Taeyeon llegó a su casa corriendo mientras las lágrimas caían y caían sin cesar y subió hasta el segundo piso yéndose directo a su habitación lo más rápido que pudo.
Estrellas pegadas en el techo la recibieron antes de que se metiese a su cama lo más rápido que pudo también.
Sentía que las mantas la protegían de alguna forma de la avalancha que se acababa de venir encima.
Estaba llorando de una forma tan violenta que sentía que sus pulmones se iban a salir de su cuerpo.
El que ella creía ser el amor de su vida le había terminado.
Sentía que iba a morir del dolor que habitaba en su alma.
Iba a morir, ella lo sabía.
Y lo había hecho, habían terminado el que sería su único amor según ella, de una forma tan nefasta y horrible, que Taeyeon sabía que nunca se iba a recuperar de eso.
Y lo peor de todo es que la había expuesto, y ahora ya no le quedaba más opción.
Iba a tener que decirles a sus padres.
Lo que ella era...
Una abominación.
Un simple error.
~ • ~
—¡Para el otro lado! —rio Tiffany, intentando hacer girar a Taeyeon al dejar sus manos tomadas por encima de sus cabezas.
Taeyeon rio y besó torpemente sus labios.
—A ver. —Tiffany tomó la cadera de Taeyeon y la atrajo a sí—. Solíamos bailar mucho —murmuró, intentando hacer que Taeyeon captara su ritmo.
Taeyeon asintió concentrada.
—Supongo que se me olvidó.
Esta vez la que intentó girar fue la castaña, y no dio resultado.
Tiffany rió tomando la cintura de Tae, sacándole una sonrisa atolondrada.
—Seré manca —dijo Taeyeon riendo, aunque estaba alcanzando un ritmo aceptable.
—No eres manca. Tienes dos manos y dos brazos.
—Pero no puedo bailar.
Tiffany sonrió, dándole una caricia especialmente sensual al cabello de Taeyeon.
—Mmm, en eso te equivocas. Hay bailes que haces mejor que yo... —susurró en su oído con una sugerencia impregnada en la voz que le dio un escalofrío a Tae.
—Tus padres están en casa —respondió susurrante sobre los labios de su amada, después de haber sido besada por ella.
—Es mi cumpleaños. Puedo sacarles de la casa por un rato diciendo que quiero comida específica para hoy, o... no sé, un pastel en especial, yo qué sé.
Taeyeon sonrió.
—Me imagino que todas las baterías están cargadas. Yo tengo protección.
Tiffany besó su cuello con lascividad y Taeyeon gimió por lo bajo, estirando el cuello para darle lugar a más.
—Entonces no se diga más —respondió la castaña con la voz ronca.
Taeyeon se colgó de mi cuello apenas la puerta se cerró detrás de mi padre.
Gemí ronca, envolviéndola posesivamente en mis brazos.
—Tu habitación está demasiado lejos. —El aliento de Taeyeon se sentía caliente sobre mis labios.
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Compañeras de Piso
Fanfiction«Nueva universidad, gente nueva. Quizás incluso nuevos amigos.... Tengo a mi mejor amiga de toda la vida ahí, cerca. Es más que suficiente. Nadie tiene por qué saber qué ocurrió, solo debo sobrevivir los años de la carrera y quizás el magister», era...