo más intenso. No podía ser que él quisiera romper con eso, con esa magia que les hacía sentir cuando estaban juntos.

Pero se volvió a alejar...

-He dicho que te vayas- ni si inmutó, parecía tan seguro y con una firmeza tan aplastante que dolía. Cómo un baño bajo el hielo.

-No me lo creo- susurró frente con frente, sin poder abrir los ojos. No quería ver lo que no se podía creer de ninguna de las formas.

-¿El qué?- preguntó, ella sabía que Calum no quería hacer lo que estaba haciendo.

-Que seas así, después de todo y cada vez que me hacías quererte más- mostró una sonrisa nostálgica, resopló casi sin aliento.

-Siempre he sido así, no te me hagas la sorprendida- escupió enojado.

-Lo eras, pero habías cambiado y yo te lo he asegurado mil veces... Lo que tenemos es real- apretó sus manos, las sujetó. Consiguió que Calum vaciliara ligeramente, hacerle dudar.

-Quieres que lo sea, pero llevamos demasiado tiempo forzando algo que no es- explicó él, al fin conseguía que se abriera un poco.

-Una vez te pregunté porque alejabas a todo el mundo, creías y crees que no mereces ser amado por una razón que desconozco, es absurdo- no conseguía que la mirara, que tuviera el valor de hacerlo-...mírame a los ojos y dime que no me quieres, que quieres que me vaya- le agarró de ambas manos, besando sus manos y alzando la vista.

-No sigas, por favor...solo vete-le intentó evadir, pero Dana no se iba a rendir hasta obtener una respuesta clara y concisa.

-Me dices eso porque no quieres que me vaya, porque...me amas...¿No?- le tembló la voz, ahora era ella a quién le surgieron las dudas.

-Te amo...pero no quiero hacerte daño- dijo sin más, seguía sin responder. Como si estuviera pensando muy bien lo que quería decir, pero estuviera haciendo tiempo para decirlo.

-¿Y eso se supone qué quiere decir eso?- le cuestionó, le estaba costando sacarle las palabras. Como si tuviera de tirar de una acuerda para que al fin se rindiera y soltara prenda.

-Vete con Luke y déjame en paz- espetó con rabia, Dana cada vez lo entendía menos.

-¿Esto es por él?- quiso saber decepcionada, a este punto ya no sabía qué esperar.

-No, no es por eso, quiero que te vayas ahora mismo- sonaba tan ensayado, pero ella se lo creyó de inmediato. Se quitó bruscamente, con cara de desaprobación y completamente disgustada. Era ver para creer.

-Dijiste que lo habías superado, me dijiste que todo estaba bien- le recordó. Omitiendo el beso que se dio con el rubio en San Diego.

-Ya no somos las mismas personas- sentenció rompiéndose por dentro.

-Ahora lo veo...- retenía las lágrimas, no quería llorar.

-Debemos seguir caminos separados- sentenció. Claro y conciso.

"Muy bien, como quieras", dijo ella con un hilo de voz. Calum parecía que queria decir algo, sabía que lo había jodido todo. Alzó la vista, como queriendo retractarse de lo que habia hecho... Pero el daño ya estaba ocasionado. Por más que la miraba, solo veía un juguete roto. Veía a través de sus ojos, como el corazón que sentía dejaba de latir. Como la mujer que amaba respiraba sin aire, se lo había quitado por puro egoísmo. Por no afrontar la realidad, había tomando una decisión.

-Esto lo has decidido tú solo y espero que sepas lo que haces, adiós Calum- era lo más coherente que se podía decir ante esta situación.

"Adiós Dana", oyó que decía antes de dar un portazo al salir, Calum cerró los ojos dando un pequeño sobresalto. Qué estúpido. Qué orgulloso. Lo había arruinado todo, todo aquello que tanto les había costado construir. Aquel equilibrio se había ido desestabilizando hasta que él inclinó la balanza de manera definitiva en tan solo unas pocas palabras. No se podía decir que Dana no lo hubiera intentado. Que se sintiera valorado, querido y arropado. Él había decidido que no era así, solo había hecho aumentar el torbellino de acontecimientos que se agolpaban sobre una tumba de pura desesperación. Se contuvo lo que pudo, lo hizo hasta llegar a su habitación, solitaria. Explotó al mismo momento que se dejó caer encima de la cama. Sus manos arrugaban las sábanas. Nadie podía consolarla, era un mar de lágrimas. Una detrás de otra, parecía que el destino no le daba un momento de paz.

¿Por qué era tan injusto?

El único resultado que habían obtenido eran dos corazones rotos.