Sídney, Australia, 10:20 am*
Qué fácil resulta olvidar aquello que nos desagrada, aquél empeño en hacer ver que no ha sucedido nada. Pretendiendo hacer creer que no es tan grave. Llega un momento en que tienes dos opciones. Finges o afrontas la verdad. En el caso de Dana, la segunda opción estaba fuera de discusión. Sabía que Calum no sería el mismo al día siguiente, pero prefirió omitir lo ocurrido en la cocina la noche anterior e intentar relajarse para lo que se le venía encima a la mañana siguiente. Después de romper en llano, el moreno pasó de sollozos a quedarse dormido en sus brazos. Era tan tierno y dulce, que le dio lástima moverse de posición. Incluso aunque le dolieran los brazos, se intentó acomodar como pudo. Tardó mucho más, pero al fin se quedó dormida. Cerró los ojos y pensó que al día siguiente vería el mismo Calum comprensivo, que podría explicarle todo con más calma. No había puesto la alarma del reloj, ya era de día. Le pesaban los párpados. Dios, no quería levantarse. Tendría que verle, y hablar de cosas. Que pereza. Se removió quejándose mientras hundía el rostro en el almohada. "Oh Dios, Calum", le vino a la mente pensando que lo tenía al lado.
Se giró. No había nadie.
Suspiró aliviada, cabeza arriba y con los brazos cruzados. En realidad no tenía nada en concreto que decirle, estaba en blanco. Escuchó ruido en el baño, estaría ahí. Volvió a cerrar los ojos, mejor sería pretender dormir. Quizás la segunda opción de enfrentarse... Podría dejarlo para otro día. Definitivamente era él, con los ojos medio abiertos pudo ver a un Calum con una toalla enrollada en la cintura mientras con la otra más pequeña se secaba el cabello. Parecía tranquilo. Quizás estaba de suerte. Sintió como el colchón se hundía, luego como dejaba de hacerlo. Notaba una presencia que estaba encima de ella, como Calum le hacia sombra. Algunas gotas de agua caían sobre su cara, no se inmutó para evitar que pensara que estaba despierta. No sirvió de mucho.
-Sé que estás despierta Dana, he visto como movías los ojos -dijo con una voz afable.
-Debería haberme ido- contestó avergonzada, se puso las manos delante de la boca.
-¿Por qué? Es nuestra habitación -afirmó extrañado. Más lo estaba ella ¿Cómo que "nuestra"? Hasta donde entendía ella, ayer noche habían roto oficialmente.
Calum parecía no saber nada.
-¿No te acuerdas? -le preguntó seria. Él seguía con cara de confusión.
-No tengo idea de qué estás hablando- formuló con una sonrisa en los labios, se acercó queriendo unir sus bocas en un beso. Le detuvo.
-Déjame -le pidió Dana apartándole mientras lo empujaba con ambas manos con una mueca de desaprobación. Esto no estaba bien. Lo había olvidado todo y ella tenía que ser clara.
-¿Algún problema?- seguía con esa sonrisa, esperando por una respuesta.
-Ayer rompimos Cal, solo me quedé porque me lo suplicaste... Estoy... Estoy con... -no pudo terminar. Al decir eso, se levantó bruscamente dejándolo a un lado de la cama.
"¿¡Qué!? ¡Dana, vuelve! ¿Con quién estás? ¿Qué ocurre?", pidió explicaciones a su espalda. Se tropezó y agarró ropa para intentar vestirse rápidamente. La llamaba, pero le ignoraba. Ella ya había dormido con la ropa de calle, no le resultó difícil salir corriendo de la habitación. Colgó su bolso sobre su hombro derecho y entre sus dedos deslizó la llave de la furgoneta. "¿Dónde vas?", cuestionó Michael al ver tenía tantas prisas.
-Me voy a desayunar- salió por la puerta sin previo aviso, a marcha ligera y con ninguna intención de pararse.
