Desperté muy temprano a la mañana siguiente y Darren seguía dormido. Me preocupé al sentir que su cuerpo estaba muy frío, a pesar de que habíamos dormido abrazados y yo sí mantenía una temperatura decente. Lo removí un poco, pero no despertó, de todos modos no parecía ser ningún problema.
Al final preferí abrigarlo usando más mantas y me fui a preparar el desayuno.—Buenos días—, pegué un salto del susto cuando Darren entró en la cocina. Había hecho muchos esfuerzos por despertarle y nada, pero aún así ahora se encontraba junto a mí.
—B-buenos días—me concentré en lo que estaba haciendo, pero él comenzó a distraerme abrazándome por la espalda y llevando sus manos a zonas prohibidas.
—¿Qué estás cocinando?—dijo, susurrando a mi oido. La piel se me erizó casi en un instante.
—Panqueques. Panqueques que probablemente terminarán siendo un desastre si no quitas tus manos de ahí.
—Hmm pero no quiero hacerlo. Es más, preferiría que tú fueras el desayuno.
Si bien la frase había sido muy sugerente lo que me provocó, más que elevar mi temperatura, fue largarme a reír. ¿En qué momento había empezado a decir cosas tan sucias? Ese demonio era increíble.
—¿Qué es tan gracioso?—al parecer mi risa ante sus tacticas de seducción le habían ofendido, porque ya había dejado de tocarme y se enseñaba de brazos cruzados con actitud seria.
—Nada, nada. Solo que es muy divertido verte así.
—Hmm no sé cómo tomarme eso...
—Dijiste que querías desayunarme, vamos. ¿O ha sido un engaño acaso?
—Hmm...—su semblante seguía igual de serio, me iba a tomar trabajo hacerle sonreír—, creo que ya se me ha quitado el apetito.
—Entonces supongo que no querrás panqueques—hice un gesto de burla y seguí con mi tarea. El volvió a acerse por detrás y me plantó un beso en la cabeza—. Oh, por cierto, Darren. Me he dado cuenta de algo.
—¿Ah sí? ¿De qué?
—La ropa que usas es de Peter. Tiene un fuerte olor a él, mezclado con el tuyo. Bueno eso o estás saliendo con él además de mí...
Darren rió. Los panqueques estaban listos, así que los llevé a la mesa y él se sentó junto a mí.
—Estamos los tres en una relación, ¿no lo recuerdas?—dijo Darren al moemnto que sonreía de forma presuntosa.
—Oh, es cierto. Me pregunto cómo lo tomará mamá...
Mientras comía fantaseé un poco con la situación. No me parecía una idea tan mala, pero en realidad no sentía algo por Peter, a diferencia de Darren. Aun así, imaginar la situación me resultaba tentadora.
Cuando salí de mis pensamientos me quedé mirando a Darren con más detalle del necesario. Parecía estar ensimismado comiendo panqueques, en realidad parecía que le habían gustado mucho, porque ni siquiera reparaba en mi mirada acosadora.
—¿Sabes, Denisse?—luego al parecer yo me había perdido, porque al escuchar su voz, pegué un pequeño salto—Para mí todo lo que he vivido ahora mismo es como si fuera un sueño. Creo que comenzó cuando conocí a tu abuelo, entonces las cosas fueron diferentes. Él me trató como a un humano cualquiera desde el primer contacto...
—¿Qué es esto? Ahora te compadeces de él, ¿incluso después de sus mentiras?
Sí. Había respondido a la defensiva al instante, pero me constaba despejar mis emociones al recordar el problemón que mi abuelo había creado. Si hubiese comenzado siendo honesto desde el principio, las cosas, muy probablemente, habrían resultado menos tediosas.
ESTÁS LEYENDO
Confía En El Demonio
Teen FictionDenisse siempre ha odiado las reglas implícitas del amor romántico y jamás ha entendido el porqué las personas a su alrededor siguen cayendo en su red. Cuando conozca a Darren su concepción no cambiará... Pero tendrá que jugar al juego que siempre...