La resplandeciente luz del sol alimentaba a las cosechas. Los animales yacían sobre el pasto, tranquilos, en rebaño.
Los campesinos trabajaban como si no hubiera un mañana, manchando sus harapos de tierra y secando con sus magulladas manos el sudor que les recorría la frente, producto de intensas jornadas laborales. De vez en cuando soltaban suspiros exhaustos, deseando que la noche llegara pronto para poder descansar.
Debajo de la sombra de un gran árbol se encontraba Frieda, sentada con Historia a su lado.
—Nuestra sal...—hizo una notable pausa, releyendo la palabra—. Salvación, fue la mis- mis...—y de nuevo, se había trabado con otra palabra—. Misteriosa mujer...
—Vuelve a empezar —ordenó Frieda, algo fastidiada.
La rubia giró sus expresivos orbes azules hacia la mayor, mirándola con confusión.
—Pero, ya lo he leído como veinte veces —excusó la omega, haciendo una mueca triste.
—Y es por esa misma razón que deberías hacerlo bien, ¿no te parece? —le arrebató el libro, negando con la cabeza sutilmente—. Debes ser lo mejor de lo mejor, Historia. ¿Me comprendes? Una dama hecha y derecha —explicó—; como la diosa Ymir. Debes ser una mujer bondadosa, amable, desinteresada, gentil, elegante, intuitiva, piadosa y sobre todo, educada. Leer fluidamente es fundamental para convertirte en una heredera digna. Dime, ¿quieres gobernar o no? —aquello era una simple forma de motivar a la omega, pues Frieda sabía de sobra que una vez que los mayores fallecieran, quien portaría la corona sería ella, y no su pequeña prima.
—¡Por supuesto que quiero! —exclamó tan fuerte que llamó la atención de los campesinos, quienes simplemente echaron un vistazo y regresaron a lo suyo.
—Pues entonces coopera —insistió la castaña, inclinando el libro para que la omega pudiera tomarlo—. Sabes muy bien que Armin está llenando de orgullo a la familia, ¿verdad? —preguntó, a lo que la pequeña rubia asintió con la cabeza tristemente—. A él nadie lo está ayudando, pero no lo culpo, es brillante por naturaleza. Sin embargo, hay diamantes como tú a los que les hace falta pulirse, y aquí estoy yo para asesorarte hasta que la corona sea tuya —sonrió, revolviéndole el cabello a la menor.
—Papá está orgulloso de mí también, ¿cierto? —preguntó mirando directamente los azulados ojos de la contraria.
El semblante de la castaña se tornó serio, pensativo.
—Tus padres te adoran, eso es cierto —afirmó, acariciándole los dorados cabellos—. Pero el abuelo parece estar un poco... Decepcionado de ti. Pero vamos a demostrarle que vales mucho más la pena, ¿no es así? —la animó, recibiendo una honesta sonrisa por parte de la omega—. Muy bien, empezamos de nuevo, desde el principio.
Historia suspiró, temerosa de volver a equivocarse. Abrió el libro y comenzó a leer. Al principio iba lento pero leía las palabras correctamente y sin titubear. Poco a poco, su ritmo empezó a acelerarse hasta llegar a una velocidad adecuada en la cual, la lectura sonaba perfecta.
La rubia colocó su cabeza sobre el regazo de la castaña, mientras ésta cantaba angelicalmente, dando paso al sosiego de la no muy alta colina en la que se hallaban.
Su voz era todo lo que quería recordar. Aquellas melodías en otro idioma que no lograba comprender y se preguntaba de dónde lo había aprendido, pero cuando manifestaba sus dudas respecto a ello, solamente recibía indiferencia como respuesta.
Algunas veces se las traducía. Otras, decía que era muy pequeña para entenderlas. Historias narradas en canciones, pasando de generación a generación, quedando así inmortalizadas por siempre.
![](https://img.wattpad.com/cover/156230454-288-k864700.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Seamos malos juntos || Yumihisu y Eremin
Fanfiction❝Tarde o temprano llegará alguien que te corrompa, o conforme pase el tiempo la curiosidad te podría traicionar. Armin e Historia eran los próximos herederos al trono, debían conseguir una pareja y procrear, pero ninguno de los dos se mostraba inter...