Capítulo 32: Solo por ti

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—Estás temblando—caminaba de la mano junto a Darren. El día estaba nublado y no tenía ni la menor idea hacia donde nos dirigíamos, pero él parecía saberlo. Peter, junto a nosotros, iba en silencio con las manos guardadas en los bolsillos. 

—Puede que sea el frío o... la incertidumbre por lo que está pasando. 

—Entiendo que te preocupes por mí. Gracias... Me gustaría que las cosas fueran más fáciles, pero supongo que no había otra forma. 

—Y yo quisiera poder más...—dije en un murmullo apenas audible, aunque quizá Darren lo hubiera escuchado, no dijo nada. 

—Me mata el no saber a dónde nos dirigimos—dijo Peter. A mí también me preocupaba eso, llevabamos quizá caminando unos quince minutos. Estabamos en una calle con edificios grandes, la vecindario de Peter había quedado atrás hacia mucho. 

—Bueno, para ser honesto yo tampoco estoy seguro cuándo pasará. 

—¿A qué te refieres, Darren?—preguntó Peter. 

—Él nos ha estado siguiendo, yo solo esperaba a que apareciera. Tal vez Peter lo ha puesto tímido...

Peter dejó de caminar, yo también lo hice y Darren en consecuencia. Miré a mis espaldas. No vi a nadie. 

—¿Fénix está aquí?—Seguía mirando a todos lados y sujeté todavía más fuerte la mano de Darren. 

—No sé qué está esperando, pero supongo que debemos seguir. 

—¿De verdad ha estado siguiéndonos todo este tiempo? Eso asusta...—añadió Peter. 

—En realidad casi acabo de llegar, me sorprendiste, Darren, no pensé que tus instintos seguirían siendo tan buenos—Fénix apareció justo a mi lado, noté cómo observó de reojó mi mano entrelazada con la de Darren.

—17 segundos exactos. Pensé que tardarías menos en mostrarte. 

—Oh, hermanito. Quería hacer una gran entrada, me preocupo por nuestros expectadores. No los esperaba, a decir verdad, pero siempre puedo dar un buen expectáculo. 

—Qué considerado. 

—Eso quiere decir que... ¿pelearán acá?—inquirió Peter. Yo tenía la misma duda. 

—¡Oh, nuestro público está emocionado por comenzar!—Fénix traía un extraño humor. Me inquietaba tenerlo justo a mi lado, pero prefería eso, no quería que se acercara a Darren. Lo evitaría cuánto pudiera—, será allí— Fénix apuntó a un edifició, el más grande todos— en la azotea de ese edificio. Me iré antes. Les espero allá. 

—Darren...—dijo Peter, con una voz ronca y apenas audible—¿En serio no podemos hacer algo para ayudarte?

—Ya lo están haciendo. Están aquí, eso es suficiente. Más que suficiente. 

Continuamos el camino. Darren había acelerado el paso. Se veía que iba centrado en sus pensamientos, la mirada al frente y los pasos firmes. Peter y yo nos apuramos un poco. 

—Darren es fuerte—comentó Peter en voz baja para mí—, de ningún modo ese maldito podrá ganar. 

Asentí. También quería creer eso, pero la conversación que había tenido con Darren me había hecho quedar muy preocupada. 

—Solo quiero que esto termine pronto y que todo salga bien—murmuré.

—Así será. Y démonos prisa, Darren ya está muy adelante. Espero que no pretenda perdernos. 

Confía En El DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora