Capítulo 1

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Hola, es muy importante que lean el primer comentario. Háganlo, por favor. ♡

DECISIÓN

Steve atacaba a los soldados que venían hacia él. Lanzaba con fuerza su escudo y daba golpes certeros con sus puños. Aunque lo correcto sería decir con su puño izquierdo, puesto su brazo derecho se encontraba herido y no tenía la fuerza necesaria para golpear con él.

—¡Piso tres, limpio! —dijo por su comunicador a los demás vengadores cuando solo se encontraba él de pie—. ¿Ya localizaron al fiscal?

—Estamos en eso —respondió la viuda negra—. Según la computadora, lo tienen en el cuarto piso.

—Thor y yo aún estamos ocupados con los del piso dos —decía Clint mientras tiraba una flecha—. En momentos como estos es donde extraño a Bruce.

—Debes agradecerle a nuestro Cap —se escuchó la voz de Stark—, y a su tonta idea de que se quedara.

Un fuerte grito se resonó en todos los comunicadores.

—¡¿Natasha?! ¿Qué pasó?

—No es nada, Cap. Al parecer aún quedan algunos aquí. Vayan los que puedan a buscar al fiscal.

—¡Voy! —Dijeron al mismo tiempo el capitán y el hombre de hierro.

Steve subió rápidamente las escaleras y llegó al cuarto piso, en él solo había un largo pasillo con una puerta al final. Todo estaba muy oscuro, un único bombillo se esforzaba inútilmente por ser capaz de iluminar todo el lugar. Steve se acercó a la puerta e intentó abrirla. Estaba cerrada.

—¿En serio crees que la iban a dejar abierta? ¿Qué más esperabas? ¿Una invitación?

—Stark...

—Apártate, Cap —dijo mientras alzaba su mano derecha apuntando a la perilla de la puerta. Sin embargo, justo antes de disparar, algo llamó su atención—. Demonios, eso está horrible —expresó con una mueca mientras señalaba el brazo del rubio— ¿Quieres una bandita?

—Lenguaje —respondió—. Estaré bien, en serio, no me duele tanto. Rompe esa cosa.

—Como digas, jefe. —Una sonrisa apareció en su rostro segundos antes de destruir toda la parte del pomo.

Steve empujó un poco la puerta para luego entrar seguido de su compañero. La habitación estaba sumida por completo en oscuridad, no se veía nada más que la luz del reactor de Tony. Los dos héroes avanzaron varios pasos hasta que la luz se encendió de repente, dejando ver al fiscal general de los Estados Unidos atado a una silla con los ojos vendados y con un trapo en la boca que le impedía hablar.

—Lo encontramos —les informó el capitán a los demás vengadores.

—¡SEÑORES! —Se escuchó una voz a lo lejos que les hizo voltear a ambos.

En medio de la oscuridad apareció el dueño de aquella voz. Un hombre con cabello negro corto, de tez blanca con ojos cafés oscuros, que vestía una bata de laboratorio y una camisa a cuadros que, en opinión de Stark, era horrenda.

—Luke Mirror —susurró Tony.

—Señor Stark —dijo aquel hombre con una sonrisa—. Que alegría verlo, lo estaba esperando.

—Te estas suicidando mostrándote ante nosotros y lo sabes.

—Tal vez, pero necesito hacer algo.

—¿A qué te refieres? —habló Steve— ¿Qué ganas con esto, con secuestrar al fiscal?

—El secuestro del caballero aquí presente solo fue para atraer a Stark ante mí, necesitaba tenerlo frente a frente.

Criando un amor | StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora