#15

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Día Miércoles, el día en el que iría junto con Jungkook a aquel museo en blanco,  mis clases ya habían terminado hace mas de una hora, había regresado a casa y ahora me encontraba sentado en el patio junto a Jungkook, ambos estábamos en silencio, mi mente trataba de procesar la palabras dichas por mi padre hace días atrás, el corazón de Jungkook estaba comenzando a latir gracias a mi, de apoco él comenzaría a adaptar su personalidad de cuando era un humano, aún así papá no me aseguraba que Jungkook pudiera sentir, si bien ahora se comporta más como un humano, sigue careciendo de sentimientos, puede comprenderlos, pero no sentirlos...

¿Algún día podrá sentir por mi lo que yo siento por él?  

— Solo el tiempo lo dirá... -susurré como respuesta para mi mismo, suspirando con resignación ante la atenta mirada de Jungkook sobre mi- 

Él mantuvo su mirada en mi por unos segundos seguramente tratando de encontrar la razón de mis palabras, entonces el habló, como siempre sus palabras calando en lo más profundo de mi ser. 

— No le confíes nada al tiempo, lo único que terminará haciendo el tiempo por ti es hacerte más viejo  -dijo él, sus hermosos ojos no se apartaron de mi en ningún momento- 

Si tan solo supieras que no era tan fácil... ni siquiera comprendía por que me dolía tanto pensar que Jungkook nunca sentiría lo mismo que yo por él, no comprendía por qué me daba tanto miedo perder algo que nunca he tenido, porque el nunca ha sido mió, desde el principio fue así...

— No es como si pudiera hacer algo Jungkook... solo me queda esperar... como dije antes, solo el tiempo lo dirá... -respondí, mi mirada alejándose de aquellos ojos tan bellos como dos estrellas fugaces- además ya me aclararon que nada puedo hacer... 

— Al contrario, desconozco el por qué de tus palabras, pero el peor fracaso en la vida es saber que nunca lo intentaste

Una vez más sus palabras calaron en mi mente y corazón ¿hacer algo? ¿qué podía hacer yo? ni siquiera podía hacerme cargo de mis sentimientos... además papá me dejó claro que solo debíamos esperar... que no hiciera nada... 

— Escucha Jimin -allí estaba su melodiosa voz, llamándome solo por mi nombre haciendo que mi corazón se agitase- incluso si todos te dicen que te quedes sin hacer nada, los humanos son libres de tomar sus propias decisiones, nadar a contra corriente es difícil, pero es mejor saber que lo intentaste a quedarte con la duda del "¿que hubiera pasado si...?", no debes tener miedo a tomar las decisiones importantes en tu vida... entonces dime, ¿qué es lo que quieres? no lo que los demás te han impuesto, ¿qué es lo que quieres tú? 

¿Qué es lo que quería yo?       

Aunque nunca había pensado en ello realmente, la respuesta llegó demasiado rápido a mi mente y con la misma rapidez escapó de mis labios. 

— A ti -regresé mi mirada a sus ojos, el me sonrió y por primera vez desde que lo conozco tuve la pequeña sensación de que aquella sonrisa era real- como tu dices, nadar a contra corriente es difícil y estoy seguro que en algún punto dolerá y querré mandarlo todo a la mierda pero lo intentaré, porque prefiero fracasar con haberlo intentado a fracasar sin haberlo intentado 

No hizo falta una respuesta de su parte ni que yo continuara hablando, sus suaves manos se posaron en mis mejillas y se inclinó hacía mi, la suavidad de sus labios de estrello contra mis propios labios en una lenta danza, sus besos siempre eran diferentes, siempre eran especiales y por alguna razón podía sentir como si a través de estos me transmitiera aquellos sentimientos inexistentes en él, la calidez envolvente en mi pecho era algo dolorosa como a la vez acogedora, pero sus labios incitaban a todo mi cuerpo a sentirse en paz, a sentir que en sus brazos todo estaba bien, porque así lo era, porque sus labios moviéndose sobre los míos era una sensación maravillosa, cosquillaba en expectación y explotaba en fuegos artificiales cuando su lengua ingresaba a mi boca buscando la mía, la delicadeza de sus movimientos me hacían derretir en sus brazos, todo dejaba de existir y mis sensaciones se encontraban completamente bajo su dominio.

***

El tiempo junto a Jungkook siempre  pasaba demasiado rápido, era como si su sola presencia hiciera que los minutos y las horas fueran simples números sin importancia, mientras todo a nuestro alrededor corría con normalidad, porque para cuando fui consciente de los latidos de mi corazón, ya nos encontrábamos en la entrada de aquel museo en blanco, las horas habían pasado, y yo la verdad no sabía que esperar ver, ¿paredes en blanco? lo más posible... quizá ¿un nuevo tipo de arte invisible? en realidad no lo sabía, aún así Jungkook a mi lado sujetando mi mano me arrastró dentro, efectivamente fuimos recibidos por blancas paredes, las personas a nuestro alrededor parecían emocionadas y yo no comprendía el por qué de aquello.

Entonces las luces desaparecieron, todo fue oscuridad, yo cerré mis ojos con fuerza mientras me aferraba a la mano de Jungkook, él en cambio se posó tras de mi, sus brazos rodearon mi cintura y pude sentir es cosquilleo de sus cabellos en mi cuello indicándome que había dejado descansar su cabeza en mi hombro. Entonces su suave voz susurró en mi oído para mi.

— Abre tus ojos...

Y lo hice, abrí mis ojos y me vi de pié sobre el mar con miles de linternas flotantes a nuestro alrededor, las luces pareciendo tan reales que casi sentía que podía tocarlas, era tan maravilloso como hermoso. Aquel no era un simple museo en blanco, era un museo digital, cada sala que recorriamos era diferente, desde montañas, jardines y hermosas cascadas llenas de flores y luces de colores, era como estar dentro de una pintura, era interactuar con cada obra de arte, todo aquello era simplemente magnífico y me vi completamente embobado en lo que mis ojos veían.

Y cuando entramos a una nueva sala no pude evitar  que mis ojos se humedecieran, aquel lugar estaba lleno de estrellas de muchos colores y tamaños diferentes, constelaciones, galaxias, asteroides... era realmente hermoso el como parecía que flotaramos en el espacio, y era una de las cosas más maravillosas que me había pasado en la vida. Entonces recordé aquello, si algo sabía de Jungkook cuando fue un humano era su amor por las estrellas e incluso ahora inconscientemente las seguía nombrando, recién allí me voltee a mirarlo...

Allí estaba él, de pié junto a mi, su bello rostro siendo iluminado por la luz azul de una estrella, sus ojos viendolse celestes por esos instantes, entonces con suavidad como gota resbalando por una ventana  en un día lluvioso, aquella primera lágrima se resbaló de sus ojos hacia sus pómulos cayendo por su mejilla, y en unos segundos más la acompañaron...

Aquella lágrima solitaria tuvo compañía...

PARALYZED 《Kookmin》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora