Los Colores De Tu Música || 1° Parte

Capítulo X

Mike no era el que estaba parado enfrente de mi, ni tampoco era su amigo con el que siempre iba a todos los sitios. Delante de mi se hallaba un grupo de chicas con muy mala cara.

—¿Hee Sun? —¿Cómo mierda sabían mi apellido?

—¿Si?

Eran seis chicas: dos las reconocía de mi clase habitual porque siempre estaban haciéndole ojitos a Mike y las otras cuatro no tenía ni idea de quienes eran, aunque me sonaba haberlas visto en algún sitio que no conseguía recordar en este momento.

—¿Qué relación tienes con Baek Mike?

—¿Perdón?

¿Qué estúpida pregunta era esa? ¿Y a que venían sus caras de mala ostia? ¿Mike ya se había echado un club de fans?

—No te hagas la tonta, sabemos que vienes con él por las mañanas ¿Por qué? —las seis chicas estaban a mi alrededor. Estaba entre la pared y las seis chicas (casi todas iguales salvo por los colores chillones totalmente falsos de sus pelos) que me miraban como si fuera una mancha negra en su campo de visión. ¿Que bicho les había picado? Esto no era ninguna clase de serie adolescente donde la protagonista sufría acoso, cómo para que vinieran seis tipas que no conocía de nada a interrogarme sobre tonterías.

—¿Y a ti que te importa? —la chica de las preguntas, que parecía la líder del grupo, hizo un extraño movimiento de cabeza ante mi contestación y sentí que me cogían de los brazos. ¿Qué coño estaban haciendo?—. ¿Qué mierda hacéis? Soltadme ahora mismo.

Iba a pegarle una patada a cada chica para que me soltaran los brazos, pero antes de eso yo fui la que recibió una patada en el estómago. Caí de rodillas al suelo jadeando en busca de aire. ¿Qué mierda les pasaba a estas chicas? ¿Se habían vuelto locas acaso?

—¿Qué relación tienes con nuestro Mike? —empezó a deletrear lentamente cada palabra cerca de mi cara. ¿Nuestro Mike? Por mi como si se lo quedaban para siempre.

—Vivimos juntos, nada más —él no me había dicho nada de que no dijera que vivíamos juntos. Y además era normal que la gente compartiera pisos estudiantiles hoy en día. No que no puedo entender es porque se lo dije tan fácilmente.

La chica, que estaba frente a mi, se enfureció todavía más, si es que podía, e hizo otra señal con la cabeza a sus amigas. Me levantaron del suelo y antes de saber que iban a hacer sentí como un puño aterrizaba sobre mi pómulo derecho haciendo que mi cabeza quedara inclinada hacia la izquierda. Volví a retorcer mis brazos para intentar liberarme. En cuanto me soltara iba a matarlas a todas. ¿Quién coño se creían que eran?

Ante mis intentos de escapar de sus agarres, otro puño voló hacía el mismo pómulo y yo gruñí por lo bajo mientras volvía a caer al suelo. Vi que otra de las chicas iba a darme otro puñetazo en el mismo sitio y yo cerré los ojos, instintivamente, lista para recibirlo. Pero el caso es que nunca lo recibí. Abrí los ojos al no sentir nada y vi a Mike, delante de mi, sosteniendo el puño de la chica y a su amigo apartando a las que me tenían cogida por los brazos. Cuando estuve libre Khalan me ayudó a levantarme del suelo.

—Largaos ahora mismo y no volváis a aparecer —les amenazó Khalan mientras Mike soltaba a la chica empujándola hacia atrás y venía a mi lado.

Me dolía el estómago y la cara. Casi había estado tentada de decirle a Mike que les dijera que se quedaran que ahora iba yo a divertirme con ellas igual que ellas habían hecho conmigo, pero pasé de ese pensamiento y llevé una mano a la zona de mi cara que ardía.

—¿Estás bien? —me preguntó Mike mirando mi cara.

Asentí. Miré detrás de Mike comprobando que las chicas se habían largado pitando de allí ante la orden de Khalan. ¿A que mierda había venido eso? ¿Tanto adoraban a Mike? ¿Tan importante era? Seguía sin entenderlo. Mike era como cualquier otro estudiante. Sabía que era guapo, no era ciega. Tenía una belleza muy diferente a la que se veía habitualmente aquí en Corea.