"¡Voy contigo!", añadió Michael para luego seguirla. El camino fue en silencio, tardó en el alcanzarla pero al final pudo hacerlo. Con la respiración entrecortada, intentaba recuperar el aliento. Pasó una cafetería tras otra, empezaba a preguntarse cuando iba a detenerse. Pareciera que quisiera alejarse de la casa lo más lejos posible. Algo había ocurrido con Calum, y no se sabe porque motivo también pensó en Luke. Aunque si ella no se lo decía, poco podia saber. Se paró en seco, casi choca con su espalda pero logra detenerse antes. Entra en la cafetería, la puerta por los pelos le da en la cara. La para con las manos, Daba actuaba como si él no estuviera allí.
Se sentó en una mesa del fondo y la camarera fue a preparar algo que había pedido. Michael pidió y señaló a la mesa para acomodarse delante de ella. Le dio un vuelco el corazón, se le aceleraba el pulso al contemplarla. Con el cabello algo alborotado, ni una pizca de maquillaje y con cara de pocos amigos. No estaba del mejor humor pero estaba bella como ninguna. Se había pedido un zumo de naranja con tostadas. Michael el segundo café de la mañana. Abrió el sobre de azúcar y empezó a darle vueltas la ardiente bebida mientras la soplaba para que tuviera una temperatura adecuada. La miraba alzando la vista, pero no tenía idea de como empezar la conversación. Carraspeó ruidosamente y puso la cuchara junto a la taza.
-No me gustaría meterme donde no me llaman, pero... No deberías irte sola a ningún sitio, no es seguro -comenzó a hablar y le dio un sorbo al aún amargo café- no lo digo con ánimo de ofender ni nada, sé que puedes con esto pero el tipo que nos sigue es peligroso-.
-No sé qué hacer Mike, estoy confundida- divagó con la mirada perdida sin un objetivo fijo.
-No creo que te pueda aconsejar si no me das más información -añadió acertadamente. Dana se bebió el zumo de un solo trago.
-Ayer rompí con Calum, pero como estaba borracho... Creo que no se acuerda de nada y ayer me acosté con Luke por fin, Calum parecía comprensivo y me dijo que me quedara con él a dormir... No tengo idea de que hacer- se pasó las manos por el cabello, nerviosa y desesperada. La situación la superaba.
-¿Te has acostado con Luke? -preguntó Michael con los abiertos como platos.
-De todo lo que he dicho te has quedado con eso -comentó con una sonrisa y con cierta cara divertida.
-Calum no se lo va a tomar bien ahora que está sobrio y con resaca - añadió dando otro sorbo a su bebida.
- ¿Crees que no lo sé? ¿Algún consejo? -le dio un mordisco a la primera tostada, estaba preocupada.
-Sabes que Calum aprecia la sinceridad aunque le duela, si se lo dijiste ayer, yo diría que también lo confrontaras de la misma manera- contestó Michael acariciando su mano suavemente.
-Me va a odiar- concluyó con un ligero sollozo, paso sus dedos por los ojos que contenían las lágrimas.
-Puede que durante unos 5 segundos, luego odiará a Luke por un mes y luego a si mismo el resto de su vida si no te recupera- dijo Mike acabándose el café.
Ambos soltaron carcajadas.
-Y creo que ahora es tu oportunidad de oro -le dijo una voz a su espalda, Ashton aparecía sentándose junto a Michael. Al igual que en la cocina de la casa y los dos se le quedaron mirando fijamente. Era algo cómico, no nos vamos a engañar.
Este último movió la cabeza señalando fuera de la cafetería, Calum y Luke estaban fuera. El primero con las manos dentro de los bolsillos, sacaba un cigarrillo y se lo colocaba en los morros. Le ofreció uno al rubio que lo rechazó. Ellos le animaban, ella se levantó lentamente y a paso precavido fue caminando hacia la entrada del local. "Oportunidad de oro", decía Ashton. Y lo que Dana no sabía era cómo salir corriendo ahora que no tenía ninguna vía de escape.
Era el momento de decir a Calum todo aquello que no le había dicho.
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Already Gone (5sos fanfic)
FanficNo quería que eso sucediera, no quería interponerme entre nadie. Pero así es como sucedió, y como un círculo defectuoso, las cosas se rodaron una tras otra sin poder evitarlo. Los amo a ambos por igual, simplemente no puedo elegir. © 2019 All Rights...