Criando un amor | Stony

Capítulo 12

ENFERMO

—Ven, vamos.

Steve caminó hacia el cuarto de Tony y este lo siguió.

—Quítate los zapatos y los calcetines, ponlos en un lado de la cama —pidió Steve mientras entraba al baño buscando una toalla.

La tomó de un cajón y salió del baño, se acercó a Tony –que ya no tenía zapatos– y se arrodilló frente a él, quedando casi a la misma altura.

Empezó desdoblando la toalla y pasándola por todo el cabello del niño, secándolo y despeinandolo. Cuando lo secó, Tony quedó con un peinado muy raro, lo que hizo a Steve reír. Luego pasó la toalla por la nuca, y al ya estar seca, por el rostro. Steve tuvo especial cuidado en esa parte, pasaba la toalla a pequeños toques tan delicadamente por sus mejillas y ojos que parecía que Tony fuese de un material altamente frágil, que con el más mínimo error se rompería.

Bajó a secar su cuello y cuando ya estaba seco, se puso la toalla en el hombro para tener las dos manos libres y ponerlas en la cintura del niño, una a cada lado, luego las alzó lentamente por los costados del torso de Tony para finalmente, quitarle la camiseta. Volvió a tomar la toalla y a empezar a secarle los brazos, desde sus muñecas hasta los hombros, para luego bajar a su pecho y abdomen, también limpió un poco el reactor, dándose cuenta una vez más que se veía exageradamente grande en el pequeño pecho del otro, ¿Acaso eso no generaba algún daño con su nuevo cuerpo? no lo creía, si fuese así ya Bruce se lo hubiese hecho saber.

Secó su espalda. Steve sentía, por alguna razón, que todo estaba en calma. Nunca habia tenido tanto contacto con niños, aunque desde siempre le gustaron mucho. Pensó que tal vez podría ser un excelente tío cuando Bucky hubiese tenido sus hijos, dejando embarazada sin desearlo a una de sus amantes furtivas.

Cuando se aseguró que todo el torso del niño estaba bien seco, volvió a poner la toalla en su hombro, para luego meter sus pulgares dentro de la orilla del pantalón de Tony, uno a cada lado; El niño lo veía expectante, igual que desde que empezó a secarlo, Tony no ha hecho más que mirar atentamente cada uno de los movimientos de Steve. El pantalón de Tony no tenía botón ni cremallera, era de esos pantalones con elástico, lo cual le facilitó las cosas a Steve, que se lo pensó por un segundo, pero al final decidió bajar sus manos lentamente por los lados de las piernas de Tony, trayéndose con ellas, el pantalón. Cuando se lo quitó por completo, lo puso a un lado y tomó la toalla nuevamente. Empezó por sus tobillos, y fue subiendo por sus pantorrillas y canillas hasta que llegó a las rodillas, luego los muslos.

Steve estaba muy concentrado en lo que hacía, admiraba la suave piel del niño, que al estar algo mojada parecía incluso que brillaba. Se preguntaba si los hijos de Tony serían así como él. Una pequeña punzada llegó a su pecho. Claro que lo serían, probablemente cuando volviera a ser un adulto Stark tendría sus hijos con Pepper y...

—¿No vas a seguir? —preguntó el niño.

—Eehh. —Carraspeó, poniéndose de pie—. Creo que el resto lo puedes hacer tú solo —dijo mientras tomaba la toalla y el resto de ropa mojada—. Báñate, con agua un poco caliente, yo te prepararé algo de comer.

Y sin más, Steve salió de ahí dejando atrás a un Tony que no dejaba de sentirse extraño, muy extraño.

✤

—¡Achú!

—¡Tony!

—¡Achú, achú, achúú!

—Por Odín, sabía que te enfermerías.

—Stif —llamó un pequeño Tony con la nariz congestionada— ¿Quién es Odín?