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Sídney, Australia, 1:34 am*

Si hay algo más difícil que pasar de una relación a una amistad, es pasar de una amistad a una relación. La dinámica es distinta, ya no le saludas con simple movimiento de mano ni hablas de la misma forma y no puedes evitar que se te forme una enorme sonrisa que no se quita ni cuando duermes. Aún más difícil cuando fuerzas las cosas, cuando las relaciones no se dan de forma natural y debes luchar con todas tus ganas para que todo tire hacia delante. Evitar caer en la depresión más profunda por la rabia y la frustración. Cuando ella le miraba a él todo pareció torcerse del camino, como si hubiera un gran muro que no le dejara cruzar. Y cuando él la miraba a ella solo veía la oportunidad de disfrutar del momento aunque solo fuera empujado por un agente externo a ellos. Sus ojos examinaban el rostro del rubio, su mano se deslizaba por la mejilla hasta llegar al hombro, le apartó ligeramente.

-Luke...-susurraba sobre sus labios.

-Puede funcionar, solo tenemos que creerlo nosotros para que funcione- al oírlo, Dana se apartó inmediatamente notablemente molesta. Se giró hacia la mesa.

-Me dijiste que me darías tiempo- señaló ella mientras terminaba de untar el chocolate.

-Y tú me dijiste que no querías que volviera a ser el mismo Luke, el que no le importaba nada los demás y pasaba de todo el mundo- remarcó él.

-Pues lo retiro, vuelve a actuar siempre...se te da mucho mejor que esto- le espetó seca.

-Dana, por favor, no seas así ¿Quién está siendo bipolar ahora?- preguntó muy acertadamente, cosa que Dana sabía perfectamente. Apretó los dientes muy tensa.

-Vale, pongamos por un momento que esto es lo más normal del mundo, yo no quiero una relación pública Luke- dijo Dana indignada.

-Yo tampoco, pero, esto es lo que hay y tenemos que aguantarnos...al menos, podríamos disfrutarlo aunque fuera solo un poco- intentó razonar Luke con la voz ronca y picarona.

Se colocó en la espalda de ella y rodeó con los brazos la cintura de ella. Dana se estremeció al notar el contacto de los labios de Luke por su cuello, iba depositando suaves besos a lo largo este. Apretó más los brazos para tener sus cuerpos aún más cerca, su cálido caliento le erizó la piel como nunca antes. Dana inclinó la cabeza en su hombro y al inclinar sus labios se cruzaron apasionadamente, angustia mezclada con lujuria. Lo más sincero que ella podía darle a él, mientras la mano de él se movía jugando suavemente el borde del sujetador por debajo de la camisa. "Lu...", intentó decir Dana mientras Luke la acallaba besándola de nuevo incluso con más delicadeza que antes.

Al voltearse, enredó sus piernas alrededor de él y Luke la sujetó del trasero sentándola en la encimera. Un vez su hubieron mirado con amplia sonrisa, sus bocas volvieron a juntarse pero...con un pequeño detalle, Dana le manchó la parte superior de la camisa con chocolate y al apartarse soltó una sonora sonrisa. "¡Eh!", se quejó Luke. Como venganza, él cogió un poco del bote y le manchó el rostro. Se acercó de nuevo y se lo limpió con la lengua mientras ella ponía una mueca de asco. Un guerra empezó para ver quién manchaba más al otro, se iban limpiando el chocolate y sin darse cuenta se fueron terminando todo lo que había en el bote sin dejar ni rastro. Sucios de arriba a abajo, dónde incluso Luke tenía restos en la punta de un mechón de cabello que le colgaba por delante de la cara. Dana pasó sus dedos y se llevó uno de ellos a la boca mientras lo miraba fijamente.

-No se puede hablar contigo- le dijo Dana antes de un salto tocar de pies al suelo.

-Dana, espera- dijo él agarrándola del brazo.

-Suéltame- le avisó fijando su mirada desafiante en los ojos de Luke. 

-¿Porqué eres así? Me estoy cansando de tu actitud ¿Acaso es mi culpa?- cuestionó soltándola, ella se frotó la zona donde la había agarrado. 

-Esto ha sido un error, culpa mía- dijo sin siquiera levantar la mirada, ahora parecía tímida pero en su cabeza existía una gran confusión- adiós- dio media vuelta pero cuando su mano rozó el paso manos de la escalera que llevaba a las habitaciones, la voz de Luke la detuvo.

-No voy a rendirme, créeme, esto no va a quedar así- sentenció Luke- no serás otra más, nunca podrías serlo-. 

-¿Crees que eso me hará cambiar de opinión?- preguntó girando su rostro a un lado, pero sin darse la vuelta en ningún momento. Sabía que si lo hacía, volvería a sus brazos.

-Supongo que no funciona, al menos lo nuestro pensaba que estaba bien hace 3 minutos ¿No? ¿Acaso no somos amigos?- tragó saliva expectante a una respuesta devastadora.

-No somos nada Luke, no soy ni seré nada para ti...se acabó, fingiremos- sentenció Dana.

Dana nunca había sido una chica delicada con los sentimientos ajenos, siempre había sido muy áspera en ese aspecto. Por mucho que sintiera lo que sintiera por Luke, amaba más su libertad y su capacidad de elegir su propio destino. Por mucho que le hubiera dolido aquello, sabía que mantener las distancias con Luke era la mejor baza que tenía en este momento y que el pequeño desliz en la cocina era su forma de despedirse. Quizás estaba siendo cruel y egoísta, pero era precisamente eso lo que volvía loco al rubio. Sus sentimientos habían cambiado, pero  su forma de afrontarlo también. 

Al día siguiente, ambos se comportaron como si nada hubiera ocurrido y prácticamente como auténticos desconocidos. La verdadera prueba se encontraba en la mañana de antes y después de su viaje a Portland. Dana se sentó con Michael, hablando de cosas mundanas sin ninguna importancia mientras por encima del hombro observaba a un Luke que volvía a levantar un muro a su alrededor. Un muro que sabía que ella mismo había construido con sus propias manos y que sería más difícil de romper que nunca...o eso creía ella. Porque este muro no era tan fuerte como el otro, era un Luke que se había planteado seriamente cambiar el rumbo de la situación. Conquistar el corazón de Dana, aunque fuera mucho más despacio de lo que estaba habituado. Sabía que por mucho que no fuera una opción para ambos, si que podía ser una oportunidad para ella se diera cuenta que no todo es tan difícil como parece.

Calum se acomodó al otro lado de Dana, le robó un audífono donde ella escuchaba música y se lo colocó en el oído. Su mirada se dirigía solamente a ella, ignorando quizás que el juego ya había empezado. Quizás jugaba con desventaja, quizás. Pero...no tenía nada que perder ¿No?






Already Gone (5sos fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora