Había llegado el lunes y el tan esperado festival de primavera. La gente no dejaba de entrar y salir de la puerta principal del colegio. Ya que habían permitido que los estudiantes invitaran a familiares u otros amigos de colegios cercanos la cantidad de personas dentro del edificio se había triplicado haciendo casi imposible el paso por los pasillos.
Minho, Khalan, Mike y yo tratábamos de pasar a través de todo el gentío para tratar de llegar a la clase de lenguaje donde la profesora quería que nos reuniéramos dos horas antes de las presentaciones para darnos algunas indicaciones de última hora y Minho se había ofrecido a acompañarnos ya que su puesto de camarero, en la cafetería que había decidido montar su clase como puesto, no empezaba hasta dentro de veinte minutos según nos dijo. Cuando conseguimos pasar por toda la gente pudimos respirar más tranquilos y dejar de pensar que éramos sardinas en una lata.
—Bueno hasta aquí llega mi compañía —nos dijo Minho una vez llegamos hasta la puerta de la clase de lenguaje musical—. Espero veros por mi clase en algún momento. Prometo dejaros los mejores postres —nos guiñó un ojo y antes de que Mike pudiera decirle alguna tontería que presentía que, por su boca abierta y su dedo índice subiendo hasta su cara, iba a decir.
—Supongo que tendremos que dejar espacio para ir a merendar
Asentí de acuerdo con Khalan y los tres entramos en la clase encontrándonos ya con todos nuestros compañeros sentados en sus sitios. Al parecer eramos los últimos en llegar. Nos disculpamos con la profesora por haber tardado tanto y procedimos a sentarnos juntos en una de las filas del medio.
A decir verdad ya no me importaba pasar todo el tiempo que estábamos en la escuela rodeada de los tres únicos hombres que habían entrado a mi vida. Ya me había acostumbrado a sus conversaciones en la hora del almuerzo e incluso ahora era capaz de hacer comentarios con respecto al volleyball gracias a Mike que tuvo la paciencia suficiente como para explicarme un poco más del deporte durante los días que estuvo cuidándome después de salir del hospital.
—Bueno clase, ha llegado el día. Hoy debéis demostrar que estáis aquí porque merecéis estar aquí. Se que muchos de vosotros estaréis nerviosos por miedo a fallar, pero debéis saber que habéis hecho presentaciones conmigo y ninguna me ha defraudado por lo que debéis confiar en vosotros mismos y en vuestra capacidad—la profesora trataba de dar ánimos a todos. Yo no me sentía muy nerviosa, tal vez un poco por tener que actuar delante de muchísimas más personas de las que tenía en mente pero, a diferencia de mi, podía ver a otros de mis compañeros mordiéndose las uñas o revolviéndose el pelo nerviosamente como solía hacer Mike también—. Debéis saber que yo estaré allí junto a otros profesores dándoos todo nuestro apoyo. Antes de iros y disfrutar de todos los puestos que han sido montados el día de hoy quiero enseñaros un ejercicio de relajación para que antes de subir al escenario os calméis.
Todos cerramos los ojos siguiendo las pautas de la profesora. Cogíamos aire profundamente por la nariz hasta que no pudiéramos más y acto seguido lo soltábamos por la boca hasta sentir que te estabas quedando sin nada dentro de ti. Debíamos hacer eso como unas dos o tres veces hasta que sintiéramos que nuestro ritmo cardíaco se normalizaba y nuestro cuerpo estaba más relajado.
Después de darnos todo su apoyo, la profesora nos dejó ir no sin antes recordarnos a Mike y a mi, ya que eramos los que más presentaciones íbamos a realizar, que debíamos estar media hora antes de nuestra presentación en la parte trasera del escenario. Salimos de la sala sin saber adonde dirigirnos así que solo seguimos a la masa de gente que iban en la misma dirección. Acabamos subiendo varias escaleras curiosos por saber a donde se dirigía tanta gente.
Cuando todo el mundo se detuvo frente a una de las clases de la segunda planta observamos el cartel que colgaba de la puerta "Casa del terror" y abajo de él había una frase que rezaba "¿Serías capaz de encontrar a tu pareja en el laberinto?". ¿Habían tratado de hacer una casa del terror en versión romántica? Era lo más estúpido que había visto nunca.
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Los Colores De Tu Música || 1° Parte
Roman pour AdolescentsSun perdió su risa cuando su padre se largó de casa. Mike perdió a sus padres en un accidente de coche de camino a Seul. Ambos se encontrarán compartiendo piso. Sun no quiere hacer amigos, no quiere sentir más dolor. Mike solo quiere averiguar p...