Criando un amor | Stony

Capítulo 16

MISIÓN

Le había llegado una carta, no acostumbraba a recibirlas, y mucho menos a su dirección personal. Cuando las recibía, eran en S.H.I.E.L.D. pero nunca a su casa.

La miró, un simple sobre blanco, no tenía ni remitente, ni asunto, nada. Solo tenía un simple:

«Sharon Carter».

Sharon abrió el sobre, dentro de él estaba doblada en dos la carta. La abrió y la leyó. Decia:

«Se que tienes problemas por su culpa. Tranquila. Ayúdame que yo te ayudaré».

Solo eso.

✤

Tony seguía muy pegado a Steve, el Capitán intentó apartarlo suavemente, pero el niño al sentir que el rubio lo quería alejar, simplemente se aferró aún más a este.

—Tony, no es el momento —le susurró.

El menor le ignoró y siguió aferrado a él.

Pepper, que se la había pasado en un leve shock, salió un poco de su estado y caminó con lentitud y rostro asombrado hacia Tony. No decía nada, solo caminaba.

—Mírame —ordenó Pepper a Tony cuando estuvo delante de él.

—¿Quién eres? —preguntó sin mirarla.

—Mírame —repitió.

El niño hizo lo que le pidió, se volteó hacia ella y la miró, quedando recostado en el pecho del rubio.

Pepper se agachó un poco hasta quedar a su altura, y observó fijamente los ojos del niño.

Steve solo presenciaba la escena, sin nada que decir, rogando porque no se diera cuenta, pero él sabía que eso sería casi imposible.

La mujer continuó mirando fijamente hacia el niño. Esos ojos cafés, esas pestañas.

—Tony —susurró Pepper.

—¿Me conoces?

—Soy yo, Pepper.

—No sé quién es Pepper.

La mujer dudó por un momento si ese niño era Tony. Es que tenían los mismos ojitos, no podía ser de otra manera, pero necesitaba asegurarse.

Colocó sus manos en el chaleco del menor y se lo quitó, le aflojó la corbatita un poco y también se la quitó, empezó a desabotonar la camisa que tenía, solo fue necesario quitarle dos botones, para que enseguida el reactor se hiciera visible. Definitivamente ese era Tony Stark.

El niño frunció el ceño al sentir como lo desvestían, esta mujer estaba muy cerca de él, y eso no le agradaba. Cuando se sintió muy invadido, quitó rápidamente la mano de Pepper de su pecho y la empujó un poco.

—No me puedes tocar, solo Steve puede hacerlo.

Pepper volteó hacia el Capitán pidiendo una explicación.

—T-Tony, ve a tu habitación, en un momento voy.

El niño un poco dudoso se separó y antes de irse le susurró algo en el oído, muy suave que Pepper no llegó a oír:

—No tardes, mi cumpleaños aún no acaba.

Tomó su saco y su corbata y salió corriendo hacia su cuarto y se encerró. Steve al ver que el niño ya no estaba cerca se levantó del sofá.

—¿Cómo entraste? —Fue lo primero que dijo.

—Tus amigos vengadores dejaron la puerta abierta.