21 || Distante

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⚜️


|Rassel Leonhart|


La suave brisa nocturna acariciaba mi rostro mientras caminaba por el estrecho sendero que se adentraba en el bosque. Mis pasos eran guiados por la tenue luz de la luna, cuyo resplandor adquiría un tono rojo intenso conforme seguía avanzando, bañando todo a mi alrededor con un brillo casi sobrenatural.

Los árboles a mi alrededor se volvían cada vez más densos, sus ramas retorcidas proyectando sombras inquietantes sobre el camino. Un manto de hojas secas crujía bajo mis pies, recordándome que me encontraba en un lugar alejado del mundanal ruido.

Sola en aquel paraje solitario, sentía una extraña mezcla de inquietud y fascinación; la luz carmesí de la luna parecía infundir un aire misterioso y casi místico al bosque, como si este hubiera sido transportado a una dimensión paralela.

Cada paso me acercaba más a lo desconocido, finalmente llegando hasta un lago, y me atrevía a asegurar que era el mismo lago con el cual había soñado días atrás. A diferencia de ese sueño, al ver mi reflejo en el agua, no era el de una niña, sino que tenía mi apariencia actual.

Escuchaba como alguien me susurraba seguir adelante, por lo que terminé haciendo aquello de forma automática, como si estuviera poseída.

—Voltea.

Ante aquella orden, mi cuerpo se movió por sí solo, dejándome frente a una imagen que no quería ver.

Frente a mí, se hallaba Leo, a quien en poco tiempo había empezado a amar y en quien había aprendido a confiar.

Lo vi con otra mujer, riendo y besándose sin ningún reparo, y como si de una mala película se tratara, la escena se repetía una y otra vez, como una tortura incesante.

La traición me golpeó con fuerza, dejándome sin aliento. Me sentía traicionada, herida en lo más profundo de mi ser, al punto en que toda la confianza que había depositado empezaba a convertirse en cenizas, dejándome vulnerable y desprotegida.

Una sensación de ahogo me invadía, era como si el aire a mi alrededor se hubiera vuelto espeso, dificultándome la respiración.

El dolor y la decepción me consumían, amenazando con ahogarme en un mar de emociones intensas y, solo entonces, las lágrimas brotaban sin control, mojando mis mejillas.

Me sentía traicionada, engañada y profundamente herida.

¿Cómo había podido hacerme esto? ¿En quién podría confiar ahora? Estas preguntas se repetían incesantemente, alimentando mi sufrimiento mucho más.

Abracé mis rodillas, tratando de encontrar consuelo en mí misma, pero el vacío y la desesperanza se apoderaban de mí. Me sentía sola, abandonada y desesperada por entender cómo nuestra relación había llegado a este punto.

—Todo estará bien —Murmuró alguien a mi lado; al voltear para observar quién estaba a mi lado, hallé a aquel lobo negro. Hera—. Déjame tomar posesión y te ayudaré a destruirlo todo.

La mire confundida, negando con la cabeza. Por alguna razón, sus palabras no me parecía correctas.

Al ver que no cedería, su cuerpo se cernió sobre mí y, al tener acorralada contra el suelo, me mostró sus dientes en señal de amenaza.

Luego, su cuerpo fue arrancado de encima de mí y arrojado hacia otro extremo, lugar donde aquel lobo negro de ojos verdes desapareció.

Ahora, a mi lado se hallaba mi padre, cuyo rostro finalmente pude vislumbrar a detalle.

Luna Roja [+18] [Sangre & Acero I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora