Taeyeon era una chica que Tiffany todavía no comprendía al 100%, pero hacía su esfuerzo. Llevaban apenas un par de semanas en clases, y la castaña sabía que tenía que darle un poco de tiempo a la rubia. Aún así, no podía evitar tener una sensación extraña respecto a ella.
No la comprendía: Al segundo día de haberse conocido la ayudó con su resaca y se mostró muy preocupada y atenta, para después irse de un momento a otro con un frío y distante adiós. Desaparecía casi todo el día para volver a altas horas de la noche, y casi no dialogaba con ella. No sabía muy bien a qué atribuirlo, pero le desesperaba profundamente el hecho de no comprenderla. Sentía como si hubiese una pared entre las dos. Una pared impuesta por la misma Taeyeon.
Después de que Sooyoung se hiciera mejor amiga de Yoona al ser compañeras de piso, estaban construyendo de a poco algo parecido a un grupo de amigos entre todos, y Tiffany no podía evitar preguntarse si Taeyeon tendría un lugar en todo eso o no. Se veía solitaria, y la sentía por sobre todo distante, pero sabía de buena mano que era muy cercana a Yoona, y en los pocos minutos en que presenció una interacción entre las dos, le quedó más que clara la cercanía entre el par de chicas.
A veces ella se preguntaba si algún día Taeyeon podría llegar a tener esa cercanía con ella, o si su relación se quedaría en la formal distancia. Envidiaba lo bien que habían conectado Sooyoung y Yoona.
Su teléfono vibró. Se encontraba en el mesón de la cocina mientras desayunaba. Obviamente, Taeyeon ya había desaparecido. Aunque tampoco podía culparla, las clases empezaban en unos minutos. Era un mensaje de Soo. Le había prometido acompañarla a su sala de clases, ya que le quedaba de paso a la suya, porque si algo compartían la psicología y la ingeniería, era el análisis, con la diferencia de que en psicología eran más análisis del comportamiento humano y sus patrones, mientras que el de ingeniería eran más análisis de situaciones o problemas, pero se encontraban en el mismo bloque, por lo que le convenía al par de amigas.
El primer período de clases fue claro y normal para Tiffany. Lo único que odiaba era tener que recorrer el campus de punta a punta para llegar a los distintos cursos de su carrera. Muchas veces le daban ganas de tener una pequeña charla con el arquitecto del lugar para preguntarle en qué demonios estaba pensando, y también para agradecerle que no hubiese considerado psicología como parte de medicina, ya que de ese ser el caso, su mejor amiga tendría que estudiar en un campus totalmente distinto ubicado en otro lugar. Cosas de universidades y sus arquitectos, suponía.
Cuando Tiff revisó su horario, se dio cuenta de que tenía una ventana de un par de horas para el siguiente período, por lo que decidió ir a visitar a Siwon al complejo deportivo del campus. Ella estaba consciente de que su novio debía entrenar más que nunca, especialmente para el próximo campamento de fútbol, que sería en unas semanas y daría el inicio oficial a la temporada. Quería ir a ver cómo se encontraba y apoyarlo en su entrenamiento extra de mitad de día, que en condiciones normales, no tendría.
Para llegar a las canchas de fútbol, tenía que pasar primero por las de atletismo, y decidió caminar un poco más allá del borde de la pista, para no distraer a los atletas y evitar un posible accidente.
Tiffany se encontraba demasiado ensimismada en sus pensamientos, por lo que no se percató inmediatamente de qué sucedía a su alrededor, y el golpe de la realidad la abofeteó cuando sintió cómo su hombro era impactado con fuerza por un chico muy alto y grande, que corría a toda velocidad en dirección a la cancha de césped sintético que se encontraba al interior, "rellenando" la cancha de atletismo.
—¡Oye! —gritó ella, indignada, tocándose el hombro impactado. El chico ni siquiera se dio vuelta a disculparse, ya que corría a demasiada velocidad. Tiffany se habría indignado más de no ser porque se dio cuenta de que se estaba formando un círculo de gente alrededor de un «algo».
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Compañeras de Piso
Fanfiction«Nueva universidad, gente nueva. Quizás incluso nuevos amigos.... Tengo a mi mejor amiga de toda la vida ahí, cerca. Es más que suficiente. Nadie tiene por qué saber qué ocurrió, solo debo sobrevivir los años de la carrera y quizás el magister», era...