14 || Fortaleciendo el vínculo

6.8K 759 178
                                    


⚜️

|Rassel Leonhart|


—Lo sentimos mucho, luna.

—Le prometemos que jamás volveremos a mencionar el nombre de Samantha.

—También prometemos no chismear más.

—Solo perdonenos, y no esté enojada con el alfa. Él la ama. No la engañaría.

Las cuatro omegas estaban frente a mí luciendo aterradas y completamente arrepentidas, no habían dejado de disculparse desde que entré a la cocina, mientras que Paige, la abuela y Mia reían a escondidas por la situación.

—Está bien, chicas. No hay problema. Solo tengan cuidado de ahora en adelante.

—Sí, sí, gracias, luna.

—Sí, gracias.

Y, así sucesivamente, fueron dejando la cocina una detrás de la otra. Finalmente, las tres mujeres pudieron soltar sus carcajadas.

—Oh, vamos, ya basta. No se burlen, estaban totalmente aterradas.

—Debes admitir que fue muy divertido —Dijo Mia limpiando su rostro, había llorado de risa—. Dioses, te puedo asegurar que jamás volverán a chismorrear por ahí.

—Mi niño fue realmente duro con ellas, casi las despide.

—¿De verdad? —La abuela asintió, por lo que me sentí un poco mal—. Me alegra que no haya sido así. Hubiera sido mi culpa.

—¿Tu culpa? Nada que ver, ellas deben tener cuidado con lo que dicen, más conociendo a Leo —Agrego Mia—. Mi hermano odia los malos entendidos, y si tienen que ver contigo muchísimo más. Es bueno que las omegas conozcan de límites.

Mia era una alfa, por eso pensaba de forma similar a su hermano. Ese era un detalle que olvidaba con regularidad.

—¿Cómo te fue en Montecarlo? —Preguntó Paige—. Debemos ponernos al día con las clases.

—Sí, tenemos qué. Tomé apuntes de todo y, sinceramente, espero que podamos aprobar todo.

Suspiré y ella también lo hizo; ser estudiantes no era fácil, pero sabía bien qué podríamos con todo si nos concentrábamos en hacerlo bien.

Después de la cena familiar, estuvimos un rato más bromeando en la sala de estar. Leo se veía notablemente más calmado y, por un momento, también me pareció ver a Mike mirar de reojo a Mia, algo que me extrañó por completo.

—¿Viste eso? —Preguntó Paige muy cerca de mí intentando ser precavida—. No ha dejado de verla de reojo desde que se toparon en el comedor.

—Creí que eran ideas mías. ¿A qué crees que se deba? Hasta ahora el rubio parecía no tener interés en ella.

—Ve tú a saber qué pasó, lo importante es que no le es indiferente.

—¿Cómo lo sabes?

—Sigue observando.

Y, en efecto, eso hice. Y noté sus celos cada vez que el jefe de seguridad reía con Mia.

Aldrich McKellen era un hombre pelinegro bastante llamativo; era hermoso, no podía negarlo, también era musculoso y tenía unos ojos azules muy bonitos. En el poco tiempo que he estado conviviendo con él noté que es un hombre amable, bastante colaborador y protegía a todos por igual, sin importar sus rangos.

Su mirada era sincera y, cada vez que hablaba, lo hacía con mucha seguridad, lo cual le sumaba puntos; también tenía una sonrisa muy bonita, una sonrisa que difícilmente podíamos ver dado que era un hombre serio, aun así, ahí estaba. Sonriéndole a Mia.

Luna Roja [+18] [Sangre & Acero I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora