Compañeras de Piso

Estrés Pre Navideño.

Desde muy pequeña, Tiffany había amado las épocas navideñas: decoraciones por todas partes, canciones navideñas de los 90, películas clásicas que había visto desde su infancia... El ambiente que señalaba que Navidad sería dentro de poco.

Hasta que llegó a la universidad y se dio cuenta de lo estresantes que eran. Exámenes por todas partes, trabajos, presentaciones, deudas... Sólo responsabilidades y más responsabilidades de adulto que sinceramente no podía detestar más. Que si arreglárselas para comprar el pasaje de avión para ir a ver a su familia en una fecha buena, la pila de exámenes que tenían que dar por irse de vacaciones; disertaciones y estudios interminables sobre cómo el mercado cambiaba en las fechas navideñas y cómo afectaba a la economía del país; más estudios sobre los ataques cardíacos y cómo aumentaban en navidad por el estrés y la presión de los regalos; trabajos en grupo con las personas más inútiles de la clase en las asignaturas más complicadas. Y por sobre todo, en la opinión de la castaña, lo peor: Facebook recordándole las navidades pasadas con la presencia de Siwon a su lado.

El hecho de estar "confundida" sentimentalmente hacia una mujer, que, desafortunadamente, era su compañera de piso, no estaba ayudando... nada. Tiffany sentía una opresión en el pecho cada vez que el tema salía a reflotar en su mente, cosa que para su desgracia, sucedía en repetidas ocasiones durante su día a día. No dejaba de preguntarse si le gustaba o si simplemente era una "girl crush", y que por convivir con ella diariamente, ese "crush" se potenciaba, pero que al final del día no dejaba de ser sólo un... amor platónico.

Añadiendo a la carga de cosas, Tiffany nunca había sido el tipo de persona que se guardaba las cosas que le sucedían para ella, siempre había compartido lo que sentía o consternaba a su mejor amiga, a su madre, a Michelle (su hermana); o a cualquier persona que fuese de su confianza.

Pero este caso era totalmente distinto. ¿Qué le iba a decir a Sooyoung, o a Michelle? ¿Qué creía que estaba teniendo sentimientos más allá de amistosos por una chica? Que, oh vaya, no era nadie más ni nadie menos que Taeyeon, su compañera de habitación, con la cual iba pasar el resto de los años de su carrera compartiendo lugar.

A Tiffany se le hacía un nudo en el estómago y en la garganta de solo pensar qué diría su familia, o Soo, que a estas alturas era parte de ésta... Qué dirían de toda la... situación.

Todo ese rollo de guardárselo, el hecho de morir por decírselo a Sooyoung y no poder, la carcomía por dentro; sentía que se ahogaba constantemente. Cada vez que intentaba sacar el tema y hablar, sentía físicamente cómo si su garganta se cerrara, impidiéndole hablar.

Tiffany nunca había experimentado tener ansiedad o angustia excesiva hasta esas épocas navideñas, y francamente, deseaba que se fueran para nunca volver.

No quería ni imaginar cómo sería ser alguien tímido o con problemas de ansiedad, ¡o ambos!, porque en ese caso, ese nudo opresor en la garganta que te impedía hablar estaba absolutamente todo el tiempo, y esos nervios que te superaban emocionalmente, también.

No solo estaba asustada por tener sentimientos hacia Taeyeon porque fuese mujer y todo lo que eso conllevaba, sino que también le inquietaba un poco el hecho de que ella jamás hablase de su familia, ni de dónde provenía, cuál fue su universidad anterior, si sigue en contacto con la gente de ahí, de dónde saca su dinero del mes... Todas las cosas que podrían implicar su vida aún más personal.

Tiffany se moría de la curiosidad, y las veces que le había preguntado a Yoona, ésta se había encogido de hombros diciéndole que no tenía importancia, desviando el tema cada vez que podía, haciendo que su curiosidad sólo aumentase aún más.

Tiffany comprendía que Taeyeon necesitaba tiempo, pero sentía que le estaba dando, quizás, demasiado.

Una vez Taeyeon terminó su época de exámenes de noviembre, el par de amigas reanudó su ritual prácticamente diario de ver algún capítulo de una serie que le gustara a Tiffany durante la noche. Tiffany había llegado a tener el valor de, en un inicio, apegarse un poco más de lo normal a Taeyeon, llegando a incluso medio entrelazar los pies una con la otra, para que otro día, se armara de valor para recostar su cabeza en el hombro de Taeyeon. Para la sorpresa de la castaña, su amiga la recibió bien, rodeándola con sus brazos, recostando su cabeza sobre la suya.