Jordan
El día anterior lo había pasado en casa, no me apetecía ir a clases, así que me quedé con Apolo, lo saqué a pasear, me ejercité, hice las compras y al final fui a la peluquería.
-¿Lo mismo de siempre?- preguntó la señora amable que siempre me atendía, tenía manos grandes y me parecía que era una abuela encantadora.
-No, quiero... un cambio- anuncié. -Tal vez ya no quiero el cabello sobre la frente... y un poco más corto de los lados.
-Me parece excelente, ¿puedo preguntar cómo se llama ese cambio?- preguntó sonriente, me hizo gracia su astucia.
-Se llama como un libro.
***
En la mañana asistí a clases, por primera vez desde que ingresé la universidad, los ejercicios y las explicaciones del profesor no me parecieron molestas o aburridas, era muy fácil, lo que lo hacía tedioso, pero no me molestó.
Yo: ¿Saliste al almuerzo?
Esperé que respondiera, pero no lo hizo, tal vez estaba en clases o desayunando con su amiga Lineth. Me dirigí a la salida de mi facultad sin más, pero me topé a Mike y compañía.
-Jordan- me llamó con su característica sonrisa de idiota.
-¿Qué pasa?- respondí sereno, no iba a arruinar mi buen humor.
-No te hemos visto últimamente.
-He estado ocupado.
-Sí, ya lo vimos el sábado- rió uno de sus amigos.
-¿Por qué te demoras tanto, amigo? Termínalo ya para recuperarte, no es lo mismo salir sin ti- agregó Mike.
-¿Y quitarle lo divertido?- respondí con una sonrisa de medio lado, detestaba mentir sobre Dorianne, pero no tenía otra opción si quería que nadie nos descubriese.
-Eres el de siempre- rió.
-Pobre chica, ha de creer que tiene a Jordan Adams comiendo de su bolsa y resulta que sólo le está patrocinando un coche nuevo- secundó su amigo.
-O dos, esta semana subió mucho la suma, que Jordan esté dentro lo hace más interesante- corrigió Mike, mi buen humor estaba desapareciendo. -Pero aún no comprendo por qué ahora, ¿qué tuvo esta chica para que quisieras entrar?
-Estaba aburrido- respondí antes de marcharme.
Detestaba a Mike, su cara de idiota me sacaba de quicio, que alardeara así de sus conquistas me parecía patético y que hablara sobre Dorianne como un objeto me daban ganas de tumbarle los dientes.
Seguí caminando hacia el comedor de la facultad de literatura, me cabreaba que Mike se hubiese llevado mi buen humor. Cuando llegué traté de localizar a Dorianne, pero sólo visualicé a Lineth y su novio sentados en una banca, ella le estaba relatando algo muy emocionada y él la miraba como si fuera la causante de que el mundo existiera.
¿Dónde estaba Dorianne? Me acerqué un poco más y la hallé bajo un árbol conversando con Will, ella anotaba en su libreta rápidamente mientras él hablaba con las manos en los bolsillos, sentí un fuego abrasador quemarme por dentro, ¿qué hacía ese fulano con Dorianne?
Pensaba en acercarme, cuando noté que el idiota aquel la estaba observando de arriba a abajo con una sonrisa de superioridad y ella no se daba cuenta de nada. Sentí rechinar mis dientes y me acerqué sin más.
-Buenos días, Dorianne- saludé con una sonrisa falsa, ella alzó la vista y ¿sonrió? Sí, me pareció que sonrió al verme.
-Buenos días- saludó cerrando su libreta y observándome fijamente.
-Bueno, nos vemos- anunció Will visiblemente tenso al verme, le había servido nuestra pequeña conversación del sábado. -Te enviaré un mensaje cuando esté por llegar- agregó antes de irse.
-¿Llegar a dónde?- pregunté sin que importara si se había ido ya o no.
-Debemos terminar un proyecto para mañana e irá a la cafetería, no se puede hacer de otra forma- respondió sin tomarle importancia.
-¿Por qué debes hacer el proyecto con él?- espeté, ahora sí que mi buen humor se había ido a la basura.
-Porque somos equipo en clase, Jordan, no le tomes importancia.
-No le tomo importancia, es sólo que conozco a Will y te prohíbo estar cerca de él.
-¿Tú vas a prohibirme cosas?- se defendió indignada. -Estoy bastante grandecita para saber con quién estoy y con quién no.
-¿Por qué no abres los ojos y te das cuenta que lo único que Will quiere es llevarte a la cama y contárselo a todo el mundo?
-Cuida tus palabras, Jordan, no voy a permitir que me hables así- alzó la voz.
-No conoces a los hombres como él, va a terminar destruyéndote y eres lo suficiente ingenua para no darte cuenta- espeté, era verdad, si supiera las estupideces que Will decía a sus espaldas, no estaría tan relajada.
-Pues tal vez sí soy muy ingenua porque eso me dicen todos de ti y aquí estoy hablando contigo- espetó, de pronto pareció darse cuenta de sus palabras y abrió los ojos, pero no se retractó.
-Bien, descúbrelo por ti misma entonces- finalicé antes de dejarla sola bajo aquel árbol.
Me dirigí a mi auto con la sangre hirviéndome, sabía lo que se decía de mí y sabía bien que me había ganado esos comentarios con creces, pero ¿era necesario que Dorianne me lo echara en cara? Con ella no había sido el cretino que era siempre, con ella había sido muy diferente, pero al parecer todo valía un comino.
Estupideces, sabía que todo esto eran estupideces. Había sido un idiota.
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Sentimientos de metal
RomanceLa universidad donde estudia Dorianne es bastante peculiar: además de estar llena de estudiantes adinerados, los hombres dedican sus días de estudio en apostar sobre qué chica pueden tirarse, el que lo consiga se lleva una buena suma de dinero recau...