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1 semana después...

Auckland, Nueva Zelanda, 9: 24 am*

Nunca debes dar nada por supuesto, ya sea porque te favorece como porque piensas que algo se va producir sin lugar a dudas. Dana daba por hecho que Luke había vuelto a caer en la oscuridad, como antes hemos dicho. Quizás así era, pero en su totalidad.  Una briza de esperanza en el rubio de ojos azules, le hacía creer que aún tenía salvación. Tenía que aceptar, como Calum lo hubiera hecho y pensar que su momento aún estaba por llegar. Lo que le hacía creer más que nada, era el hecho de que ella se había quedado para cuidarlo en el hospital mientras los otros se habían ido a Australia. Se acomodó en su cama, le molestaban bastante las vías de suero pero tenía que soportarlo. Solo faltaba un día, y es que hoy le habían dicho que en unas horas le darían el alta. 

Entrando en ese momento en el hospital estaba Dana, con el paso acelerado y acomodándose el cabello que se le acoplaba en el rostro a causa del aire. Se había cansado de comprar cosas en la cafetería y pensó en ir a una pastelería cercana, que justo se encontraba enfrente. "Hola guapa, ¿Nos traes algo?", preguntó la enfermera de la entrada con una sonrisa. "No, es para Luke pero este pastel de zanahoria es para ti", le contestó dándole una porción. "Mi favorito, eres un cielo de persona Elisa. Gracias", dijo de vuelta. Después de siete días durmiendo junto al rubio, había hecho que trabar una amistad con el personal médico de allí. Camino a paso decidido a la habitación, la número 126. Miró a través de la rejilla de la ventanilla que había en el exterior, vio como Luke cogía la cuchara e iba dándole vueltas a su yogur sin muchas ganas. 

-Buenos días, dormilón- le saludó alzando las bolsas de la compra en la pastelería. 

-Eh- dijo de vuelta con media sonrisa.

-¿Cómo te sientes?- le preguntó sacando unas bolsas. 

-Mucho mejor ¿Qué has comprado?- quiso saber con un tono cansado pero tierno.

-Hay crossiants normales y de chocolate ¿Cuáles prefieres?- le dijo colocándolos encima de la bandeja plegable que tenía Luke en su falda.

-Ya sabes la respuesta- respondió con una amplia sonrisa, a lo que ella no pudo evitar hacer lo mismo. Adoraba verle feliz. 

-Ok, pues los normales para ti y los de chocolate para mi- dijo cogiendo los suyos y dejando los otros. Se sentó en los sofás y sacó el café de una de las bolsas. 

-¿Has hablado con los chicos?- preguntó dándole un mordisco a un croissant. 

-Sí, bueno, algo...Más con Ashton- respondió bajando la vista, le hecho un buen trago al café. 

-¿Y Calum?- al oír ese nombre de la boca del rubio, retrajo las piernas levemente.

-No sé...la verdad, ni idea, no quiere hablarme y me ha dejado varios mensajes en leído- miró el teléfono. Cero llamadas y mensajes de Calum. Cinco mensajes de Michael. Dos llamadas y tres mensajes de Ashton. 

-¿Otra vez?- no pudo evitar preguntar con una corta risa. 

-Parece que no fue tan buena idea volver a estar juntos...- confesó entristecida, movía su bebida con movimientos circulares y la mirada fija en esta.

-Exacto, pésima idea- comentó con la boca medio llena. 

-¿Quién te ha preguntado? No eres el más adecuado para darme consejos- dijo Dana al levantar la vista y alzar las cejas. 

-Cal siempre ha sido muy orgulloso, ahora parece que también celoso, eres la única persona que se ha quedado conmigo todos los días- Luke otro buen mordisco al crossiant, y se cogió otro- eres fabulosa por traerme esto, estoy en el paraíso-. 

-De nada, la verdad es que yo también estaba harta de la comida de hospital...quizás tendré que hablar con él cuando lleguemos- añadió incómoda.

-¿Qué le dirás?- cuestionó el rubio, con un tono inocente. 

-Calum y yo llevamos más de medio año juntos... la mayor parte del tiempo, los dos hemos estado "mal" emocionalmente...creo, que nos hemos equivocado en el momento y el lugar, quizás tenía razón él cuando decía que teníamos que ir por caminos separados- explicó mientras acababa su café. 

-Deberías llamarle, habla con él antes de arrepentirte- dijo Luke, a lo que Dana le miró incrédula. 

-¿Quién eres y que has hecho con Luke?- preguntó riéndose. 

-Créeme cuando te digo que lo que pasó conmigo no tiene nada que ver con que hayas vuelto con Calum, cuando decía que quería que fueras feliz era verdad- ante tales palabras, ella se quedó estupefacta. 

-Yo pensaba...- pero antes de que pudiera continuar, Luke le interrumpió.

-Yo tenía adicción a las drogas y jugaba con mi vida antes de que vinieras, tú no tienes nada que ver y no quiero que jamás te culpes por eso- Dana se quedó muda, no sabía que decirle. Estaba muy sorprendida.

-Oh Luke, lo siento mucho, siento no haberte ayudado- se disculpó sentándose en la cama y posando sus manos sobre las suyas. 

-Para nada, eres la única persona que ha hecho todo por mi y te lo agradezco muchísimo, nadie ha apostado nada nunca por mi y tú te has lanzado sin dudar- dijo colocando su mano en la mejilla de ella, mientras las yemas de sus dedos le acariciaban suavemente- y por eso te quiero Dana, te amo...- ella se estremeció, un ligero hormigueo apareció en su estómago. 

-Lo sé- dijo con los ojos humedecidos y media sonrisa- yo también te quiero- se miraron a los ojos, él desvió su mirada a los labios de ella y luego volvía a mirarle fijamente.

-¿A qué esperamos?- preguntó Luke de manera retórica, sabiendo que no iba a obtener ningún tipo de respuesta. 

El tira y afloja de ambos había estado presente durante semanas. Y es que, si la insistencia de Luke no había hecho efecto era porque Dana no lo había querido así. Sin embargo, el miedo que había pasado aquella noche...lo cambió todo. El solo hecho de pensar que el rubio podía dejar este mundo, le resultó insoportable. No podía ni imaginarlo. Fue la peor noche de su vida, lo sostuvo entre los brazos y veía como la vida del chico que amaba se escapaba delante suyo sin poder hacer absolutamente nada. Fue la señal definitiva. La señal de que los destinos se habían cruzado irremediablemente con las de él. Algo que estaba fuera de su control. "Calum", ese nombre cruzó su mente y se apartó. 

-No podemos hacer esto, no aún- se alejó, puso sus manos en el pecho de él. 

-Lo que quieras, sabes que yo siempre te he dicho que yo nunca haré nada que no quieras hacer y que siempre estaré por ti- dijo agarrando su mano. 

Como una estrella fugaz, sus corazones estaban en harmonía y sus almas deseaban estar juntas. 







Already Gone (5sos fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora