#10

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Sus perfectas facciones en su perfecto rostro permanecían sobre mi, era incomodo y a la vez fascinante, Jungkook llevaba cerca de 30 minutos observándome en silencio mientras yo trataba de concentrarme en terminar un informe para la universidad, aunque a decir verdad, a este paso estaba muy lejos de terminarlo, no sé en que momento se me ocurrió que tenerlo en mi habitación mientras yo trabajaba seria una buena idea, definitivamente no lo era, el era la viva imagen de la distracción.

—Jungkook... si quieres decirme algo dilo...

Dije por fin, apartando mi mirada de la computadora para mirarlo a el, Jungkook no cambió de expresión en ningún momento, aquellos ojos azulados poniéndome los pelos de punta mientras el silenció se prolongaba.

— Eres hermoso... no necesito buscar las medidas ni facciones ideales para saber que la armonía en tu rostro es perfecta, cada una de tus facciones son como brillantes estrellas en un cielo nocturno, y todas juntas brillan incluso más que la luna, llamando la atención de todos con su inigualable belleza

—Jungkook no sé que intentas hacer... pero no mientas por favor... -dije mientras sentía mi corazón golpear fuertemente contra mi pecho, tan fuerte que de seguro el ya lo había notado, aún así no hizo ningún comentario al respecto-

— No, no son palabras erróneas, no miento al decir que tu belleza es equivalente a la cantidad de estrellas en el cielo, y para mi eres como una infinita estrella que alumbra mi universo... en mi mundo apagado tu brillas como una preciosa estrella fugaz, a la cual si pudiera sentir, sin duda le pediría un deseo antes de que desaparezcas llevándote aquel brillo... dejándome una vez más en completa oscuridad, en la cual he estado todos estos años...

Conozco la realidad de esto, conozco las consecuencias y decidí aceptarlas, decidí aceptar que contrarío a lo que dice Jungkook, para mi el es la bella estrella fugaz que tendré solo por unos instantes, hasta que finalmente desaparezca, solo dejando un casi imperceptible rastro, pero allí estará, allí estará recordándome que alguna vez brilló tanto, que mi corazón nunca podrá olvidar su existencia.

Entonces como niño que cree en cuentos de hadas, atraje a mi preciada estrella fugaz a mis brazos, dejando que su calidez y luz me envolvieran por completo, dejando que ocasionara el Big Bang en mi estomago, porque no me importaba si después dolía, no me importaba que mi hermosa estrella en algún momento desapareciera, el seguiría en mi galaxia, quizá no junto a mi como la estrella más cercana, pero mientras eso no sucediera, continuaría disfrutando de nuestro pequeño infinito, de nuestra momentánea lluvia de estrellas.

— Jimin-ssi... ¿qué sucede? -su voz sonaba tan calmante en mi oído, mis brazos se afianzaron al rededor de su cuerpo y por fin pude sentir como sus brazos rodeaban mi cintura, mi rostro escondido en su cuello ocultaba una sonrisa mientras el guardaba silencio esperando mi respuesta-

— Jungkook... alguna vez ¿deseaste ser humano? -pregunté por fin, en la misma posición sin querer separarme de el-

— Ser humano no es la gran cosa -respondió el enseguida- solo con eso puedo responder a tu pregunta, no poseo la capacidad de sentir, por lo que no puedo desear cosas, incluso si pudiera, no merezco tener deseos, solo soy un objeto, mi deber es servir a mi creador hasta que no me necesite más, entonces mi existencia será innecesaria en esté mundo

— No puedes estar de acuerdo con eso... -susurré lo suficientemente audible para el-

— No soy dueño de mi propia existencia Jimin...

— Entonces yo me haré cargo, seré quién se encargue de que existas aquí junto a mi

Como una estrella que nunca dejará de brillar...

PARALYZED 《Kookmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora