Por cada paso que daba, Darren daba otro tras de mí y cuando conseguía disminuir el paso para que ambos quedáramos a la misma altura, él optaba por caminar más lento, resultando de ese modo que se mantuviera la distancia entre los dos.
En serio no comprendía qué demonios pasaba por la cabeza del demonio.
Oh vaya.Se suponía que ya habíamos hablado el tema del jueguito stalker que tanto disfrutaba.
—¿Si entiendes que no es necesario que hagas esto, verdad?—dejé de dar pasos y me volteé para quedar frente a frente con el chico. Al verlo noté que tenía algo en sus manos, eso explicaba los ruidos que escuchaba a mis espaldas además de las pisadas.
—¿Uh?
—Eso que tienes ahí son... ¿churros?
Darren bajó la mirada a la bolsa de papel en sus manos y luego regresó la vista hasta mí.
—¿Esto?
—¿En qué momento pasó...? ¿Los robaste?
Darren dió unos cuantos pasos acercándose a mí y por al fin logramos quedar a la misma altura.
—No. Una chica me los dio.
—¿Te los dio? ¿Sólo así? ¡Y los aceptaste!—puse los ojos en blanco—, podrían tener veneno.
—Eso no me mataría.
—Como sea... Pero es extraño que simplemente te los haya regalado.
Darren sonrió de manera sarcástica y se cruzó de brazos—. Es porque has acertado. Sí los robé. La chica los tenía en sus manos, la vi y tomé la bolsa... ella no la pidió de regreso así que lo tomé como una ofrenda.
—¿Por qué diablos habría hecho eso?
—Es obvio, por supuesto. Soy un demonio muy poderoso.
De nuevo revoleé los ojos.
—No lo creo.—Es porque no conoces todavía de lo que soy capaz, Niss.
—Enséñame—sonreí al escuchar que había usado mi apodo para llamarme, tal parecía que el demonio comenzaba a tomar confianza.
—Todo ocurrirá a su tiempo—dijo, y la sonrisa burlona se apagó de su rostro para pasar a mostrarse frío y serio—. Ya vamos, debemos llegar a tiempo a nuestra cita con tu amigo, ¿no?
No era una cita en lo absoluto. Incluso había invitado a Darren para que no tuviera que esconderse y observarme a la distancia como un psicópata. A Cami también le había preguntado si quería venir y había aceptado unírsenos más tarde.
—Estamos por llegar. Por favor, intenta comportarte como un humano normal y no actúes raro. No tienes que caminar lejos de mí, vamos juntos y... no te quedes mirando fijamente a las personas. Es raro.
—Puedo hacerlo.
—Sí... Exacto. Y si no estas seguro de algo sólo observa rápido a tu alrededor y entenderás cómo se comporta la gente. También puedes preguntarme.
El entrecejo de Darren se frunció un poco. Aparentaba estar confundido.
—Pero me acabas de decir que no debo mirar a la gente.—Sólo no te alejes demasiado de mí y no robes cosas.
Darren gruñó y su mirada confusa fue reemplazada por una que expresaba molestia.
—¡Fue una ofrenda!Ignorando las protestas de Darren, me giré y continué el camino. Él comenzó a caminar a mi lado y sonreí victoriosa porque al fin había logrado hacerlo entender al menos un punto.
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Confía En El Demonio
Teen FictionDenisse siempre ha odiado las reglas implícitas del amor romántico y jamás ha entendido el porqué las personas a su alrededor siguen cayendo en su red. Cuando conozca a Darren su concepción no cambiará... Pero tendrá que jugar al juego que siempre...