Luna Roja [+18] [Sangre & Acero I]

05 || Ella me pertenece

⚜️

|Leo Blackhawk|

—¿Qué? ¿Por qué?

—Paige, modérate.

—Pero tía...

—Silencio —Bramó Mike, esta vez notándose molesto por la actitud de la pelirroja hacia mí—. Controla a tu hija, Buth, una ofensa más hacia el alfa y voy a intervenir.

—Sí, beta.

Paige se encogió en su lugar y, viéndose sumisa ante la advertencia de mi beta, finalmente hizo silencio. Posterior a ello, comuniqué el motivo por el cual deseaba conocer a la humana.

—Es importante saber qué tipo de conexión tiene la humana con los Osborne, y necesito verificar personalmente que no sea una traidora.

—Leo, ella no es una traidora —Habló por primera vez mi nana—. Rassel fue abandonada por sus verdaderos padres cuando era una niña, tenía apenas cinco años y, cuando los Stone dieron con ella, yo estuve presente. Es una humana ordinaria, tal vez tiene un aroma peculiar ahora pero... ella no sería capaz de traicionar a su familia, porque eso somos los Wallas para ella.

—Entiendo tu punto, nana, y aun así debo cerciorarme de ello. Además, ¿cómo es eso de que tiene un aroma peculiar?

—Cuando era niña y, en su adolescencia, el aroma de Rassel era meramente el de un humano. Después de cumplir la mayoría de edad eso cambió.

—¿Es la mate de algún lobo?

—No, no es... eso —Nicole frunció el ceño, notándose confundida al igual que el resto—. Ya no huele a humano, tampoco a lobo, mucho menos como alguien perteneciente a otra raza.

—¿Entonces?

—No lo sabemos, Leo. Es complicado, es un caso extraño y no hemos podido descifrarlo todavía. Te recuerdo que Rassel es adoptada y no tenemos siquiera indicios para saber dónde empezar, además de que ella no es consciente de lo que ocurre con su aroma.

—De hecho... —Musitó Paige luciendo sonrojada y apenada—: Hoy le mencioné algo sobre eso.

—Joder, Paige, ¿qué fue lo primero que te dije al respecto?

—Lo siento, papá, no lo hice a propósito, y no pude ocultarlo más porque estoy preocupada por ella. Rassel ha estado teniendo sueños recurrentes sobre sus verdaderos padres, casualmente desde que cumplió la mayoría de edad y, sumado a eso, cambió también su aroma. No puede ser casualidad.

—Ese podría ser un punto de partida —Atajó Mike—. ¿Qué más saben de la chica?

—Su presencia ahora es atrayente, es... aturdidora —Habló Becky—. Y eso también empezó a cambiar cuando cumplió la mayoría de edad. Le he preguntado sobre ello pero no sabe nada, es como si no tuviera recuerdos de algunos momentos específicos de su vida.

—Eso es un verdadero problema —Dije tajante—. E insisto en conocerla. ¿Dónde está?

—Está en mi habitación —Respondió la pelirroja—. Ella vive con nosotros desde que los Stone murieron.

—¿Y sabe sobre ustedes? ¿Sabe lo que son? 

—Sí, lo sabe.

—¿Y por qué no estaba enterado de ello?

Ninguno dijo nada, permanecieron en silencio a la vez que dirigían su mirada hacia el suelo. Toda la situación era un maldito problema.

—Fingiré demencia. No tomaré ninguna represalia al respecto por esto, con la única condición de que me lleven a ella. Ahora. Sin réplicas.