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Sídney, Australia, 8:20 pm*

La vida se divide en etapas, cada uno ellas se puede concretar un día del principio y otro del final. Sin embargo, todas tenían algo en común y es que cada una ha derivado a la otra a través de un evento importante. Ya sea por un hecho del cuál hemos sido plenamente conscientes, como de aquellos que han pasado sin más. Había la etapa del inicio del tormenta, de la calma junto a Calum y la de la muerte Mali en Londres. Para Dana, todas tenían un denominador persistente en cada una de ellas, Luke. Todo empezaba y acababa con él. Aquella noche no había podido dormir, había dado vueltas sin parar y con la mirada había perdido habría contemplado las horas pasar. Rayos de sol entraron por la ventana, Calum y Michael ya se habían ido para la entrevista bien temprano sin ni siquiera avisarle. Fingió estar dormida porque no tenía muchas ganas de hablar con él. Estiró todo su cuerpo, como una forma de desperezarse y levantarse de la cama.

Caminó por el pasillo, como arrastrando los pies para el baño y teléfono en mano miró los mensajes que le habían dejado. Curiosamente el acosador se había mantenido en silencio durante aquel mes. "Estamos en la entrevista amor, me ha dado pena despertarte. Nos vemos al a vuelta", le envió Calum. "Me he ido a desayunar fuera, no quedan cereales", le envió Ashton. Lo que significaba que...ella y Luke estaban solos en casa. "Fantástico", pensó con ironía. Resopló con los ojos cerrados, recordando los labios del rubio recorriendo su cuello y su ronca voz susurrándole al oído. Se fue el baño, se echó algo de agua en el rostro y con las manos apoyadas en la encimera se miró al espejo. Las ojeras eran notables. Decidió ir a despertar a la única persona que se encontraba en casa, además de ella. La puerta se encontraba medio abierta, colocó su mano en esta y le empujó lentamente. La imagen era ver para no creer. Con una sábana que el cubría una pierna si, pero la otra no. Todo lo que se veía estaba sin ropa, así que no sabía si estaba desnudo o no. 

Sigilosamente se fue acercando a él, sentándose disimuladamente en la cama. La verdad es que era un ángel cuando dormía. Estaba dormido cabeza arriba, con una brazo por debajo de la almohada y el otro encima de su abdomen. La pierna que estaba fuera de la tela estaba flexionada, parecía incómodo. Se tumbó a su lado, medio incorporada con la cabeza encima de su mano y con la otra apartando algunos rizos dorados que le tapaban la cara. No pudo evitar sonreír hasta que...Luke se dio la vuelta bruscamente atrapándola bajo el brazo. "Te tengo y no te voy a dejar marchar", dijo con una hilo de voz adormilada. Dana se lo intentó sacar de encima, sin éxito. Su brazo pesaba demasiado. 

-Pesas como el demonio- se quejó Dana desistiendo de querer irse. 

-Buenos días...- susurró con una leve sonrisa.

-Ni buenos días ni buenas tardes, suéltame- dijo con un tono de resignación. 

-No quiero- renegó cómo niño pequeño. 

-Oh vamos, Luke, salte de encima- le pidió mientras el rubio de el ponía encima, la respiración se le aceleró de inmediato. 

-Ahora salgo, dame un segundo- al vio que ella se relajaba, se fue acercando poco a poco hasta que sus labios rozaban los suyos. 

-Tu aliento apesta, es asqueroso- comentó Dana con desagrado. 

-Hay confianza- añadió él, y cuando se dirigía a besarla...Dana apartó el rostro a un lado para evitarlo mientras Luke lo seguía intentando. 

-Ni hablar, no me vas a besar así- dijo ella sin darse cuenta de lo que acababa de decirle

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-Ni hablar, no me vas a besar así- dijo ella sin darse cuenta de lo que acababa de decirle. Luke se apartó, pero solo por unos instantes porque le agarró de la cintura y la cargó a peso encima de uno de sus hombros.

-Muy bien, pues, vamos a cambiar eso- comenzó a caminar mientras ella pataleaba como un pato bajo el agua y el rubio se dirigió al baño. 

-¡Bájame Luke! ¡Esto no tiene gracia!- exclama mientras le daba golpes en la espalda- ¿Qué haces?- preguntó viendo como Luke abría el grifo del agua. 

-Lavarme los dientes para poder besarte- contestó poniendo pasta en su cepilla, Dana tuvo que agarrarse como pudo por debajo de sus axilas para no caerse. 

-De eso ni hablar- se negó con rotundidad.

-Oh sí, solo espera un poco-afirmó con cierto sarcasmo. 

-Eres condenadamente alto, suéltame- le pidió por última, desde luego iba a rendirse. Le daban pánico las alturas y los sitios inestables, pero cuando se juntaban las dos cosas...

-¿Y dejarte que te escapes? Ni hablar- respondió aclarándose la boca. La agarró a volandas y le llevó por el pasillo de la casa, ella se agarraba a su cuello.

-Por favor...- le suplicó como última alternativa. La sentó encima de la encimera de la cocina, haciendo que las piernas de ella quedaran a cada lado de su cuerpo.

-Ya puedes irte ¿Porqué no lo haces?- dijo apartándose levemente.

-Me has destrozado la espalda Hemmings- lamentó arqueando la espalda.

-¿Te has pensado lo que te dije?- le preguntó acariciándole un mechó de pelo y colocando su mano por debajo de su rostro. 

-¿El qué?- respondió de vuelta, sabía perfectamente a que se refería. 

-No tiene importancia...- dijo sin más, depositando un beso en la frente de Dana. 

-¿Por qué no me besas? Habrías podido- señaló con el ceño fruncido.

-Cuando te des cuenta de que me quieres, vendrás a mi sin que yo te lo haya sugerido- ante esas palabras enmudeció ¿Era una afirmación o una declaración de intenciones?

-Ya claro...- murmuró mirando hacia otro lado- ¡No!- exclamó cuando Luke le volvió a cargar de nuevo.  

Ajenos a todo, ambos se comportaban como si no hubiera nada más en el mundo y actuaban inconscientes. Su relación había pasado por etapas, como hemos mencionado anteriormente. Esta la podríamos describir cómo la etapa del romance, de los primeros días. Sin darse cuenta, Dana estaba empezando a actuar como si fuera una hoja en blanco y como si todo lo pasado anteriormente hubiera sido solo un mal sueño. Por mucho que quisiera resistirse, Luke era superior a ella. La sujetó con fuerza, corriendo la gran puerta de cristal que llevaba a la piscina y se lanzó con ella en brazos. "¡Ah!", exclamó Dana antes de sumergirse en el agua. Aprovechó para salir a la superficie escupiendo el sobrante que le impedía respirar, tosió escasamente y se pasó la mano para la cara para poder ver un Luke sonriente. Nadó hacia ella, rodeando su cintura y acercándola casi rozando su nariz. 

-¿Qué hacéis chicos?- preguntó Ashton agachándose para mirarles. Dana apartó el rubio de un empujón- tenéis suerte que haya sido yo, no podéis hacerle esto a Calum-. 

-No seas así Ash, no estábamos haciendo nada- dijo sorprendiendo a Dana, quién la miraba incrédula.

-¿No la estabas intentando besar entonces?- le preguntó con ironía alzando una ceja.

-Ella no me deja- comentó mirándola con sonrisa burlona.

Already Gone (5sos fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora