Luna Roja [+18] [Sangre & Acero I]

32 || Planeación

⚜️

|Rassel Leonhart|

—¿Esta paleta de colores te gusta más o quieres considerar la anterior?

Observé las muestras de colores que Paige me mostraba y, sinceramente, me sentí frustrada por no poder elegir.

—No lo sé, Paige. La verdad es que ambas paletas tienen su encanto, pero no puedo decidirme.

Paige sonrió de forma inmediata, acariciando suavemente el dorso de mi mano como un gesto sutil para animarme.

—Quizás deberías pensar en el ambiente que quieres crear. ¿Quieres algo más cálido y acogedor o prefieres un estilo más fresco y moderno? —Suspiré, sintiendo cómo la presión del tiempo comenzaba a pesarme.

—Creo que busco algo que invite a la calma, pero no quiero que sea aburrido.

—Entiendo —Dijo ella, colocando las paletas sobre la mesa y sentándose frente a mí—. ¿Qué tal si hacemos una pequeña prueba? Imaginemos cómo se verían en la habitación.

Asentí, agradecida por su enfoque.

—Sí, eso podría ayudar.

Paige se puso de pie y se acercó a la pared, sosteniendo uno de mis pinceles.

—Voy a aplicar un poco de cada color en la esquina, así podrás ver cómo interactúan con la luz.

Mientras observaba cómo mezclaba los tonos, sentí que la frustración comenzaba a disiparse. Tal vez no se trataba solo de elegir un color, sino de crear un espacio que reflejara quién era yo y quién era Leo. Quiénes éramos cuando estábamos juntos.

—Paige, ¿qué color crees que se adapta mejor a mí y a Leo?

Ella se detuvo y se volvió hacia mí, con una mirada pensativa.

—Creo que el color dorado que tienes en la primera paleta tiene una chispa que representa a Leo, sin duda alguna, pero el blanco brillante de la segunda paleta transmite una energía vibrante mezclada con esa creatividad que te representa a ti.

Me quedé en silencio, contemplando sus palabras. Quizás no tenía que elegir solo uno.

—Tienes razón —Respondí lentamente, sintiendo que una idea comenzaba a formarse en mi mente—. ¿Y si combinamos ambos colores?

La expresión de Paige me dio a entender que le fascinaba mi idea y, una vez que la expresó, me sentí mucho mejor.

—Esa podría ser una combinación espectacular. El dorado puede añadir calidez y un toque de elegancia, mientras que el blanco mantendrá el espacio luminoso y fresco.

Asentí, imaginando cómo se vería el “Le Grand Salon” del Fairmont Monte Carlo decorado con esas tonalidades. Podía visualizarlo: el dorado acentuando los detalles, como marcos de fotos o una lámpara, mientras que el blanco proporcionaría un fondo sereno.

—Incluso podríamos hacer una pared de acento dorada —Sugerí, sintiendo que la emoción comenzaba a resurgir—. Algo que realmente resalte y le dé un carácter único al espacio.

Paige se acercó a la pared y comenzó a trazar líneas imaginarias con su dedo.

—Sí, y podríamos jugar con texturas. Tal vez un dorado mate para evitar que sea demasiado brillante, y un acabado satinado para el blanco.

—Eso suena perfecto —Dije, sintiéndome más segura de mi elección—. Quiero que este lugar sea un refugio, un espacio donde podamos ser nosotros mismos, pero también que se vea elegante. Leo eligió el Fairmont Monte Carlo para poder acomodar a todos los invitados, y la verdad es que son demasiados, considerando que vendrán otros alfas y personas importantes de otros reinos.